Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Una mirada desde la alcantarilla. Ojalá

    Parana » Ahora

    Fecha: 21/04/2025 14:12

    * Ojalá tuviese anécdota Ojalá pudiese contar una anécdota con el Papa, en esta época en la que sancionan si se habla con afecto de las pérdidas y se pretende la lejanía de todo, meterse en la carne de la muerte es un gesto desesperado por hacerse más humano. Entendí lo que generaba Maradona el día que murió, antes me parecía desagradable. Después me despegué de mis lugares incómodos, lxs hijxs no reconocidxs y las mujeres dolidas. Entendí el origen abrazado siempre, la villa y la familia, los modos de hablar que no transaban refacciones de clases, un ídolo que convidada a los chicos con su sueño, que recordaba con lágrimas el hambre de la madre y que siempre aún asistiendo al apodo de Dios se mostró falible. El dios más fallado de todos. Cuando asumió Francisco me acuerdo que alguien subió la imagen de un Falcon verde. Más allá de la imbecilidad de todo el armado absurdo, esa gente odiaba a Bergoglio por andar en subte y misionar entre los pobres. Los que hacían el intento de provocación (no los conocía ni Cristo) estaban enriqueciéndose con fondos estatales (hoy están enjuiciados) y sentían los chirlos de las homilías en la Catedral de Buenos Aires del Cardenal Jorge Bergoglio. Y aún así, en el anuncio con el humo blanco la alegría de muchos y la confusión de otros, Bergoglio eligió como nombre Francisco. El nombre del santo que daba lo que tenía a quien se lo pidiera, que trataba bien a los animales y que se acercaba a los pálpitos del pecho, no a la frialdad de las cosas relucientes de novedad. Pienso en lo histórico que será (que es) su papado. En la Iglesia interpelada por un Papa que recibía tanto a presidentes del mundo, líderes y potencias como a jóvenes curiosos, chicxs con identidades sexuales reafirmándose fuera de los estándares hombre-mujer a quienes Francisco escuchaba y con amor los invitaba a quedarse en la fe. Ayer dije: qué bueno que el Papa está vivo en esta Pascua. Hoy me enteré de la muerte. No pensé en curas muchas veces en mi vida. No me siento lejos de esta muerte. Ojalá permanezca su lectura del mundo, con la importancia de la inclusión, con la muestra de severidad ante los casos de abuso sexual dentro de los seminarios e iglesias, con su compromiso por la justicia social, por la revocación (imposible siempre) de los daños pero aún así con la revocación con los fascistas, con los cuervos que revolean sobre la riqueza de los pueblos, con la mirada atenta donde la luz no siempre llega, achicando el ceño, aguzando la mira. Creo que tener a Francisco como un embajador de este codo del mundo en el centro del mundo nos hacía sentir menos ignorados. Creo que me da miedo en lo que pueda volverse ahora la Iglesia, porque aunque vayamos o no a misa, aunque creamos o no religiosamente, su discurso signa épocas y ya demasiado tenemos con la política actual. Persiste (y en esto creo) la atrevida búsqueda por hacer de las puertas no un muro, sino una invitación. Ojalá sepan de qué lado poner el candado. *

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por