21/04/2025 21:12
21/04/2025 21:11
21/04/2025 21:11
21/04/2025 21:11
21/04/2025 21:11
21/04/2025 21:11
21/04/2025 21:10
21/04/2025 21:10
21/04/2025 21:10
21/04/2025 21:10
» El Ciudadano
Fecha: 21/04/2025 17:20
Por David Ferrara, foto de Juan José García Copetti ya amagó y sacó el violento disparo con destino inexorable de red, el arquero se revolcó por el piso en el más inútil de los esfuerzos por evitar lo inevitable, el delantero escapó de los saludos incipientes, señaló al banco y corrió a abrazarse con Ibarra, pero uno a uno fueron sumándose todos sus compañeros para compartir la felicidad, el desahogo, la alegría del deber cumplido, el final de la mufa, que liberó con un gesto a lo “manosanta” que instauró el Negro Olmedo, canalla de ley. Fue su domingo de resurrección. Y fue otro partido de un Central serio, que encuentra respuestas a pesar de los cambios, que se aferra en la convicción del que en el Gigante se gana o se gana y que logró algo que pocas veces se da: el hincha va a la cancha no sólo con el deseo de que su equipo va a imponerse, sino con la tranquilidad de la plata bien invertida, de que será una experiencia de disfrute. Por eso los murmullos cada vez duran menos, por eso la última travesura extrafutbolística de Campaz quedó en el olvido al segundo desborde y por eso el que entra responde, hasta el arquero suplente. Hay confianza, una de las mejores cualidades, y la “media inglesa” de empatar afuera y ganar adentro le devolvió la punta. La conjunción de gente y equipo cada vez en mayor, con el empuje sostenido pero ensordecedor en los momentos clave, y con la inteligencia para entender que no hay que buscar problemas donde no los hay. Por eso la alegría de Copetti y sus compañeros también fue de la gente y el gol fue uno de los más festejados de los últimos tiempos a pesar de no tener ningún valor especial. Ahora el desafío será sostener, tratar de no sufrir bajones, porque la ilusión crece y con ella la exigencia. Central está tan bien que asusta a los hinchas acostumbrados a siempre pelear contra las calamidades. A disfrutarlo con los pies sobre la tierra.
Ver noticia original