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Federal » El Federaense
Fecha: 22/04/2025 10:36
La relación entre el Papa Francisco y Donald Trump siempre se caracterizó por profundas discrepancias en sus enfoques y visiones del mundo. Mientras que el papa optó por la sencillez y rechazó el lujo del palacio apostólico, viviendo con humildad en una casa de huéspedes en el Vaticano, el presidente diseñado su propio nombre como una marca, adornando desde grandes edificios hasta la Oficina Oval con un resplandor dorado. Sus diferencias no solo eran de estilo, sino que se extendían a temas cruciales como la guerra, la pobreza y el cambio climático. Ambos líderes se alzaron en un periodo de turbulencias políticas, aprovechando su carisma para tratar de transformar sus respectivas instituciones: la iglesia católica y la política estadounidense. Sin embargo, cada uno tenía una visión distinta del futuro, manifestándose en un choque de ideas que se convirtió en evidente desde su primer encuentro en 2017. Un Encuentro Cargado de Tensión Cuando Trump y el Papa Francisco se reunieron, sus posturas sobre la inmigración ya habían establecido un claro abismo entre ellos. Trump había construido su campaña alrededor de promesas de detener la inmigración ilegal, atribuyendo problemas sociales y económicos a los inmigrantes indocumentados. Francisco, por el contrario, abogaba por una atención compasiva hacia los migrantes, argumentando que la postura del presidente violaba la dignidad humana. Primer viaje papal: En 2013, el papa visitó Lampedusa para llamar la atención sobre la crisis migratoria. En 2013, el papa visitó Lampedusa para llamar la atención sobre la crisis migratoria. Comentarios sobre el muro: Francisco criticó la promesa de Trump de construir un muro en la frontera con México, sugiriendo que no actuaba como un verdadero cristiano. Francisco criticó la promesa de Trump de construir un muro en la frontera con México, sugiriendo que no actuaba como un verdadero cristiano. Reacción de Trump: El presidente descalificó los comentarios del papa, sugiriendo que Francisco solo desearía que él hubiera sido presidente en caso de un ataque al Vaticano. El legado de un choque de ideologías A medida que pasaron los años, su relación fue siendo cada vez más tensa. El papa continuó condenando las políticas de inmigración de Trump, llegando a calificar como inmorales algunas de ellas. En 2019, advirtió que quienes cierran sus fronteras se condenan a ser prisioneros de sus propios muros. Mientras tanto, Trump mantuvo una postura distante, considerando al Papa como un adversario en su agenda política. La llegada de Joe Biden a la presidencia, el segundo presidente católico de EE.UU., trajo una nueva dinámica al diálogo entre la iglesia y los líderes políticos. El papa Francisco mostró una mayor afinidad con Biden y su visión humanitaria. Un Epílogo Revelador Por su parte, Trump, tras el fallecimiento del papa, emitió un laudo breve y escueto en sus redes sociales, enviado solo un saludo que quedó a años luz de la conmovedora despedida de otros líderes mundiales. Ante la prensa, compartió su aprecio por la humanidad del pontífice, diciendo que “le encantaba el mundo” y que se preocupaba por “las personas que lo estaban pasando mal”. Sin embargo, no tardó en volver a criticar a los migrantes en el mismo discurso. A lo largo de su papado, Francisco nunca dejó de abogar por la humanidad y la dignidad de los migrantes, un hilo conductor que estuvo presente hasta los últimos momentos de su vida. Durante su mensaje final, lamentó el desprecio hacia los vulnerables y criticó la creciente hostilidad hacia los migrantes.
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