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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 24/04/2025 16:56
El Papa, dejó estipulado en su testamento que no quería ser embalsamado optando por la tanatopraxia , un método temporal para preservar su cuerpo durante el velatorio en la Basílica de San Pedro. Fiel a su estilo sobrio, el Sumo Pontífice dejó claro en su testamento que no deseaba ser embalsamado, una decisión compartida por sus predecesores Benedicto XVI, Juan Pablo II, Juan Pablo I y Pablo VI. En su lugar, su cuerpo fue sometido a una técnica de conservación conocida como tanatopraxia, que permite mantenerlo en condiciones aceptables para que los fieles puedan despedirse hasta el viernes 25 de abril, antes del funeral programado para el sábado 26. ¿Qué es la tanatopraxia? La tanatopraxia es un procedimiento temporal que preserva el cuerpo humano sin alterar su proceso natural de descomposición. Consiste en acceder a arterias principales, como la carótida, para introducir una cánula hasta el corazón. Mediante un sistema de presión, se inyecta una solución química que reemplaza la sangre, la cual es drenada por la yugular. Este método garantiza que el cuerpo se mantenga presentable durante los días de exposición, respetando la voluntad de Francisco de evitar el embalsamamiento permanente. Tras su muerte, el cuerpo del Papa fue vestido con las vestimentas papales tradicionales y trasladado a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá expuesto hasta la noche del viernes. En línea con su deseo de simplicidad, el rito se ha simplificado: no se utiliza el catafalco papal tradicional, y el féretro es un modelo austero de madera y zinc. La elección de la tanatopraxia refleja el perfil humilde que marcó el pontificado de Francisco. Esta decisión contrasta con casos históricos, como el de Juan XXIII, cuyo cuerpo, embalsamado, fue hallado casi incorrupto 40 años después de su muerte. Sin embargo, la historia también recuerda el fallido intento de conservar el cuerpo de Pío XII con un método experimental que aceleró la descomposición, generando gases y un olor insoportable, e incluso causando la explosión de su tórax por la presión acumulada. Este episodio influyó en las decisiones de varios pontífices posteriores, incluido Francisco, de optar por métodos más simples y respetuosos con el proceso natural. El velatorio de Francisco en la Basílica de San Pedro, despojado de ornamentos excesivos, es un reflejo de su legado de sobriedad y cercanía con los fieles, quienes podrán despedirlo hasta el viernes antes de su funeral. Relacionada:
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