14/04/2025 01:14
14/04/2025 01:12
14/04/2025 01:12
14/04/2025 01:11
14/04/2025 01:11
14/04/2025 01:11
14/04/2025 01:11
14/04/2025 01:08
14/04/2025 01:07
14/04/2025 01:06
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/04/2025 00:41
Besar libera oxitocina, dopamina, serotonina y endorfinas, generando efectos positivos sobre el bienestar físico y emocional (Imagen Ilustrativa Infobae) El beso más largo que se haya registrado en la historia dio lugar a la efeméride que se festeja hoy desde 2013. Ese año se realizó en Tailandia un concurso en el que una pareja se besó sin parar durante más de dos días, exactamente 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, y entraron así en el libro Guinness de los Récords. Damos besos aproximadamente desde hace 4.500 años, afirma un estudio publicado en Science en 2023. Estos gestos fueron documentados en la antigua Mesopotamia y Egipto desde al menos 2500 a. C. en adelante. La investigación describe a aquellos primeros besos con una doble función, como parte del acto sexual y una muestra de afecto entre familiares y amigos. Miles de años después, siguen teniendo esos roles y la ciencia les descubrió múltiples beneficios que van mucho más allá del amor. En diálogo con Infobae, el doctor Claudio Waisburg, médico neurólogo y neurocientífico y director del Instituto Soma (MN 98128) afirmó: “Un beso no es solo un acto afectivo. Desde el punto de vista neurocientífico es una tormenta química en el cerebro. Un beso conecta labios, neuronas y emociones. Es, literalmente, un ‘cóctel químico’ de amor, placer y seguridad”. El contacto físico, incluidos los besos, disminuye el cortisol, hormona del estrés, y ayuda a mejorar la salud emocional y cognitiva (Imagen ilustrativa Infobae) Y continuó: “Al darse un beso se liberan oxitocina, la hormona del apego; dopamina, asociada al placer y la motivación; serotonina, que brinda bienestar emocional y endorfinas, calmantes naturales. Además, hay una activación del sistema límbico, el circuito cerebral de las emociones, y del núcleo accumbens, vinculado con la recompensa (y su circuito)”, detalló el médico. Por otro lado, la doctora Milena Mayer, médica UBA, uróloga, andróloga y sexóloga clínica del Hospital Italiano (MN 141.067) explicó a Infobae que los besos ayudan a fortalecer los vínculos afectivos, ya que aumentan la oxitocina, la hormona del apego y del bienestar, dando lugar al refuerzo de la conexión entre las personas. “Además, generan muchos beneficios en relación con la reducción del estrés porque disminuyen los niveles de cortisol. Los besos generan un impacto positivo en todo el cuerpo, en el estado de ánimo y en la autoestima. Nos hace sentir deseados dando lugar a una mejor intimidad. Los besos son una herramienta muy poderosa de comunicación no verbal y expresión emocional”, añadió. Por qué nos besamos La antropóloga Helen Fisher, experta mundial en biología del amor, profesora en la Universidad Rutger y autora de “Por qué amamos”, analizó la función del beso y aseguró que “besar es un poderoso mecanismo de adaptación”. Durante el parto y la lactancia, la oxitocina liberada fortalece el vínculo madre-hijo (Imagen Ilustrativa Infobae) Para la especialista, el beso es fundamentalmente una cuestión química, que nos hará saber si estamos frente al compañero más idóneo, porque en ese primer contacto íntimo, a través de los olores, sabores y señales químicas, percibimos el estado de salud del otro. El doctor Waisburg agregó: “Un beso (a tu pareja, hijo, amigo o madre) fortalece vínculos, reduce la presión arterial, baja los niveles de estrés, disminuye el dolor físico (gracias a las endorfinas), potencia la inmunidad y mejora el estado de ánimo. Además, activa la empatía, refuerza la autoestima y puede incluso mejorar la memoria. Besar es un acto neurológicamente poderoso. A veces, una dosis de afecto vale más que un ansiolítico”, remarcó. Cuando los besos escasean Al besar se ponen en acción unos 30 músculos y se pueden llegar a intercambiar hasta 80 millones de bacterias nuevas, según un estudio. Sin embargo, más allá de esa acción puramente física y muscular, ese acto tiene un gran impacto en nuestra salud. Por eso, la falta de esta señal de afecto puede tener sus consecuencias. La rutina, el estrés y el uso excesivo de pantallas disminuyen la frecuencia de los besos en las relaciones (Imagen Ilustrativa Infobae) El doctor Waisburg señaló que la carencia de afecto físico puede impactar negativamente en la salud emocional, inmunológica y cognitiva. “La falta de contacto —incluyendo abrazos, besos o caricias— reduce los niveles de oxitocina y aumenta el cortisol, la hormona del estrés. Esto puede traducirse en mayor ansiedad, aislamiento social, problemas de autoestima e incluso menor rendimiento cognitivo. ¡La soledad y la deprivación afectiva mata!”, enfatizó. Y agregó: “Un mundo sin besos no solo sería un mundo más frío, sería menos saludable”. Por su parte, la doctora Mayer señaló: “En la actualidad nos besamos cada vez menos. Especialmente, en relaciones de larga data y se profundiza esta crisis en las personas que no tienen pareja, luego del contexto