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  • Repavimentación de la Vía Aeróbica y críticas sobre las prioridades de obra pública

    Crespo » Paralelo 32

    Fecha: 12/04/2025 18:29

    En la mañana de este viernes, la Municipalidad de Crespo informó que se está llevando a cabo la repavimentación de la Vía Aeróbica, un espacio de gran utilización por los vecinos para la práctica de actividad física y el esparcimiento. El intendente, Dr. Marcelo Cerutti, explicó que esta obra es parte de un plan de mejora integral de la traza con el objetivo de optimizar las condiciones para quienes transitan diariamente por el sector. El anuncio generó diversas reacciones en el ámbito político local. Desde el Bloque de Concejales de Crespo en Marcha – Alianza Más para Entre Ríos, la edil Nancy Eichhorn emitió un escrito que fue enviado a Paralelo 32, en el que cuestionó la prioridad otorgada a esta obra en comparación con la falta de infraestructura básica en distintos barrios de la ciudad. En su comunicado, Eichhorn destacó que aún existen sectores donde los vecinos enfrentan dificultades por la ausencia de calles asfaltadas y veredas, lo que se agrava en días de lluvia. La concejal mencionó que, si bien el sistema de consorcios vecinales ha permitido avances en la pavimentación de algunas calles, actualmente hay retrasos significativos en la ejecución de obras ya pagadas por los contribuyentes. "Doce consorcios aguardan, cuadras enteras con fondos cobrados y sin ejecutar. ¿Cuál es la prioridad de la gestión?", planteó Eichhorn, quien también cuestionó el destino de los recursos recaudados y el costo de la repavimentación de la Vía Aeróbica, que según el Decreto 231/25 asciende a $26.840.360. Asimismo, Eichhorn hizo referencia a antecedentes de gestiones municipales anteriores, destacando políticas de infraestructura que permitieron la conexión de barrios y la creación de veredas comunitarias con el aporte de los propios vecinos. En este sentido, criticó que actualmente el peso de la mejora urbana recaiga exclusivamente sobre el ciudadano, mientras el municipio no impulsa alternativas de financiación más equitativas. El debate sobre las prioridades en la asignación de recursos públicos se instala así en la agenda política crespense, con posturas divergentes respecto a la gestión de obras y la administración de los fondos municipales. Puede interesarte El texto completo expresa: Semana gris en Crespo… pero no gris asfalto La mañana del viernes nos alegra con la aparición de este tímido y lindo sol de otoño. Agradecidas las amas de casa, seguramente harán magia para llegar con el lavado de ropa, abriremos ventanas, lavaremos pisos… tareas que la lluvia complicó un poco esta semana. Y es imposible no hablar de las complicaciones que trae la lluvia en las calles de la ciudad, en algunos barrios más que en otros, por supuesto. Y la falta de veredas nos puso a discutir entre vecinos: ¿es responsabilidad del frentista o del municipio? ¿podemos tomarla como una responsabilidad compartida? Los cordones cuneta y el pavimento, ¿solo vamos a resolverlo en la medida que “paguen” los vecinos o podemos pensar en gestionar otro sistema que organice las mejoras que nuestra ciudad necesita y que amplíe y supere el trabajo por consorcio? Nadie dice que sea “gratis”, palabra que causa no pocos dilemas. Nada es gratis, lo sabemos. Pero es tarea de una buena gestión buscar los mecanismos necesarios para que se puedan lograr las obras y las mejoras necesarias administrando con criterios claros y, no poca cosa, escuchando, escuchando, escuchando. En estos días, varios vecinos de la ciudad, con mucho recorrido y experiencia, me han puesto en conocimiento de sus ideas, sus lecturas de cómo estamos. Me decían que ven el contraste entre el pasado florecimiento de veredas comunitarias, tejidas con el esfuerzo de gestiones anteriores como la Salcerini, Brambilla y Schneider, con los aportes de los crespenses, y la actual esterilidad en cuanto a asfalto y mantenimiento vial, que les deja una imagen desoladora, sabiendo sobre todo el incremento en la recaudación de los tributos locales. ¿De qué color pintamos entonces la gestión actual? ¿Un gris asfáltico, reflejo de desidia? ¿Un gris topo, por los nombramientos y gastos que van “por lo bajo”? Vemos hoy avenidas enteras unidas por senderos peatonales, veredas y cordones uniendo barrios… todo logrado por voluntades y decisiones políticas firmes: la idea de las veredas comunitarias plasmada en una ordenanza sobre la que llevaron adelante mucho trabajo Rolando Kaehler, Paiffer, Salcerini, Schneider y Robles; una de las gestiones de Darío Schneider unió todo barrio