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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/04/2025 02:39
Billy Bond (crédito: Say Calandrino) Pocos artistas tienen su carrera marcada a fuego por apenas dos palabras. Billy Bond es uno de ellos. El 20 de octubre de 1972, en un show de La Pesada del Rock and Roll en el Luna Park, dijo (o dicen que dijo) “Rompan todo”, y se convirtió en leyenda. A los 80 años, este pionero del rock nacional, luce mucho mejor que muchos de sus pares. Declina picar algo en el bar donde transcurre la charla con Teleshow. Sólo pide un agua tónica. “Me cuido: no fumo, no bebo, no me drogo desde hace muchos años. Un día dije si sigo así, me muero”, señala. Bond, cuyo verdadero nombre es Giuliano Canterini y su nacionalidad italiana (llegó desde la Liguria a los seis años a nuestro país), vive entre San Pablo y Río de Janeiro, en Brasil, desde hace más de 50 años. Ahora pasó cinco días por Buenos Aires, donde se presentará el 13 de agosto en el teatro Gran Rex, luego de su vuelta en enero en el mismo escenario, que significó su primer show en Argentina en medio siglo. Su carrera en nuestro país fue breve pero potente como cantante y productor. “La Pesada del Rock and Roll” es su sello. Por allí pasó lo más granado del rock nacional, entre otros Pappo, Charly García y los Manal. Y un día, se tuvo que ir, amenazado. Billy Bond en la noche del "rompan todo" — Cuando dijiste “Rompan todo”, ¿sabías todo lo que iba a venir? — No, nunca sabés lo que va a venir. Nadie es Nostradamus. Pero yo tengo una teoría sobre eso. Si fuera hoy y estuviera en esa situación, diría rompan todo. Pero yo no sé si realmente lo dije. Por un problema de memoria, ¿viste? — ¿No te acordás? — Lo he dicho a través del tiempo porque se dijo que lo dije. El tiempo lo fue consolidando. Después se convirtió en un leitmotiv. Y ya no puedo separarme. Hicieron una película o una serie con ese nombre. A esta altura del campeonato, ¿qué querés que te diga? — ¿Te gustó la serie “Rompan Todo”? — Está muy bien hecha. La realización, la fotografía, la parte de investigación. Lo único que tiene equivocado es el título. Porque ”Rompan todo” quiere interpretar a toda una generación de rock, pero el personaje principal de la película realmente no participó. La película tendría que llamarse “Vida y obra de Santaolalla”. Estaría correcto. No lo critico a Santaolalla. Pero el mito del Rompan Todo es serio y no es mío, es de ustedes. El afiche del recital del Luna Park del 20 de octubre de 1972 — Pero el costo lo pagaste vos. — Sí, me costó a mí. Hoy se ha convertido hasta en una jugada de marketing. Entonces, ¿cómo no le voy a poner Rompan Todo a un recital mío? Me identifica inmediatamente. —¿Y qué sí recordás de esa noche en el Luna? — Es como un sueño. A esta altura del campeonato, recuerdo lo que todos me recuerdan, lo que todo el mundo dice que pasó. Que vos sabes cómo es, la mentira y la imaginación a veces te hace creer que existió. Y no existió. De hecho fue otra cosa. Pero sí me acuerdo muy bien que dos oficiales me agarraron de las pestañas en el escenario y me llevaron. Alguien gritó ‘Se lo están llevando al Bondo’, y los pibes empezaron a romper todo. Y a mí me meten en cana y me llevan al destacamento de la Marina, que eran los jodidos. En Madero había un puente que cruzaba al destacamento, y la Prefectura cuidaba toda esa área. Me metieron en cana y me dijeron sentate aquí, pibe. No me dijeron nada, no me preguntaron nada. Me tuvieron como dos horas en silencio. Y yo pensaba ’ me van a hacer boleta’. Tuve suerte de que 300 monos que salieron del Luna Park vinieron al destacamento. Y me acuerdo como hoy que me