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» Elterritorio
Fecha: 24/04/2025 18:14
Micaela Cabrera se encontraba en Roma cuando se enteró que el Papa falleció, allí siguió de cerca el proceso de despedida. jueves 24 de abril de 2025 | 13:00hs. Micaela Cabrera, una joven misionera argentina, se encontraba en Roma cuando recibió la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Aunque su viaje tenía otros motivos, el destino la llevó a vivir de cerca uno de los momentos más conmovedores para la Iglesia católica. “Viajé la semana pasada a Barcelona para acompañar a mi sobrino. Luego se me dio la oportunidad de quedarme unos días más. Así que, bueno, llegué el domingo, llegamos a Roma el domingo por la mañana. Ese día no teníamos planeado nada, salimos a visitar la ciudad, recorrimos un poco los puntos turísticos de Roma”, relató Micaela. Proveniente de una familia muy católica, consideraba que estar en Roma era una oportunidad especial: “Queríamos y sentíamos que era algo muy importante hacerlo estando en Roma, de visitar todo lo que sea el Vaticano y conocer y por ahí tener la oportunidad también de conocerlo al papa.” La noticia del fallecimiento de Francisco la sorprendió mientras desayunaba en el hotel. “El lunes por la mañana, muy temprano aquí en Argentina, bueno, todo el mundo se enteraba del triste deceso de Francisco. Nosotros estábamos en el hotel por la mañana desayunando, habíamos terminado de desayunar. Acá eran las 7 y media de la mañana cuando falleció, pero la noticia trascendió un poco después. Habíamos terminado de desayunar y leo una noticia en Instagram que decía que el papa había fallecido. No creí porque era la única noticia que había visto y no era de una fuente confiable. Hasta que bueno, empecé a mirar un poco más las redes y empezaron a aparecer con el transcurso de los minutos muchas noticias más de que confirmaba la muerte del papa. Y también en el hotel se empezó a hablar y el clima fue absolutamente de eso”, contó en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7. La conmoción la llevó directamente al Vaticano: “Vamos al Vaticano a ver qué está pasando porque ya estábamos acá, estábamos cerca. Y bueno, nos acercamos al Vaticano ese lunes por la tardecita noche, justo habíamos llegado cuando había muchísima gente en la plaza del Vaticano. Había mucha, mucha gente, estaba todo vallado y ya los policías no dejaban ingresar porque no entraba una sola aguja más ahí dentro. Luego esperamos, nos enteramos que esa cantidad de gente era porque habían terminado de rezar un rosario por el papa”. Y agregó: "el ambiente en la plaza la marcó profundamente: “La verdad es que me conmovió mucho. Había mucha gente de muchos países, de muchas culturas diferentes y el clima que se notaba era que al papa, a nuestro papa argentino, lo querían mucho, lo apreciaban mucho, así que fue algo hermoso.” Micaela fue testigo de un momento especial cuando comenzaron a repartir ejemplares del diario del Vaticano. “Cuando la gente se empezó a dispersar, cuando se empezó a desvaciar un poco la plaza, en el centro de la plaza formaron un círculo vallado con unas seis, siete personas dentro del círculo y todo el mundo se empezó a acercar a ver qué iba a suceder, se notaba que algo estaba por pasar hasta que de repente empiezan a repartir ejemplares del diario del Vaticano comunicando la muerte del papa, comunicando todo lo que fue su vida y todo lo que hizo el papa, digamos, por todos los fieles. Y sí, intentamos agarrar un ejemplar, fuimos, era casi imposible, pero logramos agarrar un ejemplar y bueno, salimos de ahí y lo primero que hicimos fue poner el diario en el piso y empezar a sacar fotos para mandar esas fotos a nuestros familiares, a nuestros seres queridos que estaban en Argentina y que por ahí no tuvieron la oportunidad de estar acá en este momento.” En ese instante, una argentina que vivía en el extranjero se le acercó. “De repente se me acerca una señora, me habla en italiano y me pide para sacar también ella una foto porque no había llegado a agarrar ese ejemplar. Le contesto en español porque no sé hablar su idioma y ella me mira y me pregunta si era argentina, le dije que sí y me cuenta que ella también era argentina pero que bueno, vivió muchos años en el extranjero. Ahora había vuelto a vivir a Argentina, pero por varios motivos y también por casualidad estaba justo en Roma en este momento. Empezó a contar muchísimas cosas que le estuvieron sucediendo en estos días pasados y me cuenta que no tenía que estar en Roma, pero que por algún motivo estaba ahí y que había ido la bendición del Papa del domingo de Pascuas, que fue el domingo anterior a su muerte y me dice, yo te quiero compartir con vos las fotos y los videos que yo le grabé al Papa Este último domingo en la bendición me dijo, dame tu número, me dio su celular y me dijo, yo llego al hotel y te voy a enviar estas fotos. Y así fue. Y para mí fue algo único porque tengo esas fotos como un tesoro, nosotros no pudimos estar pero ella me compartió esas imágenes que son muy valiosas.” Este testimonio refleja la experiencia única de una joven argentina que, sin buscarlo, se encontró en el epicentro de un momento histórico y espiritual, compartiendo emociones y recuerdos que quedarán para siempre.
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