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» tn24
Fecha: 17/04/2025 18:11
A pesar de continuar en recuperación por sus recientes problemas de salud, el papa Francisco volvió a cumplir con una de las tradiciones más personales de su pontificado: visitó este Jueves Santo la cárcel romana de Regina Coeli, donde compartió un encuentro con unos 70 internos. El pontífice, de 88 años, arribó a la penitenciaría situada en el barrio de Trastevere minutos antes de las 15, hora local. Aunque la Santa Sede no había confirmado previamente su participación debido a su estado de salud, finalmente decidió estar presente, manteniendo una costumbre que inició en 2013, y que solo se interrumpió durante los años más duros de la pandemia. Francisco fue recibido por la directora del establecimiento, Claudia Clementi, y por personal penitenciario. Durante su visita, saludó a los reclusos y participó de una ceremonia conmemorativa de la Última Cena. Si bien este año no estuvo presente en la tradicional misa Crismal en la basílica de San Pedro, decidió mantener este gesto de cercanía con los privados de libertad. La salud del papa sigue siendo objeto de atención. Desde su internación por una neumonía bilateral, que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días, ha retomado sus actividades de forma paulatina. Ayer miércoles recibió en audiencia al personal del hospital Gemelli, en lo que fue su primer encuentro privado con un grupo desde el alta médica. En sus recientes apariciones públicas ya no se lo vio utilizando los tubos de oxígeno suplementario, y el Vaticano señaló que está reduciendo gradualmente su dependencia de la terapia respiratoria. Una tradición que va más allá de los templos Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha convertido la tarde del Jueves Santo en una oportunidad para acercarse a los más vulnerables. En años anteriores, visitó cárceles, centros de refugiados y hogares de ancianos. En 2013 lavó los pies de jóvenes en la prisión de menores de Casal del Marmo, y desde entonces ha repetido el gesto en distintos lugares: Rebbibia, Paliano, Velletri, Civitavecchia y más recientemente, el módulo femenino de Rebbibia en 2024. Este año, aunque delegará varias celebraciones de Semana Santa en otros cardenales —como el Vía Crucis del Viernes Santo, que será presidido por el cardenal Baldassare Reina—, se espera que tenga nuevas apariciones públicas, como ocurrió con su sorpresiva presencia en la misa del Domingo de Ramos. Además, en estos días ha hecho algunas visitas privadas a lugares de oración, como la Basílica de San Pedro y Santa María la Mayor, en un gesto de recogimiento que refleja su compromiso espiritual, aún en medio de la convalecencia.
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