26/04/2025 08:02
26/04/2025 08:00
26/04/2025 07:59
26/04/2025 07:58
26/04/2025 07:52
26/04/2025 07:52
26/04/2025 07:51
26/04/2025 07:51
26/04/2025 07:51
26/04/2025 07:51
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/04/2025 02:47
Nacidos en Redes - Ceci Hace Cecilia Hace, popularmente conocida como Ceci, es una comediante argentina que ganó notoriedad en los últimos años gracias a su enfoque humorístico sobre los estereotipos de género. Inició su carrera en el stand up en 2015, pero años más tarde, motivada por una etapa difícil en su vida personal, encontró en la comedia una forma de hacer catarsis y conectar con el público. En sus rutinas y videos virales en redes sociales, interpreta a La Checha, un personaje que caricaturiza al típico “machirulo”, invirtiendo roles de género para evidenciar conductas sexistas cotidianas. Esta propuesta generó tanto adhesión como controversia, pero destacó su capacidad para provocar reflexión a través del humor. Además de su presencia en plataformas como Instagram y TikTok, Ceci realiza giras por Argentina con su último espectáculo de stand up Te pido mil disculpas, junto al comediante Nahuel Ivorra. Ceci Hace: "El límite del humor es si el otro se ríe". (Candela Teicheira) Mai: —Te sigo hace tiempo, pero me llamó mucho la atención un video: el Día del... Ceci: —La parodia del Día del Hombre. Fue el que más reproducciones tuvo hasta hace muy poco que hice otro. Explotó mal, creo que debe tener diez u once millones de reproducciones. Ya perdí la cuenta. Mai: —¿Vos lo hiciste sabiendo que iba a impactar tanto? Ceci: —No, la verdad que no. De hecho lo hice re tarde porque era el Día de la Mujer. Lo hice ese mismo día y lo subí. Mai: —¿Cómo nace el personaje? Ceci: —Yo venía haciendo stand up y siempre estaba rodeada de comediantes. Un día estábamos en una canchita de fútbol donde jugaba Nahuel, mi novio, y le dije a un amigo: “Grábame diciendo piropos a los chicos”. Lo edité, lo subí y la primera semana tuvo cinco millones de reproducciones. Era el primer reel que subí en mi vida. Mai: —Sos comediante, standapera, pero a partir de ahí también un camino en redes sociales. ¿Cómo fue esa primera vez que diste el paso? Ceci: —La verdad que no fue muy planeado. Siempre trabajé en otra cosa, en publicidad digital, en agencias. Estudié publicidad, pero enfocado a Dirección de Arte. Entré en una agencia y me metí más en la parte de numeritos, de campañas de performance, de retorno de inversión para las empresas. Mai: —O sea, ¿sabés poner publicidad en redes sociales? Ceci: —Exacto. Trabajé siempre con Google, Meta, LinkedIn. En la pandemia, con una amiga, hicimos nuestra propia agencia mientras también trabajaba en relación de dependencia. Después me quedé con mis propios clientes y hacía stand up en forma paralela. Mai: —¿Cuando aparece el stand up en tu vida? Ceci: —En el 2015. Tuve mi primera muestra, hice un año, después lo dejé. Pero me quedó un grupo de amigos que me insistían en que vuelva. En 2022 retomé, pero no es que hace diez años que hago stand up. Fue intermitente. Mai: —¿Y qué cambió en vos en esos años para que decidieras volver? Ceci: —Muchas cosas. Relaciones fallidas, situaciones familiares tóxicas. Empecé a entender que no era sólo “el novio malo”, sino que venía de mucho más atrás. El machismo de toda la vida. Me faltaba vivir todo eso para después plasmarlo. Ceci: "Me saqué la mochila de la maternidad hace mucho tiempo y fue un alivio". (Candela Teicheira) Mai: —¿Sentís que la experiencia es fundamental para