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Federal » El Federaense
Fecha: 22/04/2025 15:02
El presidente argentino, Javier Milei, se alista para su viaje a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, en un momento marcado por la controversia y la ausencia gubernamental en los homenajes locales. A pesar de que la Catedral Metropolitana se encuentra a pocos pasos de su despacho en la Casa Rosada, Milei optó por permanecer en la Quinta de Olivos durante la misa que ofició el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en honor al fallecimiento del Santo Padre. La ceremonia, que comenzó a las 8:30 de la mañana de este lunes, tuvo una notable carencia de presencia del Poder Ejecutivo, ya que no se observó a ningún miembro del gabinete en aras de representar al Gobierno. La única figura oficial presente fue Claudio Avruj, presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, quien se unió a la despedida del Papa en Buenos Aires, dada su proximidad a la catedral. La Reacción de la Vicepresidenta En contraposición, la vicepresidenta Victoria Villarruel, sí asistió a la misa alternativa celebrada por García Cuerva en la Iglesia San José de Flores por la tarde. Al ingresar, expresó su deseo de acompañar a los católicos y a los argentinos en el duelo que genera la pérdida del papa. Sin embargo, su salida no fue fácil; se retiró entre abucheos y gritos de desaprobación por parte de la multitud. Muchos le recordaron en sus cánticos la cercanía del gobierno con violaciones a los derechos humanos, creando un contraste evidente con la solemnidad del evento religioso. Un Último Adiós a Francisco La misa en la Iglesia de Flores no solo fue significativa por ser un tributo al papa, sino porque también es un lugar especial para muchos, dado que allí Jorge Bergoglio tuvo su revelación religiosa y celebraba misas en Seman Santa. Esta conexión emocional atrajo a miles de asistentes, quienes compartieron su dolor y respeto por el legado del Papa. Las tensiones políticas también se vieron reflejadas en este evento, donde la comunidad católica tuvo una oportunidad de manifestar su descontento hacia parte de la política actual.
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