24/04/2025 23:35
24/04/2025 23:35
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:34
24/04/2025 23:33
24/04/2025 23:33
» El Sur Diario
Fecha: 24/04/2025 19:02
Con el entusiasmo que solo el flamenco puede despertar, la profesora Natalia Álvarez —oriunda de San Nicolás— y una de sus alumnas Nilda González —villense— compartieron los detalles de esta iniciativa en una entrevista realizada en el programa de streaming Cámara Abierta, de SUR Multimedios. Este mes dieron inicio a los cursos de flamenco y castañuelas en la Casa de la Cultura de Villa Constitución, ubicada en la esquina de Salta y Moreno. Las clases se dictan todos los viernes, con propuestas para todos los niveles y edades. La iniciativa surge del vínculo entre San Nicolás y Villa: muchas de las actuales alumnas solían viajar a la ciudad vecina para tomar clases, hasta que finalmente se generó un espacio propio en Villa. “Esto es posible gracias al apoyo de la Dirección de Cultura y de Johanna Díaz Mansilla. Sabíamos que había muchas personas interesadas, pero que no podían trasladarse”, contaron durante la entrevista. Una pasión que no distingue género ni edad “Queremos que se sumen hombres también. El flamenco no es solo para mujeres”, enfatizaron. Con humor y ternura, recordaron cómo uno de los pocos varones del grupo, apodado “Cucu”, se roba todas las miradas y el cariño de sus compañeras. “Está desbordado y mimado, porque es el único varón”, bromearon. Los cursos incluyen grupos con experiencia, principiantes desde cero y una convocatoria abierta para niños, con horarios a definir en función de la disponibilidad escolar. Además, se dicta un grupo especial de castañuelas, un instrumento de percusión típicamente español que acompaña al baile con un ritmo inconfundible. “Tenemos alumnas de hasta 90 años. Nunca es tarde para comenzar”, señalaron con orgullo. Más que baile: una cultura viva y colectiva Las entevistadas explicaron que el flamenco es mucho más que una danza: es un arte que combina canto, guitarra, palmas y baile, y que se construye colectivamente. “Es una expresión que nace en los patios, mientras se cocina o se lava, con una palmita y un 'olé'. No hace falta ser profesional para sentirlo”. Desde 2010, el flamenco fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, y su popularidad traspasa fronteras: “En Japón hay más escuelas de flamenco que en España. Es como el tango para nosotros: universal”. También señalaron que quieren ampliar la propuesta en el futuro, incluyendo talleres de cajón flamenco, percusión y hasta construcción de instrumentos: “Queremos que todos encuentren un lugar desde el cual sumarse. Si no bailás, podés tocar o cantar. Hay muchas maneras de ser parte”. Feria Flamenca este sábado en San Nicolás Como broche de oro, este sábado 26 de abril se celebrará la Feria Flamenca en la Sociedad Española de San Nicolás (calle Nación 1384), desde las 17. El evento buscará recrear el espíritu de la famosa Feria de Abril de Sevilla, adaptada con sabor local. Habrá gastronomía típica española —paella, rabas, tortilla, arroz con mariscos—, presentaciones del coro de castañuelas, el cuerpo de baile y el grupo Sarusenti Flamenco, integrado por varias de las profesoras que dictan clases tanto en San Nicolás como en Villa. También participará un grupo invitado desde Villa Gobernador Gálvez. “Es una peña flamenca. Queremos que la gente venga a bailar, a disfrutar, como en una peña folklórica pero con el duende del sur de España”, contaron. La entrada es libre y abierta a toda la comunidad. Todos los caminos llevan al flamenco Ya sea por curiosidad, por pasión, o por esa chispa que despierta el zapateo, la invitación está hecha. Las clases se dictan los viernes por la tarde en la Casa de la Cultura de Villa Constitución, y están abiertas a niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres. “Que no tengan miedo. El flamenco se aprende con el cuerpo y el alma; no hace falta experiencia previa, solo ganas de sentirlo y compartirlo”, concluyeron las profesoras. Y con una sonrisa, lanzaron un último llamado a los varones: “¡Pacotillos, los estamos esperando!”
Ver noticia original