sacan, me dicen “Andate, pibe. Yo me decía me van a hacer boleta por atrás. Chau. Y me fui caminando. No me tocaron un pelo. Ni siquiera me insultaron, ni me dijeron sos un pelotudo. Nada. Empecé a caminar por el puente. Como en la película de los espías rusos y americanos de Berlín. Y cuando llegué a la mitad dije Bueno, me salvé. Y ahí empezaron a gritar los pibes. Me salvé. La tapa de la revista Así, de Crónica, sobre la noche del "Rompan Todo": "Hordas de hippies", casi un oxímoron —¿Para vos, quién es la piedra basal del rock nacional? — Para mí es el público. — No un artista. — No, es como un monstruo. No hay una piedra. No es Moris, que tocaba bossa nova. Los gatos salvajes, ¿qué tiene que ver con el rock? Nada. Yo cantaba música comercial. Sandro se revolcaba por el suelo. Javier Martínez tocaba en Los Gastones (N. de la R.: era “El Grupo de Gastón”). Fue un monstruo que fue creciendo solo. Yo no soy el papá del rock and roll. — Muchos ubican a La Balsa como el inicio. — La Balsa fue la primera de las canciones que salió un poco de ese gueto. — Y siempre queda la duda de quién la compuso. — Yo no la tengo. A La Balsa la compuso Tanguito de base y Lito Nebbia le hizo los arreglos y el puente. Por una razón muy simple, Tanguito, a pesar de la mistificación que tienen con él y todo el verso, era muy limitado musicalmente. Sabía dos o tres tonos, y La balsa tiene el arreglo que vendió el disco, acordes de bossanova, porque Lito tenía una influencia terrible de Hugo Fattoruso que, a su vez, estaba loco por los brasileros. Tanguito jamás podría haber hecho ese arreglo y ese puente. Billy Bond y La Pesada: "Era un seleccionado" — ¿Cómo formaste La Pesada...? — La Pesada no fue montada intencionalmente. Se dio. Es un seleccionado, no es River o Boca, no es una banda. A veces me dicen por qué no vuelve La Pesada. ¿Cómo volvería algo que no existe? —Pero sos vos La Pesada. — Yo soy una persona, no La Pesada. Es un fenómeno. Era un seleccionado de gente que se juntaba para tocar. ¿Hoy cómo juntas 50 músicos en el Gran Rex y que se quieran y toquen? ¿Cómo lo juntás a Javier Martínez y Alejandro Medina y Gabis? Se mataban. Pero en La Pesada se adoraban. —Eras el catalizador. — Si, claro. — ¿A quienes le escribiste “Tonto”, una de tus canciones más emblemáticas? — Específicamente es una respuesta a lo del Luna Park. Y también al ambiente musical, porque nos criticaron mucho los que eran supuestamente rockeros también. — ¿Nadie saltó por vos? — Casi nadie, solo Luis Alberto Spinetta, Pappo y los Manal. El resto se pasó al otro bando. Al de los que decían que estaba mal eso. En el Luna dijeron ‘aquí el rock no entra más’. En algunos teatros dijeron ‘van a romper todo acá también’. Siempre hay una reacción. "Tontos" por Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll en 1972, en la película Rock hasta que se ponga el Sol. Con Claudio Gabis, Alejandro Medina, Isa Portugheis y Jorge Pinchevsky — Fuiste productor de muchos discos de grandes bandas y solistas: Sui Generis, Serú Girán, David Lebón, Pappo, La Pesada... ¿Cuál recordás con más cariño? — Te confieso, a todos. Sería injusto decir que me gusta esto y me gusta lo otro. Yo tengo 18 hijos. ¿Qué long play de Pappo? ¿El cuarto, el tercero, el segundo o el primero? ¿Cuál de Luis Alberto Spinetta, Charly García, Sui Generis, Serú Girán, Claudio Gabis. Buenos Aires Blues con La Pesada y Donna Carol? ¿Qué te puedo decir? Son hijos. —Pero también produjiste discos de gente que no está relacionada tanto con la música, como María Leal o Jorgelina Aranda, por ejemplo. — Sí, porque mi oficio es ser productor. No productor de rock. Madonna hizo en Erótica, 20 años después, lo que