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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/04/2025 16:44
En 2023, apenas el 1,5% de los camiones registrados en la Unión Europea eran eléctricos, lo que refleja los grandes desafíos que enfrenta el sector (Foto: Shutterstock) Las principales asociaciones de la industria automotriz y eléctrica europea lanzaron un llamado conjunto a acelerar las condiciones necesarias para una transición efectiva hacia el transporte pesado sin emisiones. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y Eurelectric, la organización que representa a los generadores eléctricos del continente, la Unión Europea necesita un impulso decisivo para alcanzar entre 300.000 y 400.000 camiones de cero emisiones para 2030. Actualmente, esa meta parece lejana: en 2023, apenas el 1,5 % de los camiones registrados en la UE eran eléctricos. Aunque los autobuses eléctricos han tenido una adopción mayor —con una participación del 14 % en el mercado—, el segmento de transporte pesado todavía presenta grandes desafíos. En un comunicado conjunto difundido desde Bruselas, ambas entidades señalaron que se requiere un crecimiento “sustancial” en el número de vehículos pesados eléctricos, acompañado por una transformación profunda en la infraestructura energética. Redes eléctricas al límite Uno de los puntos críticos destacados por ACEA y Eurelectric es la necesidad urgente de adaptar las redes de distribución eléctrica. A diferencia de los coches o furgonetas, los camiones pesados demandan una potencia significativamente mayor, lo que puede convertir a la red en un cuello de botella si no se adapta a tiempo. “Debemos garantizar que nuestras redes actúen como facilitadoras y no como una barrera para el despliegue de infraestructura de recarga”, advierten ambas organizaciones. Por eso, proponen acelerar las inversiones anticipadas y flexibilizar los procedimientos de autorización, de modo que los operadores de redes puedan responder a la demanda proyectada. Además, recomiendan avanzar en la recarga inteligente, ajustada a los horarios de los conductores, y contar con un suministro energético disponible tanto en tiempo como en lugar, para facilitar la operación logística de larga distancia. La transición hacia un transporte libre de emisiones representa un reto técnico, económico y regulatorio, pero también una oportunidad estratégica para que Europa refuerce su liderazgo en movilidad sostenible (Foto: Shutterstock) Incentivos, planificación y reglas claras Para lograr una transición efectiva, las patronales proponen elaborar mapas armonizados que indiquen la capacidad de las redes, con el objetivo de guiar tanto a compradores de camiones como a quienes instalan infraestructura. También subrayan la importancia de contar con un marco de remuneración justo para los operadores de red, que permita atraer inversión privada sin que los distribuidores asuman riesgos excesivos frente a una demanda aún incierta. “Los parámetros de costes actuales están obsoletos”, subraya el documento conjunto, en el que se enmarcan recomendaciones específicas hacia la próxima Iniciativa Europea de Corredores de Transporte Limpio, que la Comisión Europea planea presentar este año. Tensión en las cadenas de suministro Otro obstáculo señalado es la escasez y los cuellos de botella en la cadena de suministro de materiales esenciales, como transformadores, cobre, aluminio, acero eléctrico y cables. Para enfrentarlo, proponen establecer criterios de prioridad que permitan gestionar de manera más eficiente las solicitudes de conexión a la red y garanticen la disponibilidad de insumos críticos. Las organizaciones coinciden en que, sin una estrategia coordinada que contemple todos estos frentes —desde la infraestructura energética hasta la logística de insumos—, el objetivo europeo de descarbonizar el transporte pesado será muy difícil de cumplir. La transición hacia un transporte libre de emisiones representa un reto técnico, económico y regulatorio, pero también una oportunidad estratégica para que Europa refuerce su liderazgo en movilidad sostenible. El cumplimiento de esta meta no solo implica modernizar el parque automotor, sino también rediseñar el modelo energético y logístico que lo sostiene.
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