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  • El Talmud y el presente: una lección inesperada sobre Trump, China y los aranceles

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/04/2025 04:50

    El Talmud y cómo resolver disputas comerciales. La escalada arancelaria entre Estados Unidos y China, y sus posteriores réplicas en forma de restricciones tecnológicas, represalias diplomáticas y barreras comerciales cruzadas generó un debate clásico del derecho económico internacional: ¿hasta qué punto puede un Estado limitar la libre circulación de bienes y servicios para proteger su economía nacional? Si bien la discusión moderna se nutre de criterios de eficiencia, seguridad nacional y geopolítica, es interesante explorar cómo fuentes legales más antiguas, como el Talmud, abordan este problema desde una perspectiva ética y legal. En su sección Bava Batra 21b, el Talmud aborda un caso paradigmático de competencia económica: un comerciante nuevo desea instalar su puesto en una zona donde ya opera un comerciante establecido. Surge entonces la pregunta: ¿puede el primer comerciante impedir la instalación del segundo argumentando que le causará perjuicio económico? Trump y Xi Jinping, dos países en pugna. (REUTERS/Kevin Lamarque/File Photo/File Photo) Dos sabios discuten desde posiciones opuestas: Rav Huna sostiene que el primer comerciante puede oponerse, ya que el nuevo competidor le provocaría una pérdida directa de ingresos. En este marco, la competencia es vista como un daño injusto, y por lo tanto se admite la posibilidad de restringirla. Rav Yosef, por el contrario, defiende el derecho del nuevo comerciante a instalarse. Su argumento central es que “cada persona tiene derecho a ganarse la vida”. Desde esta perspectiva, la libertad de comercio prevalece, y el sistema económico debe permitir la coexistencia de múltiples comerciantes, incluso si ello implica una competencia directa. Más adelante, la jurisprudencia rabínica desarrolla criterios más sutiles (poniendo foco en “los grises”) y considerando factores más específicos como por ejemplo si el nuevo comerciante es residente local o extranjero (si paga o no impuestos en el lugar donde desea instalarse), si ofrece precios injustamente bajos intencionalmente, o si se beneficia de ventajas estructurales indebidas. En este sentido, la halajá (la ley) evolucionó hacia un equilibrio delicado entre protección del sustento y apertura a la competencia, siempre con un énfasis en la justicia distributiva y en evitar abusos. El Talmud, discusiones para vivir con conceptos éticos. Este debate talmúdico permite hacer una analogía con las críticas formuladas por Estados Unidos hacia ciertas prácticas comerciales chinas —subsidios estatales, dumping, violación de la propiedad intelectual— que, desde la perspectiva estadounidense, vulneran las condiciones de equidad en el comercio internacional. A la luz del Talmud, estas prácticas podrían considerarse como una forma moderna de hasagat gevul, concepto que en su origen aludía a la transgresión de límites territoriales, pero que fue expandido en la literatura rabínica para incluir el daño económico derivado de una competencia injusta. En esta línea de pensamiento, las restricciones impuestas por Estados Unidos no se presentan necesariamente como actos de proteccionismo económico en el sentido peyorativo del término, sino como medidas compensatorias destinadas a restaurar condiciones justas de intercambio. El Talmud admite restricciones a la competencia cuando existe evidencia de perjuicio estructural al sistema económico local, y reconoce que el comercio debe desarrollarse dentro de un marco de equidad y reciprocidad. No obstante, la tradición talmúdica no promueve una política de cierre absoluto ni justifica la exclusión sistemática de competidores externos. La competencia, como mecanismo de mejora en la calidad, innovación y accesibilidad de productos, es valorada positivamente. Por ello, las limitaciones a la competencia sólo son válidas si responden a una lógica de protección frente a amenazas concretas y no a un aislamiento injustificado. Containers de China en California. ¿El fin de una época? (REUTERS/Carlos Barria) Como pueden ver, el Talmud no ofrece respuestas dogmáticas del tipo “sí o no”; “se puede, no se puede”; “está permitido, está prohibido”. Pero lo que definitivamente sí hace es compartirnos una discusión teórica entre dos sabios que nos ofrece herramientas críticas para comprender cuáles son los valores en juego (en tensión) en este desafío actual, y la forma de intentar balancearlos. Esto es, y no me canso de repetirlo, lo espectacular del Talmud. Una lectura talmúdica del conflicto comercial entre Estados Unidos y China permite reinterpretar los debates actuales sobre libre comercio, soberanía económica y justicia distributiva. El Talmud no ofrece modelos económicos cerrados, pero sí provee criterios normativos para entender la discusión: equidad en el acceso al sustento, regulación del poder económico, protección frente a prácticas abusivas y búsqueda del equilibrio entre desarrollo local y apertura internacional. Desde esta perspectiva, los instrumentos de política comercial como los aranceles no deberían analizarse únicamente desde la eficiencia económica, sino también desde una ética de la responsabilidad y la justicia internacional entre los Estados. Les hago una pregunta: ¿en algún medio de comunicación han visto la profundidad del análisis que el Talmud nos invita a hacer? Además de gritos de enojo y agresiones hacia Donald Trump, acusándolo de “loco”, y de críticas al presidente chino tildándolo de tener un plan maquiavélico para conquistar el mundo… ¿en algún lado han escuchado los valores (de alcance planetario) que están en tensión en esta discusión? Un libro de 2000 años nos ofrece herramientas de pensamiento crítico para comprender en toda su profundidad el debate actual sobre tarifas; de una forma que nadie lo ha hecho. Ma-ra-vi-llo-so.

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