hicimos con Jorgelina Aranda. Hizo un long play con la misma idea. No digo que me lo afanó, pero yo ya lo había hecho. Como el sampling, fui el primero que lo hizo en el mundo, con Tontos. Diez o veinte años después, creo que Stevie Wonder hizo el segundo. Bily Bond en escena en el Gran Rex (Crédito: Say Calandrino) — Entre otras tantas cosas que hiciste, fuiste uno de los dueños de La Cueva. — Sí. De todas “las cuevas”. Todas fueron mías.Y no es verso. — ¿Una no fue de Sandro? — ¿Qué Sandro? Sandro se sacó una foto en La Cueva. Mister Lear, que era el director artístico de CBS Columbia, su grabadora de él, junto con Radiolandia, me pidieron autorización para hacer una nota. Como Sandro era amigo, les dije hagan la nota que me va a traer público. Marketing. Sandro se lo creyó, yo lo escuché en un reportaje diciendo que él era el dueño de La Cueva. Y nunca pagó una cuenta. ¿Vos te creés que iba a la mañana a limpiar el vómito de la gente de la noche? No, nunca. Amigo personal mío, Roberto. Iba mucho a La Cueva, pero lo de dueño fue marketing. —¿Por qué se hizo mítica La Cueva? Porque no había otros lugares o porque ahí se generaba algo. — Ustedes la hicieron mítica. Si iban cuatro gatos pelados. Éramos veinte tipos ¿qué mítica? Venía la cana cada diez minutos. Se llevaba a todo el mundo. La hicieron mítica porque contaron historias de gente que nunca pasó y nunca estuvo en el lugar. Billy Bond con Charly García — Y después te fuiste a Brasil. ¿Fue por amenazas de la Triple A? — Me fueron. No sé si fue la Triple A, no sé lo que fue. En esa época yo era apolítico. Y Jorge Álvarez, el productor, era amigo de Babsy Torre Nilsson, el director de cine. Todos los domingos jugaban a los burros en Palermo. Babsy era amigo del jefe de seguridad del Departamento de Policía. Y un día, el tipo le dice, ‘mirá, no andés mucho con ese tipo, Jorge Alvarez, porque ese mono está en la lista. Él y un gordito que se llama Billy Bond’. Jorge me lo dijo a mí. Tres días después nos fuimos los dos. Y yo me enganché en Brasil. Empecé a producir a Ney MatoGrosso y chau. — Cuando llegaste a Brasil no había rock. — No. Pero había muy buena música. Brasil es el paraíso. Unas minas impresionantes. Unas playas impresionantes. Un cielo impresionante. 300 millones de habitantes. Plata. ¿Qué querés que haga aquí? Acá ganaba para sobrevivir a duras penas. Nunca gané plata. Nunca. Allá gané mucha. Tengo una compañía teatral con más de diez espectáculos, con más de 300 tipos laburando para mí a los grande, con El fantasma de la Ópera, La Bella y la Bestia, Miss Saigón… — ¿Es cierto que estando allá tuviste que ver con la llegada de Queen a Argentina? — Yo los traje. Contraté a Queen con Beco Rota, negociando con Jim Beach, el abogado que aparece en la película, en Los Angeles. Lo hice en San Pablo. Y aquí lo hizo Capalbo, pero se lo vendimos nosotros. Jim Beach me decía, ¿pero cómo vamos a ir a Argentina si son todos gauchos y en Brasil son todo indios? —Alguna vez contaste que esa idea de traer a Queen te la dió Charly García. Fuiste productor del primer disco de Serú Girán en Brasil, cuando Lebón primero y después Aznar y Moro, se reunieron con Charly allá. —Esa es la historia oficial. A Charly García lo manejaba Óscar López, que tenía en una agencia un montón de grupos. Un amigo que tenía Óscar López, que tenía una empresa de transportes internacionales y David Lebón, se van a Buzios. Supuestamente a componer, a montar una banda. Oscar López decía que Charly se gastó toda la guita que habían llevado en drogas. Charly dice que Oscar López le había afanado toda la guita. David Lebón no dice nada porque estaba en un limbo, como siempre. Le daba lo mismo. Y