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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/04/2025 06:33
Los neurocientíficos utilizan la música como herramienta para regular las emociones y mejorar el bienestar (Imagen Ilustrativa Infobae) La música es una de las formas de arte más universales de la humanidad, pero su impacto va mucho más allá del entretenimiento. Un creciente cuerpo de investigaciones científicas demuestra que los sonidos, las melodías y los ritmos influyen significativamente en el estado de ánimo y también pueden ser utilizados como herramientas efectivas para mejorar el rendimiento cognitivo, regular las emociones y estimular la creatividad. Hoy, con la ayuda de neurocientíficos, psicólogos y plataformas digitales, su poder está más disponible que nunca, tal y como aborda Jessica Stillman en su columna de Inc.com. La música como “máquina reguladora de emociones” El neurocientífico Ethan Kross, entrevistado por The New York Times, reveló que usa la radio de su coche como una “máquina de regulación emocional”. Esta práctica —aparentemente simple— consiste en ajustar la selección musical para influir en su estado mental antes de enfrentarse al día. No se trata de un acto arbitrario, sino de una estrategia con base en evidencia científica. Un ejemplo clave es el estudio dirigido por el neurocientífico y autor Daniel Levitin, quien analizó el comportamiento de 30.000 personas en relación con el uso de la música. Su investigación publicada en el libro “Así es tu cerebro con la música: La ciencia de una obsesión humana” reveló que escuchar música en casa incrementó la felicidad en un 11% y redujo la irritabilidad en un 24%. Estos efectos, afirma Levitin, son comparables en impacto a intervenciones médicas tradicionales como la psicoterapia, los tratamientos farmacológicos o luso procedimientos quirúrgicos. En palabras del experto, la música puede y debe ser vista como una forma de medicina no invasiva y basada en evidencia científica. Escuchar canciones adecuadas puede aumentar la concentración y estimular la creatividad (Imagen Ilustrativa Infobae) Productividad con ritmo propio: el sonido adecuado para rendir mejor En entornos laborales, la influencia de la música también es notoria. Estudios recientes han demostrado que el tipo de música que se reproduce en el lugar de trabajo tiene un efecto directo sobre el rendimiento y el bienestar mental de los empleados. En particular, cuando la música no se adapta a las preferencias personales, puede causar distracción, fatiga mental y un rendimiento deficiente. La investigadora Kathleen Keeler, citada en el artículo de INC., subraya que es un error común entre los directivos suponer que la música de fondo es neutral o inofensiva. En realidad, impone una carga emocional que puede actuar tanto como impulsora como obstáculo. Por eso, lo más eficaz —como apunta el periodista Jory Mackay en Quartz— es permitir que cada persona escuche la música que le resulta más placentera. Esto es especialmente válido para tareas repetitivas o monótonas, donde escuchar música favorita contribuye a terminarlas más rápidamente. Plataformas como Spotify han respondido a esta necesidad curando listas de reproducción específicas con los temas más comunes entre quienes buscan aumentar su productividad. Investigaciones científicas destacan beneficios terapéuticos comparables a tratamientos convencionales (Imagen Ilustrativa Infobae) Cuando el desafío no es producir más, sino crear mejor, la música también puede marcar la diferencia. La psicóloga Emma Gray, en colaboración con Spotify, descubrió que ciertos ritmos tienen la capacidad de inducir un estado cerebral alfa, ideal para procesos creativos. En concreto, los tempos entre 50 y 80 pulsaciones por minuto ayudan a que la mente entre en un estado de alerta tranquila, favoreciendo la concentración y estimulando la imaginación. Entre las canciones en este rango se encuentran desde clásicos del pop como Firework de Katy Perry hasta temas más introspectivos como Gangsta’s Paradise de Coolio. Hay listas disponibles en distintos géneros —clásico, pop, indie— que se ajustan a diversos gustos, todas pensadas para activar la creatividad. Firework de Katy Perry Melodías para sonreír: cómo la música mejora el estado de ánimo La idea de que la música puede hacernos sentir mejor no es nueva, pero ahora cuenta con un respaldo científico sólido. Una revisión sistemática y metaanálisis, citada por Harvard Health, demuestra que las intervenciones musicales —escuchar música, cantar, participar en sesiones de musicoterapia— generan mejoras significativas en la salud mental. El neurólogo holandés Jacob Jolij fue más allá: recopiló las canciones que el público consideraba más alegres y las analizó para identificar patrones comunes. Las canciones que se destacaron por su efecto positivo comparten varias características: son rápidas (entre 140 y 150 BPM), están compuestas en tono mayor y tratan sobre temas felices o absurdos. A partir de estos datos, Jolij creó una lista con “las canciones más alegres de la historia”, ideal para quienes buscan un estímulo emocional concreto o simplemente desean empezar el día con el pie derecho. En ella destacan: Don’t stop me now de Queen Dancing queen de ABBA Good Vibrations de The Beach Boys Uptown Girl de Billie Joel Eye of the Tiger de Survivor I’m a Believer de The Monkees Girls Just Wanna Have Fun de Cyndi Lauper Livin’ on a Prayer de Jon Bon Jovi I Will Survive de Gloria Gaynor Walking on Sunshine de Katrina & The Waves Queen - Don't Stop Me Now Música y cerebro: ¿es posible volverse más inteligente con una buena playlist? Una de las preguntas más frecuentes es si la música puede mejorar nuestras capacidades intelectuales. La respuesta, como suele ocurrir en ciencia, es: depende. Para estudiar o aprender contenido complejo, lo más recomendable es el silencio. Según un estudio citado por The Guardian, los estudiantes que repasaban en entornos sin música lograban un rendimiento un 60% mejor que aquellos que escuchaban canciones con letra. Esto se debe a que el lenguaje musical compite con el verbal, interfiriendo en el procesamiento de información. Sin embargo, en otros contextos, la música puede estimular la mente. Los musicoterapeutas han creado listas para estimular la memoria —usando canciones antiguas que evocan recuerdos— o para fomentar nuevas conexiones neuronales. En estos casos, se recomienda optar por música instrumental o melodías sin letra que puedan acompañar de forma sutil el trabajo cognitivo. Abba - Dancing Queen Más allá del género o del volumen, lo que importa es la intención detrás de la elección musical. Escoger con cuidado una lista de reproducción puede ser tan importante como tomar una decisión clave en el trabajo. La ciencia lo dice con claridad: lo que escuchamos afecta directamente cómo nos sentimos y cómo nos desempeñamos. La música, al igual que otras herramientas terapéuticas, puede convertirse en un recurso cotidiano de autocuidado. Su uso consciente, respaldado por datos y preferencias individuales, transforma una canción cualquiera en un catalizador de cambio. Ya sea para motivarse, concentrarse, calmarse o elevar el ánimo, la melodía correcta puede ser la clave del bienestar personal y profesional.
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