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Federal » El Federaense
Fecha: 18/04/2025 12:12
Un entrenamiento antidisturbios en la base de la Armada Argentina se tornó trágico para Brisa Páez, una joven militar de 21 años, quien actualmente se encuentra en coma inducido tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Este incidente ocurrió el pasado 4 de abril, durante un ejercicio que visiblemente sobrepasó los límites de seguridad establecidos en la institución. Contexto del accidente Según testimonios de colegas de Brisa, el instructor encargado del ejercicio golpeó con sus piernas el escudo que la joven sostenía, provocando que cayera de espaldas con mucha fuerza. A pesar de que la militar portaba un casco, el impacto fue devastador. Alarmantemente, a pesar de que Brisa mostró claros signos de dolor y dificultad para reincorporarse, las actividades continuaron por varios minutos sin que recibiera la atención médica necesaria. La atención médica tardía Cuando finalmente se la llevó a la enfermería, se le colocó un cuello inmovilizador. Recibió un calmante, pero su estado de salud se deterioró rápidamente. Al llegar al Hospital de Campo de Mayo, Brisa presentó parálisis en su lado izquierdo. Posteriormente, sufrió una convulsión y fue trasladada de urgencia al Hospital Militar Central. Una junta médica externa confirmó que Brisa presenta una lesión axonal difusa, aunque recientemente han comenzado a reportarse signos leves de mejoría en su estado. Acciones legales y repercusiones La situación ha llevado a la Justicia federal de San Isidro, liderada por la jueza Sandra Arroyo Salgado, a detener a nueve personas, entre ellas al instructor y un suboficial, mientras se investiga si hubo negligencia y un posible uso excesivo de la fuerza. Además, se indaga sobre una supuesta relación previa entre Brisa y el instructor, lo cual podría haber influido en el trato que recibió durante el ejercicio. Impacto social y demandas de cambio Este caso ha generado una fuerte conmoción en la sociedad y ha reabierto el debate sobre los métodos de instrucción usados en las Fuerzas Armadas. Organismos de derechos humanos y familiares de otras víctimas de abusos en contextos castrenses están exigiendo una revisión exhaustiva de los protocolos de entrenamiento, especialmente para aquellos jóvenes sin experiencia que se ven obligados a participar en ejercicios de alta complejidad. Es fundamental que se tomen medidas adecuadas para proteger la integridad de los soldados en formación y evitar que incidentes como el de Brisa se repitan en el futuro.
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