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  • Otro superávit atado al ajuste de los jubilados

    Rio Negro » Adn Rio Negro

    Fecha: 19/04/2025 02:07

    (ADN).- La Argentina volvió a mostrar superávit fiscal y un leve crecimiento de ingresos, pero atado al ajuste en áreas sensibles como las jubilaciones, programas sociales y la obra pública. También se registró una licuación salarial, y bajaron los recursos a las Universidades. Hubo aumento en el gasto público para sostener la Asignación Universal por Hijo (AUH) en este año electoral -que además garantiza paz social y evita piquetes-, y crecimiento en la transferencias a provincias, impulsada por el envío a la Ciudad de Buenos Aires. Los datos corresponden al informe del CEPA que indica que en el mes de marzo, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit fiscal de $745.339 millones. Tras el pago de intereses de deuda por $346.430 millones, el resultado financiero también fue positivo por $398.909 millones. Este resultado no incluye los intereses asociados a las LEFI y LECAPS, lo cual representa un ajuste contable significativo. Los ingresos totales del SPN ascendieron a $9,5 billones, lo que implica una caída interanual de 0,7% en términos reales. Por el lado del gasto público, se registraron erogaciones por $8,7 billones, que representa un incremento interanual de 1,9%. Por tercer mes consecutivo, el gasto crece en términos reales, luego de 17 meses de recorte interanual. Sin embargo, el ritmo de incremento se redujo sustancialmente respecto a enero y febrero (13,5% y 19,1% respectivamente). Se empiezan a registrar aumentos reales interanuales del gasto por la muy baja base de comparación que arroja 2024: en marzo de 2024 el gasto se redujo 28,6% interanual. Dada la anomalía que significó dicho mes, optamos por mostrar las variaciones tanto respecto de 2024 como de 2023. El gasto primario se encuentra aún 27,3% por debajo de marzo de 2023. ¿Cómo pudo alcanzarse el superávit con los gastos creciendo en términos interanuales más que los ingresos? Además del piso desde el cual se recuperó el gasto, la explicación radica en el amplio margen de superávit de marzo de 2024. Un dato que permite acercar a esta cuestión es el ratio entre el superávit fiscal y los ingresos: mientras que en marzo 2024, el Sector Público Nacional “ahorró” el 10,2% de los ingresos que percibió, en marzo 2025, dicho ratio se redujo a 7,9%. Los ingresos volvieron a caer Durante marzo, el Sector Público Nacional (SPN) registró ingresos por un total de $9.476.621 millones, lo que representa un leve descenso interanual de 0,7% en términos reales. Los ingresos tributarios crecieron 3%, pero la caída de ingresos no tributarios traccionó el total a la baja. La mayor parte de los impuestos registran crecimientos interanuales, salvo los Impuestos Internos y el Impuesto PAIS (incluido en Resto Tributarios). Las mayores subas las mostraron Ganancias (+31%), Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (+28%), Derechos de importación (+22%) y Bienes Personales (+17%). En contraste, los ingresos provenientes de «Resto tributarios” retrocedieron 64% ya que incluían Impuesto PAIS, que ya no rige. En cuanto a los tributos ligados a la actividad económica, se observan guarismos levemente positivos (IVA +2% y Débitos y Créditos +1%) que convalidan los datos del EMAE del INDEC: tanto en diciembre como en enero, en la comparación intermensual desestacionalizada, la actividad mejoró (+0,8% y +0,6% respectivamente). El gasto crece Durante marzo, los gastos totales del Sector Público Nacional (SPN) ascendieron a $8.731.282 millones, marcando un incremento en términos reales de sólo 1,9% y registrando el tercer mes consecutivo de aumento interanual del gasto. Sin embargo, la magra mejora no alcanza a compensar el derrumbe del gasto producido en marzo de 2024 (-28,6%), uno de los meses de ajuste más feroz del gobierno de Milei. Así, los egresos aún se ubican 27,3% por debajo del nivel de marzo de 2023. «La base de comparación significativamente baja distorsiona el análisis. Por ello, optamos por incluir la comparación tanto con marzo de 2024 como con marzo de 2023. En dicha contrastación, encontramos que los incrementos interanuales, en la mayoría de los casos no compensan las caídas de marzo 2024, por lo cual se ubican aún por debajo de marzo de 2023», explicaron desde el