Azul con veredas públicas e iluminación (con aportes a nivel nacional del gobierno de Fernández, que no es poca cosa cuando después nos preguntamos si es posible lograr cosas sin tener el mismo color político); Schneider también terminó avenida Constituyentes casi hasta la ruta gestionando con gobiernos no afines en los otros niveles; la gestión de Brambilla logró la necesaria y tan valiosa conexión entre el querido Parque Industrial y la ciudad; la conexión de Progreso Crespense con el casco urbano más poblado de la ciudad… ¿En qué momento o a quién se le ocurrió pensar que a los reclamos de los vecinos se los debe leer como “quieren gratis” y no como “tenemos que gestionar la solución"? Los crespenses mostramos todos los días y con todos los colores políticos un gran compromiso por y con nuestra realidad. Nada esperamos gratis, sí que los aportes vuelvan en obra y que se gestione. Si los vecinos deben autogestionarse y autofinanciarse el pavimento, el cordón cuneta, las veredas, ¿para qué necesitamos entonces el engranaje de la política? ¿Acaso el rol del gobierno se reduce a ser un mero espectador de la iniciativa vecinal, un convidado de piedra en la construcción de su propia ciudad? Parece que la épica de las veredas y cordones cuneta donde los nombres de antaño resuenan con logros tangibles, se desvanece en el lodazal de las calles sin reparar que miramos con enojo y tristeza hoy. Y no puedo evitar volver a hablar del sistema de consorcios, que si bien sabemos que lo retrasa el factor climático, cuesta entender que hoy tengamos al menos 12 cuadras ajustadas a la ordenanza que debieron comenzarse entre febrero y marzo junto con algunas rezagadas, entre ellas calle Yrigoyen con retraso de dos años ¿No es irónico que, existiendo fondos ya cobrados, cuadras enteras pagadas, la ejecución de las obras se demore como una promesa electoral incumplida? Doce, doce consorcios aguardan, ¿quizás una señal divina, una decisión política, ver de qué partida se toma ahora un dinero ya cobrado y no reservado para esto?. El modelo de consorcio, concebido como un acto de solidaridad vecinal, se desvirtúa al ver cómo los fondos aportados navegan por las procelosas aguas de las "rentas generales". ¿Con qué tapamos los baches? ¿con buenas intenciones o con el dinero que los propios vecinos destinaron para ese fin? Uno no puede evitar preguntarse qué tareas demandan el tiempo y la dedicación de nuestros funcionarios, como siempre digo, empezando por arriba, ¿quién lidera? ¿quiénes toman decisiones? ¿quiénes perciben importantes sueldos de las arcas públicas para llevar soluciones? ¿Cuántos funcionarios por cada pozo sin tapar? ¿Cuántos asesores por cada cuadra de pavimento ausente? Si la lógica imperante es que el vecino se organice y pague por lo que es responsabilidad del Estado, ¿cuál es entonces la justificación de una estructura gubernamental abultada y costosa? ¿Acaso su función se limita a contemplar cómo la ciudadanía resuelve por sí misma las deficiencias de infraestructura, mientras los recursos destinados a ello se evaporan en las "rentas generales", financiando vaya uno a saber qué prioridades? En este escenario, el rol de la política se desdibuja hasta volverse una pregunta sin respuesta, una ironía amarga para quienes esperaban una gestión eficiente y una ciudad habitable. Para los crespenses que se ponen siempre la camiseta de la ciudad y no la de un partido político, aunque eventualmente les toque votar por uno. Veintiséis Millones Ochocientos Cuarenta Mil Trescientos Sesenta Pesos ($ 26.840.360,00), reza el el Decreto 231/25, para reparar trescientos metros lineales de ciclovía; 26.840.360,00 ¿a cuántos metros de vereda o cordón cuneta equivalen para que los hijos de los crespenses lleguen a la escuela? ¿En qué momento Crespo puso como dilema la comodidad de unos crespenses por la de sobre otros y no la necesidad de llegar a todos?$ 39.000.000 anuales de un funcionario que se retiró ya que percibe otro ingreso de jubilación, ¿cuántos metros de vereda nos impidió hacer a los crespenses? Y acá lo dejo… también tengo que ir a lavar ropa y abrir las ventanas… pensemos juntos con qué vara vamos seguir exigiendo gestión, no gratuidad… A los crespenses nos sobran ganas de trabajar y colaborar, sabemos que los gobiernos no “regalan” ni lo queremos… pero si esperamos que nuestros aportes valgan la pena, que vayan en obras, en servicios… los que necesitamos nosotros, nuestro vecino, nuestros barrios… no en acomodar parientes y amigos. Y si, la próxima vamos con otros números y otros nombres. Solo para saber dónde queremos dejar la vara.

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