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» Misionesparatodos
Fecha: 12/04/2025 22:56
Vaca Muerta crece a ritmo inédito pero el ocaso del convencional puede generar éxodos poblacionales y crisis ambientales por la caida productiva En los últimos 10 años la producción de petróleo crudo a nivel nacional se expandió un 31 % de una forma totalmente despareja. Por un lado se observa un crecimiento extraordinario en la Cuenca Neuquina del 123,6 % impulsada por el desempeño notable de Vaca Muerta, pero a la vez una “caída generalizada y catastrófica” en resto de las cuencas argentinas que tiene sus efectos en varias provincias, de acuerdo al informe anual del Instituto Argentino de Energía (IAE). Es que en el resto de las cuencas productivas la película de la última década refleja que la Cuenca Austral registró un -54,2% de caída, la Cuenca Cuyana un -45%, la Cuenca del Golfo de San Jorge -26,8% y la Cuenca del Noroeste -55 % de caída de producción, lo que también transformó que el tipo de petróleo producido al finalizar 2024 un 56 % sea no convencional y un 44 % del tipo convencional. El Anuario de Hidrocarburos lo primero que permite observar es que la década 2014- 2024 presenta un cambio de tendencia entre los primeros años de la misma que se caracterizan por una declinación de la producción de petróleo en el periodo 2014-2020 con una disminución del 10,7% que se revierte a partir de ese año transformándose en un crecimiento sostenido entre 2020 y 2024 que alcanza el 47 %. La década analizada finaliza con un 31,4% de crecimiento entre 2014 y 2018, una tendencia sostenida que permitió a su vez inaugurar un periodo de exportaciones de crudo crecientes e importaciones decrecientes hasta alcanzar saldos de balanza comercial positivos, que en 2024 llegó a un superávit superior a los u$s5.600 millones. En lo relativo al gas natural se observó un desarrollo más ralentizado. Si bien la década exhibe un crecimiento del 22,3% se observan dos periodos diferenciados: uno de alza sostenida de la producción entre 2014 y 2019 de 18,9% seguido por un periodo de virtual estancamiento entre 2020 y 2024 donde la producción solo creció un 2,77%. El informe del IAE reseña que la gran tendencia que se consolida con firmeza en producción de hidrocarburos es “la extraordinaria declinación de todas las cuencas productivas nacionales de hidrocarburos, con la excepción de las cuencas neuquina por la performance de Vaca Muerta y la Austral por los descubrimientos del consorcio encabezado por TotalAustral desde 1980. El impacto de la crisis de las cuencas convencionales El proceso para el petróleo se repite en el caso del gas natural: todas las cuencas productivas se hayan en declinación productiva crónica con la única excepción de la cuenca neuquina que incrementa su producción con una tasa de crecimiento anual del 58% mientras que el resto de las cuencas declinan en forma acelerada. Así, la Cuenca Austral se retrae -11,6% , la Cuenca del Golfo de San Jorge -26,5%, la Cuenca Cuyana -16,2 % y la Cuenca Noroeste -57,5 % anual, lo que también da por resultado que el tipo de gas natural producido al finalizar 2024 un 63 % es de tipo no convencional y un 37 % del tipo convencional, volviendo a manifestar el peso alcanzado por Vaca Muerta. Pero el panorama productivo tiene múltiples facetas y con impactos diferentes que todavía no se alcanzan a ponderar en forma adecuada y en todas las dimensiones, comenzando en que el crecimiento y expansión está circunscripto a solo dos regiones: la provincia de Neuquén y el Mar Argentino. El IAE advirtió que ese proceso tiene “un gran impacto en las economías provinciales, y particularmente en la reconfiguración de las fuentes de trabajo, en la generación de empleo provincial y en la administración de las provincias donde la producción de hidrocarburos es declinante”, algo que tiene una evolución de menor velocidad de lo que reflejan los yacimientos. Las provincias vinculadas a los campos maduros afrontan un proceso de reducción de las regalías con declino de la producción en cada una de ellas, lo cual sin duda podría tener impactos políticos hasta lograr el nuevo equilibrio. Es lo que se llama el efecto Vaca Muerta, ya que la atracción de rentabilidad del no convencional motiva la desinversión en yacimientos maduros, más complejos tecnicamente de recuperar y más costos en su objetivo final de lograr el mismo barril de crudo. Por otro lado, el IAE estima que “la declinación productiva provincial crónica de petróleo y gas natural que se observa acelerada podría provocar éxodos poblacionales y otros desequilibrios ecológicos relacionados con el abandono de pozos petroleros y el crecimiento de pasivos ambientales no remediados en caso de no implementarse una política pública adecuada”. Vaca Muerta, la gran reserva de hidrocarburos Un análisis del panorama productivo nacional en materia de hidrocarburos también muestra que las reservas comprobadas de petróleo crecieron en la década 2013-2023 un 28,9 % mientras que la producción de petróleo en ese lapso creció a nivel nacional un 31 %. Ese crecimiento se da casualmente en materia de no convencionales, con todas las convencionales en retroceso. Para el IAE, esto “dice mucho acerca de las decisiones políticas incorrectas tomadas en los últimos 30 años por la Argentina: Las reservas comprobadas de gas natural han crecido en 2013-2023 en un 48,5 % mientras en el mismo lapso la producción se incrementó solo un 22 %”. El crecimiento mayor de las reservas que de la producción da una base alentadora para su colocación tanto en el mercado local como en el internacional en la medida en que se alcancen precios de oferta interna y externa competitivos. De cara al futuro Argentina enfrenta un problema desde el punto de vista estratégico, se plantea: “El país tiene recursos de petróleo y gas natural no convencionales de magnitud significativa a nivel mundial. Sin embargo, aún no ha demostrado la viabilidad de colocar esa producción tanto en el exterior como en el interior del país con precios competitivos”. “Es el momento de afrontar el debate de los precios de competencia de la producción de energía en Argentina y particularmente la posibilidad real de abastecer al mundo a precios competitivos cuestión que todavía no ha sido debidamente estudiada en el país”, cuestionó el reporte. Por Ignacio Ortiz-IProfesional
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