hacer comedia? Ceci: —Sí. Hay muchos comediantes que al principio no eran buenos, pero se divorciaron, los cancelaron, les pasaron cosas... y ahora son excelentes. Para mí lo mejor del comediante es hurgar en lo oscuro, en la caca y lograr empatizar desde ese lugar con las personas. Ahí está lo gracioso. Mai: —La típica pregunta de estos tiempos es: ¿cuál es el límite del humor? Porque estás siempre a un paso de que te cancelen, que te puteen... Ceci: —Sí. Una vez escuché algo que me pareció muy bueno: el límite del humor es si el otro se ríe. Si se ríe, es un chiste. Si no se ríe, no es un chiste. Me parece que ahí está clarísimo. Mai: —Pero hay chistes machistas que si se los tirás a un hombre, se va a reír igual... Ceci: —Claro, por eso. Una cosa es hacer un chiste entre amigos, en la intimidad de una casa y otra muy distinta es hacerlo en un teatro lleno. Ahí podés ofender a alguien. Nosotros ahora tenemos un show que se llama Te pido mil disculpas. Ya las pedimos de antemano (risas), justamente porque sabemos que jugamos un poco con el límite. Mai: —¿Leés los mensajes que te llegan? Ceci: —Sí, leo todo lo que me llega. Trato de decir: ¿cómo puedo contarlo de otra forma? ¿Por qué a esta gente le está haciendo ruido lo que estoy diciendo? Y si puedo reformular un chiste, lo hago. Hay un chiste medio polémico que hablo sobre el chip que nos meten a las mujeres con el tema de tener hijos después de los 40. Pero sé que hay gente que se puede ofender y no es el objetivo. El objetivo es cuestionar el chip que nos meten y nos da miedo, lo que nos inculcan desde chicas sobre ese mito. Mai: —Abriste la puerta de la maternidad y te lo tengo que preguntar: ¿te gustaría ser mamá? Ceci: —No y lo tengo recontra definido. Es una pregunta que me hice muchas veces y traté de estar muy conectada con el deseo. Y lo pienso muchas veces a la semana porque digo: “¡Menos mal que no tuve un hijo!” (risas). Ahí me doy cuenta que estoy alineada con lo que deseo. Mai: —¿Qué escenas de la vida diaria te disparan ese “menos mal que no tengo un hijo”? Ceci: —Levantarme a las 12 del mediodía. El tema de la cama y dormir es clave para mí. Quizás si tuviera hijos, diría: “No era para tanto”. Pero nunca se me conectó el deseo. Y si se conecta de acá a diez años, porque a las mujeres nos corre el tema del tiempo, se podrá adoptar u otra cosa. Me saqué esa mochila hace mucho tiempo y fue un alivio. Mai: —¿Lo hablás con tu pareja? Ceci: —Sí. En este momento estamos alineados. Más adelante veremos. Nunca se sabe. Mai: —Cuando hacés humor con la maternidad, ¿se genera polémica? Ceci: —Se me viralizó uno que hice sobre madres divorciadas y explotó. Pensé que iba a tener un millón de vistas y llego a tener creo que 28 millones. Una locura. Simulábamos que yo llegaba con mi hijo a casa, se lo dejaba al padre y le decía: “No tengo plata”, pero iba en un auto cero kilómetro. Era todo lo que generalmente pasa al revés y poniéndolo desde el lado de una mujer queda raro. Yo creo que cuando das vuelta esos temas y queda raro, es que ahí hay algo. Mai: —Es medio loco que un concepto tan fuerte como el machismo tenga más impacto con una parodia que con un mensaje educativo más tradicional o educativo. Ceci: —Sí, yo tengo un tema con eso. No sé si realmente está llegando el mensaje. A veces tengo mis dudas porque me siguen muchos hombres y algunos me comentan tipo: “¡Ay, me cag* de risa con vos! Somos lo más los hombres”. Y es como: no entendiste nada. Es una crítica, flaco. ¿Pueden dejar de ser así? Mai: —¿Te genera