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  • Francisco nos enseñó que “la cruz sigue siendo un escándalo”

    Gualeguaychu » El Argentino

    Fecha: 21/04/2025 20:49

    Ante la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, tan sólo horas después de celebrar la Pascua, la periodista y abogada, Agustina Hildt compartió un emotivo testimonio sobre su experiencia cercana con el pontífice y su legado dentro y fuera de la Iglesia Católica. Lunes, 21 de Abril de 2025, 18:58 Por Mónica Farabello “Fue imposible no mirar hacia atrás”, expresó Agustina Hildt al recordar al Papa Francisco. El trabajo como comunicadora y mujer de fe, comenzó en la Comisión de Justicia y Paz, para hacer frente a las consecuencias sociales de la crisis. “Se necesitaba hacerse presente de manera rápida y activa para la gente”, explicó. Desde su labora en la Iglesia, la comunicadora y abogada de la ciudad, expresó a EL ARGENTINO que Jorge Bergoglio “era un distinto. Estaba siempre muy cercano, sobre todo a los jóvenes. Daba la oportunidad de hablar con él, de aconsejar, de escuchar”, recordó. Durante su relato, destacó la sencillez y cercanía de Bergoglio, incluso en tiempos donde no había WhatsApp ni redes sociales. “Valoraba mucho el contacto”, dijo, evocando momentos compartidos en la calle más que en los pasillos de la institución. Jornadas de la Juventud. Brasil 2013 Uno de los recuerdos más significativos que compartió fue su participación en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, en 2013. “Mi vocación periodística se había consolidado en la conferencia episcopal, y entonces en ese momento él me dice: ‘Confía, confía, confía, y cuando después lo vuelvo a ver, me pregunta ¿Vas a ir, estás organizando? Y agrega, ‘mirá que la mirada está puesta en otro lugar”, recordó Agustina y agregó: “Yo registro que esa frase la tomo como un lema porque fue indirectamente sugerida por él. La mirada está puesta en otro lugar, porque periodísticamente todos iban a estar observando una situación, y en realidad, lo que había terminado de descubrir con él, es que también estaba en el peregrino, en los jóvenes. Claramente la mirada iba a estar puesta sobre él, y él a su vez estaba pidiendo que la mirada estuviera sobre nosotros”. Sobre ese evento histórico, narró: “Me quedé con los jóvenes y los peregrinos durante toda la noche con lluvia y mucho frío. Me tocó estar cerca del pasillo, lo vi, lo pude sentir a él”. En aquel mensaje dirigido a la juventud, Francisco llamó a “salir afuera”, a “hacer lío” y a evitar que la Iglesia se transforme en una ONG. “La Iglesia tenía que estar viva”, recalcó Hildt. “En ese encuentro de jóvenes, me crucé con el Obispo de Gualeguaychú (en ese momento Jorge Lozano) que también estaba en el pasillo. Ahí Francisco nos dio la bendición para Gualeguaychú y para Argentina”, recordó emocionada la periodista. También destacó el mensaje que Francisco dirigía a los adultos mayores, instándolos a no callar: “Ustedes son la voz cultural, son la voz de la memoria del pueblo”. Y recordó con fuerza una de sus ideas centrales: “La cruz sigue siendo un escándalo”, una frase que cobra nueva vigencia en la fecha de su partida, en plena Pascua. Francisco fue un líder profundamente transgresor. “Lo admiro hoy más que nunca. Lograr llegar en estructuras tan marcadas de jerarquías habla de un carisma y de una habilidad como persona muy grande”, aseguró. Entre los cambios impulsados por el pontífice, Hildt destacó el Jubileo de la Misericordia y la apertura a temas sensibles como el perdón a quienes atravesaron un aborto, el acompañamiento a familias ensambladas, y la posibilidad de acceder a la nulidad matrimonial. “Me formo en nulidad matrimonial en la UCA justamente gracias a este llamado del pontífice”, afirmó. Asimismo, valoró su acercamiento a las minorías, incluyendo a la comunidad LGBTQ+, y su firme compromiso con la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia. “Se animó a hablar y a abrir la propia herida para poder sanar”, reconoció. “Nos falta la ternura, la templanza, la prudencia y el compromiso que necesita un líder. Y la humildad de pedir que recen por él”, reflexionó Agustina Hildt, quien se definió como “mega súper honrada” de haber compartido espacios de confianza y trabajo con Francisco. En especial, agradeció que “daba lugar a las mujeres”, algo que vivió de primera mano junto a colegas dentro de las asambleas de la Conferencia Episcopal. Por último, subrayó que el legado de Francisco sigue más vigente que nunca: “Tenemos que volver a escuchar esas palabras, tenemos que hacerlas vivas más que nunca... Si somos todos Iglesia, tenemos que salir al encuentro”. “En lo personal me siento súper honrada de haber podido compartir con él; cuando tuve alguna situación de dificultad él siempre estaba, sin ninguna duda que nos daba lugar, y esto también lo quiero resaltar: daba lugar a las mujeres. Nosotras éramos un grupo de tres mujeres escribientes de las asambleas: principalmente compuesto por Virginia Bonard y la Dra. Lía Zervino: ella es la segunda mujer nombrada por Francisco responsable del decimocuarto sínodo. Él intentó y logró hacer una apertura a las mujeres. Entiendo que debe haber sido una lucha durante estos 12 años súper grande para lograr consensos”. Con la emoción a flor de piel, la comunicadora de Gualeguaychú instó a todos a repasar la palabra de Francisco; abrirle las puertas a todos, olvidar las diferencias y buscar siempre los puentes que unen. Un legado, que será eterno.

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