CEPA. Este es el caso, por ejemplo, de la partida de jubilaciones, que si bien aumentó 28% interanual, se destinó 11% menos de recursos que en marzo de 2023, consolidando el ajuste perpetrado sobre este grupo etario. A su vez, cabe recordar que el DNU 274/2024 que modificó la fórmula de movilidad jubilatoria, ató los haberes a la inflación, lo cual garantiza que no pierdan capacidad de compra en el mediano plazo, pero al mismo tiempo, impide cualquier tipo de mejora en el poder adquisitivo. En marzo, puntualmente, los haberes aumentaron 2,2% (inflación de enero) pero la inflación del mes fue de 3,7%. En el caso de quienes perciben la mínima, con el bono congelado en $70.000 desde marzo de 2024, la suma de bono y haber aumentó sólo 1,8%, muy por debajo de la inflación del mes. Lo mismo sucedió en el caso de las pensiones no contributivas: el incremento de 26% interanual no compensó el derrumbe de 2024 y se ubica 24% por debajo de marzo de 2023. Comportamiento similar presentaron las transferencias a provincias, que se incrementaron exponencialmente este mes (+192% interanual) pero exhiben una caída de 29% respecto a marzo 2023. El crecimiento obedece principalmente a las transferencias destinadas a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el marco del cumplimiento de la cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. También ocurrió lo mismo con los gastos de capital, que continúan prácticamente paralizados. El incremento de 43% interanual no compensa la caída de 2024, ubicándose 81% por debajo del nivel de marzo de 2023. Así, de cada $100 que se destinaban a obra pública en el primer trimestre de 2023, hoy se gastan $19. No se observan señales de reactivación de la obra pública, incumpliendo por ahora las obligaciones establecidas por el Congreso Nacional en la Ley de Bases. Como excepciones, se destacan solo dos partidas que crecieron tanto respecto de 2024 como de 2023: las prestaciones de PAMI y la AUH. Por el contrario, cuatro partidas profundizaron el ajuste perpetrado en marzo de 2024: asignaciones familiares, “Otros programas”, Subsidios económicos y gastos de funcionamiento. El rubro “Otros programas” incluye políticas sociales dirigidas a los sectores más vulnerables, como la Tarjeta Alimentar, transferencias a comedores comunitarios y merenderos, el ex programa “Potenciar Trabajo” y el programa Acompañar, entre otros. Algunos programas fueron interrumpidos, otros reducidos (como Acompañar y Becas Progresar), y otros licuados sus montos. En el Potenciar Trabajo, por ejemplo, los montos permanecieron congelados todo 2024 y así continuaron en el primer bimestre de 2025, erosionando su poder adquisitivo. En lo relativo a la Tarjeta Alimentar, su monto se encuentra congelado desde junio 2024 (mientras la inflación del período ascendió a 31,5%). En suma, la partida “Otros programas” cayó en términos reales 41% interanual, ubicándose 49% por debajo de marzo 2023. Por su parte, los subsidios económicos disminuyeron 44% respecto de 2024 y se ubican 55% por debajo de 2023. No obstante, en el desagregado de este rubro, se destaca el incremento interanual de los subsidios al transporte (+38%). Los gastos de funcionamiento se recortaron 8% interanual en términos reales, ubicándose 27% por debajo del mismo mes de 2023, explicado principalmente por la licuación de los salarios públicos. Por último, cabe mencionar que, al igual que en junio de 2024, el Gobierno volvió a hacer uso de la contabilidad creativa: en marzo de 2025, no se transfirieron a las universidades las partidas para atender los salarios de docentes y no docentes, postergándolo a los primeros días de abril. Por eso, la partida de transferencias a universidades sufrió un derrumbe de 89% interanual. Actividad económica La correlación registrada entre la recaudación de IVA y la actividad económica (excluyendo el componente agro, que sesgó el agregado, por la recuperación posterior a la sequía), más los datos sobre la actividad económica que están disponibles hasta diciembre, permite inferir que, si las condiciones se mantienen constantes, en enero y febrero la actividad económica podría estar experimentando una recuperación, algo más lenta que los meses anteriores. En conclusión, los datos de recaudación muestran que se está vislumbrando una incipiente recuperación económica.

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