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» Politicargentina
Fecha: 22/04/2025 16:38
Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, habló desde la Catedral Metropolitana mientras continúa la conmoción mundial por el fallecimiento del papa Francisco. “El mejor homenaje que le podemos hacer al santo padre es estar todos unidos”, sostuvo, y destacó que “era padre de todos sus hijos, pero, como cualquier papá, presta atención a los hijos más frágiles, más débiles, a los que están enfermos”.“Hoy la Catedral permanecerá abierta como todos estos días, la primera misa la celebró uno de los obispos auxiliares, monseñor Pedro Cannavó, a las 8:30 y a las 16 vamos a hacer una celebración interreligiosa, que no es una misa, con referentes de otros credos. Para el papa Francisco siempre fue un tema muy sensible el tema del diálogo interreligioso y después yo presido la eucaristía de las 17:30 aquí en la Catedral”, anticipó, en diálogo con los medios.Por otra parte, informó que “la misa oficial será el sábado por la mañana, acompañando el rito de exequias final que se hará en Roma”. Consultado sobre si se trasladaría a Roma para despedirlo, el arzobispo repasó que “alguna vez había hablado con él de este tema y él me decía que no teníamos que viajar, que teníamos que ahorrar”. “Cuando lo eligieron no quería que viajáramos tampoco. Por otro lado, me parece que como arzobispo de Buenos Aires, pensando qué haría él en mi lugar, él se quedaría a acompañar a la gente, rezar acá con el pueblo de Buenos Aires en esta catedral que ha sido tan importante para él”, subrayó.Según explicó García Cuerva, “la celebración interreligiosa es una de oración, en la que vamos a rezar por el eterno descanso del papa Francisco junto con el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Colombo, y con referentes de los distintos credos, de las iglesias evangélicas, algunos rabinos, las iglesias islámicas así que seremos varios”. “Él siempre decía 'los que tengan fe, recen por mí; los que no, al menos tírenme buena onda'", expresó.“Por un lado, despedimos a nuestro padre, el padre de todos. Era padre de todos sus hijos, pero, como cualquier papá, presta atención a los hijos más frágiles, más débiles, a los que están enfermos, por eso el Papa siempre nos insistió con la opción por los más pobres y por acompañar a las periferias existenciales”, resaltó.“Por otro, el padre de la misericordia, que nos enseña a tratarnos bien entre nosotros, cosa que a veces a los argentinos nos falta; el padre de la alegría que insistió siempre en que el Evangelio se transmite con alegría, avisándole a nuestra cara que Dios está vivo; y también el padre de la humanidad, porque cuando uno toma conciencia de que Francisco ha sido un líder mundial y no solamente un referente religioso argentino, vemos lo que significó en la historia de la humanidad”, añadió.“El mejor homenaje que le podemos hacer al santo padre es estar todos unidos, él siempre insistió con la fraternidad universal. Ayer leí un texto de la encíclica Fratelli tutti, en el número 8 dice 'todos distintos, pero todos hermanos', y otro texto de la Laudato si, 229, que hablaba de la necesidad de ser buenos y honestos y acompañarnos unos a otros. El mejor homenaje es optar por la unidad, que no significa pensar lo mismo, pero sí respetarnos y descubrir que somos hermanos, aunque seamos distintos”, planteó el arzobispo.“Yo me siento, como todo el pueblo argentino, un poco huérfano, es tristísimo. El vínculo que yo tenía con el Papa fue creciendo con el paso de los años, yo no lo conocía cuando él estaba aquí en Buenos Aires, nos conocimos después. Me parece que tengo una responsabilidad eclesial que es acompañar al pueblo de Buenos Aires que quiere estar con nosotros celebrando la vida del Papa, llorando su partida y confiándolo a la misericordia de Dios en este tiempo pascual”, concluyó.
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