21/04/2025 05:46
21/04/2025 05:44
21/04/2025 05:42
21/04/2025 05:41
21/04/2025 05:39
21/04/2025 05:38
21/04/2025 05:36
21/04/2025 05:35
21/04/2025 05:34
21/04/2025 05:34
» Facundoquirogafm
Fecha: 20/04/2025 20:22
El mundo del fútbol argentino está de luto tras la muerte de Hugo Orlando Gatti, el icónico "Loco", a los 80 años. Considerado un adelantado para su época, Gatti falleció tras pasar dos meses internado en el Hospital Pirovano debido a complicaciones derivadas de un accidente doméstico que se agravaron con una neumonía y una insuficiencia renal. Su partida representa una pena enorme e irreparable para quienes aman el fútbol. Gatti fue un gaucho de Carlos Tejedor que llegó al fútbol para cambiar la manera de entender el puesto de arquero. Siguiendo los pasos de Amadeo Carrizo, de quien se consideraba discípulo, y asimilando influencias de otros grandes como Néstor Errea y Lev Yashin, Gatti se caracterizó por su juego audaz fuera del área, su manejo de los espacios y su habilidad para anticipar al rival. Esta visión innovadora lo convirtió en un referente, medio siglo antes de que entrenadores como Guardiola y Klopp promovieran un estilo similar en sus arqueros. A lo largo de una extensa carrera de 25 años, Gatti disputó el récord de 765 partidos en la primera división argentina. Defendió los colores de Atlanta, River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe y, principalmente, Boca Juniors, donde se consagró ídolo al conquistar seis títulos, incluyendo el Metropolitano y Nacional de 1976, el Metropolitano de 1981 junto a Maradona, y las dos primeras Copas Libertadores del club en 1977 y 1978, además de la Intercontinental. Junto a Fillol, ostenta el récord de 26 penales atajados. Más allá de sus habilidades bajo los tres palos, Gatti era un personaje excéntrico y carismático, ganándose el apodo de "Loco" por su espíritu alegre y su concepción del fútbol como un espectáculo. Su vestimenta llamativa en los años 60, sus declaraciones provocadoras y anécdotas como la de salir por el techo de su auto lo convirtieron en un "primer actor de la grieta del arco". Su personalidad desinhibida lo llevó incluso a incursionar en la publicidad. Tras su retiro forzado en 1988, Gatti se radicó en España, donde continuó ligado al fútbol como panelista, manteniendo su estilo polémico y sus fuertes opiniones. Su legado trasciende los títulos y los récords, dejando una huella imborrable como un arquero que se animó a romper moldes y a vivir el fútbol con una pasión contagiosa, dejando sonrisas en cada cancha que pisó.
Ver noticia original