frustración eso? Ceci: —A veces. Hice uno sobre hacer pis en la calle, porque me pasa todo el tiempo cuando salgo con mis perros para que hagan pis y los veo a los hombres también haciéndolo. Después pienso: ¿llegará el mensaje o lo están viendo como una joda más? Ojalá algo les quede, aunque sea un pequeño porcentaje. Mai: —¿Cómo observás esas situaciones? ¿De dónde sacás las ideas? Ceci: —Son recuerdos de guerra, flashbacks de guerra como se les dice (risas). "Para ser creador de contenido o standapero, hay que tener seguridad en uno mismo y no tenerle miedo al ridículo", confesó Ceci. (Candela Teicheira) Mai: —¿Son vivencias tuyas? Ceci: —Sí, todo. Absolutamente todo, salvo lo del divorcio, que me lo pasaron amigas divorciadas. Tengo un grupo de WhatsApp con ellas y todo está ahí, literal. Mai: —¿Y el resto sí son vivencias tuyas? Ceci: — Sí, la de la moto es tal cual todas cosas me decían. Yo siempre tuve moto y los comentarios eran: “Es mucha cilindrada para una chica. ¿Es de tu novio? ¿Quién te enseñó a manejar? ¿Tu novio? ¡Qué raro una mujer en moto!”. Nunca le dirías eso a un hombre. Con la de las relaciones que no se suben en Instagram, me pasó mucho también. Las chicas escribían en comentarios: “¿Todas salimos con el mismo?” Mai: —¿Por qué decidiste contarlo desde el humor? Ceci: —Me crié en una familia muy machista. Quizás ellos no lo ven así, pero al tener un hermano varón, vi muy claro el contraste: ¿por qué a él sí y a mí no? Creo que la comedia cicatriza muchas cosas. Me doy cuenta de que muchas mujeres de mi edad pasaron lo mismo. Porque mi generación, la de los 40, es distinta a la de las chicas de 30 o de 20. Mai: —¿En qué lo notás? Ceci: —Yo soy la primera mujer de mi familia que vivió sola. Muchas chicas de 40 lo son. Somos las que trabajamos y nos mantenemos solas. Si bien hay excepciones, las madres de 70 años, cuando se iban de la casa, se iban casadas y dejaban de trabajar cuando tenían hijos. Fue re bisagra para las de 40. En cambio hoy, las de 20 terminan la facultad y se van a vivir solas. Eso no era así antes. Si te ibas a vivir sola eras solterona y con un gato. Hicimos un trabajo lindo para las que vienen ahora, para que no tengan ese estigma de “¿por qué te vas a vivir sola?” Mai: —¿Cuál es tu motor hoy para crecer, tanto en redes como en el stand up? ¿Qué te da fuerza? Ceci: —Lo que me haga feliz. Un día que tengo función es un día feliz. No me pongo nerviosa antes de subir al escenario. Me cambia el día. Mai: —A mí me encanta el stand up. Lo admiro mucho porque me parece dificilísimo. ¿Qué pasa cuando nadie se ríe, cuando no funciona el chiste? Ceci: —Es muy difícil hacer reír. Pero hay que amigarse con el fracaso. Va a suceder. Es parte del proceso. Antes de grabar un video o subirte al escenario, sabé que la mayoría de las veces no van a entrar los chistes. Te tenés que hacer esa coraza. A veces tenés que fingir demencia y seguir con los otros a los que les tenés fe y que ya los probaste. Mai: — Última pregunta que le hago a todos los entrevistados en esta temporada: ¿qué se necesita para ser un creador de contenido, para ser un nacido en redes? Ceci: —Tener seguridad en uno mismo y no tenerle miedo al ridículo. Hay que ser más ridículo. La vida es corta, ¿qué te importa?. Bajale el volumen a los pensamientos: “¿Qué va a decir mi jefe?”, “¿Y si no se ríen?”. Bajarle el volumen y mandate. Tenés que tener una buena idea e insistir, insistir e insistir, en algún momento algo va a picar. Y cuando pica, repetilo.
Ver noticia original