26/04/2025 08:59
26/04/2025 08:57
26/04/2025 08:54
26/04/2025 08:53
26/04/2025 08:52
26/04/2025 08:51
26/04/2025 08:51
26/04/2025 08:49
26/04/2025 08:48
26/04/2025 08:48
Concordia » El Heraldo
Fecha: 26/04/2025 03:14
Desde una perspectiva profundamente espiritual, Zurbriggen interpretó la muerte del pontífice como una coincidencia significativa: “En el misterio de Dios, el Papa vivió su Pascua en los días en que celebrábamos la Pascua de Jesús. La fe nos da la esperanza de que ahora está en la vida eterna”. A la vez, invitó a reflexionar sobre su legado: “Nos toca profundizar su enseñanza, analizar sus gestos y el magisterio abundante que nos ha dejado”. Consultado sobre la percepción que los argentinos tuvieron de Francisco, Zurbriggen fue crítico: “Creo que no terminamos de darnos cuenta de la grandeza espiritual del Papa. Lo metimos en nuestra grieta, juzgamos sus gestos desde nuestras peleas internas, y no supimos ver que el mundo entero lo reconoce como un referente moral y espiritual”. Sobre la continuidad del camino pastoral iniciado por el pontífice, el obispo explicó: “Más que una iglesia social, Francisco quiso una iglesia al estilo de Jesús. Una iglesia que abrace a todos, que sea casa para todos. Eso es evangelio puro, y cualquier Papa lo va a continuar”. Zurbriggen también recordó los pocos encuentros que tuvo con Jorge Bergoglio, antes y después de que se convirtiera en Papa: “Lo conocí brevemente como arzobispo de Buenos Aires, y ya siendo Papa, lo vi al menos dos veces en Roma, junto con otros obispos. Siempre fue muy afectuoso, lúcido, sencillo, y con el mate de por medio”. Ante la pregunta final de qué le diría si pudiera hablarle una vez más, el obispo no dudó: “Gracias por el pastoreo, por tu cercanía, por la sencillez. Nos enseñaste con gestos de misericordia y compasión algo profundo del Evangelio”. Hoy sábado a las 19 horas, monseñor Zurbriggen presidirá la misa exequial por el papa Francisco en la Catedral San Antonio de Padua. Será una celebración en comunión con los otros obispos de Entre Ríos, que harán lo propio en sus respectivas catedrales. Una despedida cargada de gratitud, oración y memoria para quien marcó una época en la historia de la Iglesia y del mundo.
Ver noticia original