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» tn24
Fecha: 22/04/2025 13:35
Tras el fallecimiento del papa Francisco este lunes, se activaron los milenarios rituales que marca la tradición de la Iglesia Católica para la transición entre pontificados. Este proceso, que ha sido reformado en algunos aspectos por el propio Francisco, avanza con los primeros pasos hacia la elección de su sucesor. Ritos milenarios con una impronta personal Francisco había introducido cambios significativos en los ritos funerarios papales, buscando simplificar ceremonias y resaltar su deseo de ser recordado como un pastor humilde, más que como un líder de poder. Entre las principales modificaciones se destaca su decisión de no ser enterrado en el Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, donde se encuentra el icono mariano de la Salus Populi Romani, de gran devoción personal. El cuerpo del pontífice fue examinado por el jefe del servicio de salud del Vaticano, quien certificó su muerte y redactó el informe correspondiente. Luego, el camarlengo, cardenal Kevin Farrell, realizó la declaración formal de fallecimiento, que marca oficialmente el inicio del período conocido como Sede Vacante. Tres etapas clave tras la muerte papal El proceso funerario comprende tres momentos centrales: el cierre simbólico de la residencia papal, la exposición del cuerpo en la Basílica de San Pedro y, finalmente, el entierro. A diferencia de sus predecesores, Francisco residía en la casa Santa Marta, donde también se llevó a cabo la ceremonia inicial de confirmación de su fallecimiento. Una vez vestido con ornamentos litúrgicos rojos, mitra y palio, su cuerpo fue trasladado a la basílica vaticana. Allí, sin el tradicional féretro elevado, el ataúd de madera con interior de zinc fue colocado al nivel del suelo, acompañado por el cirio pascual. El camarlengo presidirá el sellado del ataúd, donde también se colocarán monedas de su pontificado y un documento con el resumen de su vida pastoral, conocido como rogito. Entierro y futuro cónclave El funeral será presidido por el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, o su vicedecano, el argentino Leonardo Sandri. Luego, el cuerpo será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, conforme al deseo expreso de Francisco. Concluido el entierro, se inicia el período de novemdiales, los nueve días de luto oficial, tras los cuales comenzará el cónclave para elegir al nuevo pontífice, en un momento histórico en el que la Iglesia Católica se prepara para una nueva etapa.
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