todo el mundo se vuelve para Argentina. Aparecí acá, me reuní con López. Fuimos a Music Hall, pasó el presidente de la compañía y me dijo ‘Bondo, desde que te fuiste acá no pasó nada. ¿No querés hacer algo? Le dije que sí y me preguntó qué necesitaba. ‘Cien mil dólares’, le dije. Me los dió, fui a ver a Charly y montó Serú, pero acá, no en Buzios. Y con la plata nos fuimos a Brasil. No a Río, donde hay joda. A San Pablo, a laburar al estudio. Llegamos con Charly, su novia Zoca y David, primero. El disco que grabó Billy Bond con los músicos de Serú Girán. Charly García firmó sus temas como "Pretty Stone" — Y grabaron el primero de ellos y además uno donde fueron tu banda: Billy Bond and the Jets. —Fue porque grabaronos 40 temas, yo había gastado un montón de guita en estudio en boludear, en hacer temas al pedo. Y le dije a Charly de hacer otro disco y me dijo que no tenía nada que ver con Serú. Así que le respondí que a mí me cabían esos temas. No le podíamos poner Serú, íbamos en cana. Si te fijás en la autoría de los temas, no firma como Charly, dice Pretty Stone, un nombre ficticio. Y le metí brasileros, para cortar el café con leche. — ¿Por qué tardaste 50 años en volver a tocar en Argentina? ¿Fue por bronca por lo que pasó después del Luna? — No. Porque tenía que cerrar el círculo. No podía dejar una canilla abierta. Pero no tengo rencor. Aunque ninguno de los que me traicionó subió esa vez al escenario. — En el en el Gran Rex de enero dijiste ‘yo la canchereo, pero estoy emocionado’... — ¿Y cómo no voy a estar emocionado con 3500 tipos con esa energía en la platea y 50 en el escenario con la misma energía? Me hicieron un sándwich. Mirá, a mí me hicieron mierda.Lo que me salvó es que tengo mi oficio. Para sacarme de mi oficio tenés que darme con una piedra en la cabeza. No, nada me golpea. Pero lo dije porque lo sentía. — Y ahora no va a pasar tanto tiempo. Por suerte. — Va a ser diferente. Habrá gente que no pudo venir. Uno será Claudio Gabis, que vive en España y no estaba acá. El show de enero de Billy Bond en el Gran Rex: "Fue un ensayo", dice en referencia al próximo de agosto (Crédito: Say Calandrino) — Ante todo sos productor. Cómo ves el panorama de la música argentina, hoy tan globalizada y con éxito en el mundo: hace poco, por ejemplo, Ca7riel y Paco Amoroso se presentaron con Jimmy Fallon… — El mercado cambió, es diferente. La globalización, como lo decís, es el real motivo de poder juntarnos tan fácilmente. Hace 20 o 30 años atrás hubiera sido imposible, porque no se conocerían. Otra cosa: hacen una música que… ellos no tocan rock and roll. — Pero la actitud es bastante rockera. — Sí, porque Trueno y Catriel tienen padres rockeros. Fanáticos míos los dos. Hablaron conmigo por teléfono. Consecuentemente, estos pibes tienen formación de rock, aunque no son rockeros. Fijate que no pasa lo mismo con L-Gante, que es un pelotudo ilustre. — ¿Y al rock nacional cómo lo ves? —Como todo lo que se convierte en un gran clásico. El rock and roll va a quedar en el tiempo como un molde de música. Se va a pasar de moda como el jazz y lo va a escuchar nada más que gente que entiende. Un pibe no entiende lo que es rock and roll, está acostumbrado a otra batida, (hace ritmo con las palmas). No es música, son computadores. No los critico. Digo que ellos tocan otras músicas con otros instrumentos. Son otra generación. Yo soy clásico. ¡Qué me voy a poner a tocar música urbana o mezclar música urbana ahora porque está de moda y hacer “Salgan al sol” en tiempo de bebop o lo que sea moderno!. Yo tengo que cantar “Salgan al sol” como vos lo escuchaste. Si no me matás.
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