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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 24/04/2025 09:20
“Se ha encontrado la causa probable del SIDA: una variante de un conocido virus canceroso”, dijo ante la prensa Margaret Heckler, secretaria de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, junto al destacado virólogo Robert Gallo, que desempeñó un papel fundamental en la identificación del causante del virus. Era el 23 de abril de 1984. Ese día y de esa manera, se oficializó el descubrimiento de la causa probable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA): un retrovirus denominado HTLV-III, que más tarde sería reconocido como VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). Este anuncio, que representó un avance monumental en la comprensión de la enfermedad, también estuvo marcado por una disputa científica entre los Estados Unidos y Francia, que se prolongó por años. Luc Montagnier, Jean-Claude Chermann y Françoise Barre-Sinoussi, los investigadores franceses (AFP) Heckler destacó que, además de haber identificado el agente, se había desarrollado un proceso para producir el virus en grandes cantidades, lo que permitiría la creación de una prueba sanguínea para detectar la infección con alta precisión. También expresó su optimismo al afirmar que, con base en estos avances, se podría desarrollar una vacuna contra el SIDA en un plazo de “aproximadamente dos años”. Hasta el momento, esa es la deuda pendiente. La conferencia de prensa que abrió un hilo de esperanza El anuncio al que hacemos referencia fue recibido con mezcla de esperanza y escepticismo en el plano político y científico: en los Estados Unidos se celebraba el avance mientras que en Francia el equipo de Luc Montagnier respondió que el virus identificado por Gallo era, en realidad, el mismo que habían descubierto en su laboratorio, y que el HTLV-III y el LAV eran la misma entidad. Y era cierto: los dos equipos coincidieron en que se trataba del mismo virus y comenzó la disputa sobre la paternidad del hallazgo, que se prolongó durante años. A pesar de la prudencia de los franceses, este hallazgo fue uno de los primeros pasos en la identificación del virus. “Durante años sabíamos que teníamos el virus correcto, pero nadie nos creía y nuestras publicaciones fueron rechazadas”, recordó Montaigner, virólogo francés que murió a los 89 años. Ganó el Premio Nobel en 2008 por este descubrimiento. Del otro lado del océano, en los Estados Unidos, el virólogo Robert Gallo y su equipo del Instituto Nacional del Cáncer también trabajaban en dar con la pista de un retrovirus como posible causante del SIDA, recordó Infobae. Gallo, conocido por sus investigaciones sobre virus relacionados con el cáncer, presentó en 1984 su descubrimiento del HTLV-III, un retrovirus que según él causaba el SIDA. En 1987, esa disputa se resolvió con un acuerdo internacional y ambos equipos fueron reconocidos como codescubridores del virus del SIDA. Ese descubrimiento del VIH fue el primer paso crucial en la lucha contra el SIDA, aunque el camino por recorrer era largo y complejo. Identificarlo significó comenzar con el desarrollo de pruebas de diagnóstico, que lograron hacer una diferencia fundamental en cómo se manejaba la enfermedad. Margaret Heckler, secretaria de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, junto al virólogo Robert Gallo en la conferencia de prensa del 23 de abril de 1984. Hasta el día de hoy, la lucha contra el VIH/SIDA no terminó. Pese a los tratamientos, el acceso a la atención médica sigue siendo desigual, especialmente en países en desarrollo. Además, la estigmatización y la discriminación continúan siendo barreras significativas para el control de la epidemia. Tampoco se logró descubrir una vacuna efectiva contra el SIDA. A pesar de los avances significativos en la investigación, el desarrollo de una vacuna para prevenir el VIH sigue siendo uno de los mayores desafíos en la medicina.
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