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» El Ciudadano
Fecha: 12/04/2025 04:06
Por Simone Valesini / Wired El problema de los residuos en la Luna y otros planetas debe abordarse, y pronto. En los próximos años seremos testigos de una nueva fase en la exploración espacial: los astronautas se preparan para pisar suelos extraterrestres, y con la economía espacial en rápido crecimiento como fuerza motriz, es probable que la presencia humana en el espacio sea cada vez más cotidiana. La NASA está segura de ello, y para estar preparada, ha decidido resolver uno de los problemas a los que se enfrenta nuestra especie, incluso en la Tierra. Heces, orina, envases desechables y miles de residuos más, derivados de la actividad diaria de los astronautas, tendrán que ser eliminados durante las próximas misiones. La agencia espacial estadounidense, en colaboración con la Universidad de Alabama, quiere asegurarse de que nada se desperdicie o, peor aún, se arroje sin miramientos al espacio. Por ello, instauró el concurso LunaRecycle Challenge, con un premio de tres millones de dólares para el mejor diseño y desarrollo de sistemas de reciclaje de residuos en el espacio. Se trata de no repetir los errores del pasado En los años dorados de la exploración lunar, no se prestó demasiada atención al medio ambiente. Cuando llegaba el momento de deshacerse de los residuos, se dejaban tirados por ahí. Se calcula que el programa Apollo arrojó al suelo lunar hasta 96 bolsas de basura llenas de heces, orina y vómitos producidos por los astronautas durante sus visitas al satélite. Con una base lunar como la prevista para las próximas décadas, la cantidad de residuos será aún mayor. Como traerlos de vuelta a la Tierra costaría dinero y combustible, la mejor solución es reciclarlos directamente in situ. El plazo para enviar propuestas al LunaRecycle Challenge concluyó el 31 de marzo de 2025, y aunque la NASA no ha dado a conocer detalles por el momento, se espera que el ganador convierta los residuos en recursos reutilizables, no solo en materiales sostenibles. Materias primas con las cuales sea posible producir materiales de construcción, combustibles, fertilizantes y cualquier otro producto necesario para las actividades científicas y de exploración de los astronautas. El concurso constó de dos etapas: la Prototype Build Track (Pista de construcción de prototipos), en la que se requiere el diseño y desarrollo de componentes hardware para el reciclaje de uno o varios tipos de residuos sólidos en la superficie lunar; y, posteriormente, la Digital Twin Track (Pista de gemelo digital), que implica el bosquejo virtual de una línea completa de reciclaje lunar, desde la recolección hasta el procesamiento de los residuos, pasando por la reutilización.
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