post-pandemia (al reducir el contacto físico)”. El beso activa una compleja respuesta neurológica, considerada por expertos como un cóctel químico que influye en el cerebro (Freepik) Y sumó: “Muchas parejas, con el paso del tiempo, disminuyen la frecuencia de besos apasionados (donde todo se resume a un piquito al llegar o al irnos de la casa) y eso puede tener consecuencias en la conexión emocional y física”. Y explicó que algunas de las causas de ese distanciamiento afectivo puede encontrarse en “el uso de las pantallas y la ansiedad con la que vivimos, que nos alejan de las pequeñas situaciones que nos podrían mejorar la calidad de vida. La rutina y estrés diario llevan a una desconexión emocional. También, la costumbre hace que algunas parejas vayan perdiendo ese contacto físico y emocional”. ¿Cómo recuperar el deseo y besarse más en la pareja? La doctora Mayer indicó que lo más importante es entender que el beso no siempre tiene que desencadenar un encuentro sexual. “Tenemos que aprender a cambiar ese guion que se nos arma en la cabeza. Crear momentos de intimidad, de calidad y sin pantallas: hacer un detox de pantallas después de determinada hora es urgente”, señaló. Y completó: “El contacto físico no sexual, con abrazos, caricias o tomarse de la mano facilita la conexión emocional y la disponibilidad a los besos. Volver a conquistarnos, recuperando gestos, miradas o mensajes son facilitadores para los besos. El placer es una construcción. Besarnos 5 minutos, 2 o 3 veces por semana de forma consciente (no automática) nos mejorará la calidad de vida. Ya que es una manera hermosa de conectar”. El beso es una herramienta de comunicación no verbal que fortalece vínculos y mejora la conexión emocional entre las personas (Imagen Ilustrativa Infobae) Curiosidades de los besos 1. El beso romántico “es un comportamiento común en más del 90% de las culturas conocidas”, según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. 2. Podría tener su origen en un ritual de limpieza entre primates. Según un estudio publicado en Evolutionary Anthropology una práctica de limpieza en el que chimpancés y otros grandes simios revisan el pelaje de sus compañeros con los dedos y usan los labios para quitar la suciedad sería el origen de este gesto afectivo que los humanos heredamos. 3. Ayudan a evaluar a una potencial pareja. Además de ser una expresión de amor, el beso tiene utilidades ancestrales para la especie: es un método de evaluación química del compañero y un instinto natural para estimular los mecanismos de la reproducción. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford afirmó que besar ayuda a evaluar a las parejas potenciales y a mantener una pareja a largo plazo. Estudios indican que la frecuencia de los besos puede reflejar el nivel de satisfacción sexual en las relaciones de pareja (Imagen Ilustrativa Infobae) 4. Pueden indicar que una pareja tiene una buena vida sexual. Un estudio publicado en Sexual and Relationship Therapy proporcionó evidencia de que la frecuencia de los besos es un fuerte indicador de la buena salud de una relación. Los resultados sugieren que “la frecuencia de los besos podría considerarse una especie de indicador para determinar si el vínculo de la relación es fuerte y la calidad sexual es alta”, según los autores de la investigación. 5. Contribuyen a la monogamia. Según un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, la oxitocina es particularmente importante para ayudar a los hombres a vincularse con una pareja y permanecer monógamos. Por otro lado, las mujeres experimentan una inundación de oxitocina durante el parto y la lactancia, lo que fortalece el vínculo madre-hijo. 6. Reducen los niveles de cortisol y el control del estrés. Una revisión de estudios publicada en Nature Human Behaviour, confirma los beneficios del contacto físico con abrazos tanto en parámetros de salud física como mental, a todas las edades y en diferentes contextos. El contacto físico, incluidos los besos, disminuye el cortisol, hormona del estrés, y ayuda a mejorar la salud emocional y cognitiva (Imagen Ilustrativa Infobae) 7. A causa de los besos, las parejas estables tienden a tener una microbiota oral parecida. “Cuantos más besos se da una pareja, más similitud hay entre las bacterias que comparten. Aunque esto, a simple vista, puede parecer romántico, también tiene un aspecto negativo. Con el tiempo, las personas con enfermedad periodontal pueden transmitir algunas de las bacterias perjudiciales a sus parejas”, explicaron en un artículo en The Conversation Jessica Gil Serna, microbióloga de la Universidad Complutense de Madrid y Alejandro Mira Obrador, investigador sénior. El beso, aunque responde a funciones biológicas, también está atravesado por tradiciones culturales de hace miles de años. Sobre esta práctica cotidiana aún falta mucho por investigar, mientras tanto, la recomendación es besarse más, como dijo el doctor Waisbrug: “El beso es una medicina natural, gratuita, emocionalmente nutritiva y biológicamente necesaria. Abrazá, besá, conectá todo lo que puedas. ¡Tu cerebro te lo agradecerá!”
Ver noticia original