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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 13/04/2025 10:45
Graciela Ardinson es directora de la única escuela de jornada completa en Paraná, la primaria Nº 190 Obispo Gelabert y Crespo, pegada a la Villa 351: allí los 180 alumnos permanecen siete horas y media, y reciben desayuno, almuerzo y merienda, además de la educación en el aula. Tienen actividad desde las 8 hasta las 15,30. En una larga charla con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7, la docente desgranó parte de la realidad de una escuela que funciona pegada a una villa. El jueves de paro nacional Graciela Ardinson, delegada gremial de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), decidió prestar servicio. Enterada de la decisión del Consejo General de Educación (CGE) de relevar durante miércoles, jueves y viernes la presencialidad de los maestros en las escuelas -paso previo al descuento del día por huelga-, pensó en el impacto en el bolsillo, un poco, y en sus alumnos, bastante. Llegó ese jueves, abrió la escuela, y con parte del equipo directivo se ocupó de preparar el desayuno de los alumnos. Ese día, no asistió ninguno de los seis ordenanzas por adhesión al paro. “Tuvimos menos personal, pero los chicos igual vinieron. Nosotros estamos siete horas y media acompañando. Es una escuela que cuenta con el desayuno, con el almuerzo y con la merienda, y en un día como hoy (por el jueves) se vio todo eso afectado. Claro, se vio afectado, digo, pero la población escolar igual asistió”, cuenta. -¿Cómo repercutió el paro en tu escuela? -En la escuela tenemos seis ordenanzas, que están durante toda la jornada. Nosotros entramos a las 8, y salimos a las 15,30. Pero este jueves no tuve ningún ordenanza. Imaginate lo que fue estar siete horas y media en la escuela sin tener a nadie que ni siquiera te limpie los baños. En el comedor, tenemos seis personas, de los cuales solamente fue una. Así que yo ya a las 7 de la mañana, junto al equipo de conducción, nos dispusimos a preparar el desayuno para los alumnos -dice-. Estamos en un contexto de mucha vulnerabilidad, porque estamos al lado de la Villa 351. Más allá de este paro y de los derechos que tenemos como trabajadores -soy una trabajadora y delegada gremial- considero que al paro no se lo hacemos a los alumnos, no se lo hacemos a los niños. Y estos niños necesitan atención. Así que a las siete de la mañana estábamos haciendo la leche con facturas para que los chicos pudieran desayunar. Y bueno, después se les hizo el sándwich de milanesa y se les dio la fruta para que pudieran también tener el almuerzo. Y obviamente, también las horas pedagógicas, porque no podemos olvidar que la escuela está para eso, para enseñar. Y en nuestra escuela se presentaron los docentes -no todos- porque justamente ahí está el descuento. Y porque fue un paro que se hace a nivel Nación, porque acá nuestros representantes gremiales ya hicieron un acuerdo paritario, ya está todo firmado, ya está todo decidido y consideramos que a veces estos paros a los gremialistas no se les descuenta. Al docente que está poniendo el cuerpo y que lleva la fotocopia, que lleva el libro, que lleva el fibrón, encima que tiene que hacer todo eso se le produce ese descuento. Entonces hay muchos docentes que se hicieron presentes. En algún momento, el gremio peleó contra los descuentos por paro, pero ahora no lo pudo garantizar y el descuento se aplica. En otras épocas, la devolución del paro era una de las partes de las negociaciones. Sabemos que hay circulares, hay aprietes, algunos directivos hemos sido sumariados por no cargar la falta. La verdad que es una cuestión bastante compleja y si bien tenemos derechos también tenemos obligaciones y bueno ahí es donde uno se ve afectado. -¿Cuántos docentes tiene la escuela? -Nosotros somos alrededor de 40, con una matrícula de 180 alumnos. De nivel inicial, tenemos tres salas, de 3, 4 y 5 años, y después dos secciones, de 1º a 6º. De ese total de docentes, el 60% trabajó. Y eso que el docente de jornada completa no está bien remunerado. Trabajamos siete horas y media, y un maestro de escuela primaria con jornada extendida, cinco horas, cobra más que nosotros. Es una discusión que no se ha dado. Encima, a nosotros no se nos permite tomar más horas en otra escuela, y tampoco el cuerpo nos da después de siete horas y media, para mejorar nuestros ingresos. Muchos de mis docentes tienen este único trabajo y no pueden soportar descuentos de 100 mil pesos en su salario por paro. -¿Cómo gestionan los recursos para el mantenimiento de la escuela? -Las veces que he llamado a la cuadrilla del Consejo de Educación han venido. Pero obviamente es solamente la mano de obra. La escuela tiene que comprar el cable, comprar el tanque, comprar la canilla, comprar el teflón, o sea, tiene que comprar todo. Van y dan la mano de obra, nada más. -¿Y los recursos de dónde salen? -A nuestros padres ni siquiera les cobramos la fotocopia. No cobramos cooperadora. Tampoco tenemos servicio de emergencia. Si se nos accidenta un chico hay que llamar al hospital. El único ingreso que tenemos de dinero es el kiosco, el mini kiosco que hay en la escuela. De ahí sale dinero para los gastos de la cooperadora. En muchos casos, uno mismo pone ese dinero porque qué pasa si se rompe un baño o la cadena o no se puede tirar y hay que solucionarlo. Muchas veces el dinero sale del bolsillo del equipo de conducción, del equipo directivo. La realidad también es así. -Encima, un docente de jornada completa cobra menos que un maestro de primaria en escuela con jornada extendida. -Además, nos sacaron el doble Incentivo. Los docentes de escuelas de jornada completa teníamos la suerte de cobrar el Incentivo doble, pero esto era así cuando al Incentivo lo pagaba la Nación. Estamos muy a favor de la nueva escuela primaria, de cinco horas y que los maestros ahí cobren bien. Pero también debería atenderse la situación de los maestros de escuelas de jornada completa. Tengo 27 años de jornada completa: trabajé durante 27 años siete horas y media en la escuela. Sigo porque pienso en la jubilación. Si estás en un cargo directivo, pensás que son los últimos diez años de actividad, entonces tenés que tratar de aguantar lo más que puedas o de estar lo más que puedas en el cargo para tener un sueldo que te permita una jubilación tranquila. -¿Nunca hiciste paro? -Toda mi vida hice paro. Es la primera vez que no hago paro porque tenía la responsabilidad de estar en la escuela. Esta es una escuela que siempre está de puertas abiertas. Por más que haya paro, siempre la escuela está abierta. En vacaciones de verano, tenemos los turnos porque en verano funciona el comedor todos los días. No paramos nunca. En un día de paro, los chicos asisten igual porque saben que tienen las tres comidas aseguradas. En esta escuela, todos tenemos el compromiso y sabemos que los chicos necesitan el comedor. A veces, en clase el chico te pregunta cuánto falta para comer. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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