17/04/2025 20:54
17/04/2025 20:51
17/04/2025 20:50
17/04/2025 20:49
17/04/2025 20:48
17/04/2025 20:48
17/04/2025 20:47
17/04/2025 20:46
17/04/2025 20:45
17/04/2025 20:44
» Diario Cordoba
Fecha: 09/04/2025 12:49
¿Cuál es ese “temblor gigante” al que canta en la canción titular? ‘Gigante’ es una palabra que estaba muy presente en nuestras conversaciones: “vamos a tocar en este aforo gigante”, “los riesgos son gigantes”… Y conforme van creciendo las cosas, me voy sintiendo menos preparado: la gira, los aforos, las responsabilidades. En vez de sentir un control de la situación, cada vez me produce más nervios. ¿Le crea presión saber que cada vez más gente depende económicamente de usted? Esa es la parte que peor llevo. Yo elegí desde muy chaval trabajar con los amigos. Y claro, ahora vas entendiendo que tú, sin quererlo, eres el jefe de una estructura donde hay un montón de familias que dependen de ti. Al principio era todo un poco más divertido. ¿Pero nunca deseó eso, ser un artista grande, ‘gigante’? Pues nunca lo imaginé. Uno no empieza teniendo una banda para comerse el mundo. Quieres que tus canciones conecten primero contigo, con la gente de tu barrio y tus amigos, y luego ya no lo puedes gobernar. Grabó buena parte del disco en Texas. Ese estudio es un templo de lo analógico, con un montón de cacharrería antigua que me gusta mucho como suena. No es un disco para competir en la radio. Entre una canción de Rihanna o un reguetón, esto se queda enano. Es una colección de canciones en la que por primera vez noto el paso del tiempo. Un disco bastante confesional. Con los años he ido viendo que lo que conecta con la gente no es el volumen ni la distorsión, sino lo que estoy contando. Contar historias más allá de cómo las cante. Comparte ‘Caída libre’ con Robe Iniesta. Yo tenía entendido que él decía que no a todo, pero pensé que a la canción le sentaría bien y le llamé. Debatimos mucho. Él me decía que se reconocía en el estribillo, “todo tiene luz de probador / ya no me reconozco / y me importa bien poco”, pero no en la estrofa, y me pidió que tuviera la paciencia de darle una vuelta. La canción habla de una crisis personal. De la depresión de uno de mis mejores amigos, del agujero en el que ha estado. Yo he pasado por ahí también, y por eso ha sido más fácil para mí contarlo. Mencionaba antes esos aforos ‘gigantes’. ¿Sorprendido por ese primer Sant Jordi? Es brutal. El Sant Jordi nunca estuvo en mis planes. Siempre me pareció que no me correspondía, que era muy grande para mí. Fue una apuesta de mi oficina, no mía, y va muy bien. Ahora se vuelve a hablar de rock, o de ‘bandas de guitarras’, cada una con su estilo: Carolina Durante, Alcalá Norte, Arde Bogotá… ¿Una respuesta al guion urbano-latino de los últimos años? No lo veo como una reacción. Siempre ha estado ahí y es saludable que esas bandas funcionen. Me llama la atención lo de ‘bandas de guitarras’, como si fuera algo nuevo. En mi barrio hay muchas bandas haciendo rock. Hay más de lo que se dice. ¿Ha visto el ‘biopic’ de Bob Dylan, ‘A complete unknown’? Todavía no, llegué hace tres días de México, pero cuando tenga un huequito iré a verla. Sí que he visto el documental de Led Zeppelin (‘Becoming Led Zeppelin’). Era tan apabullante lo buenos que eran… No querían hacer ‘singles’, sino álbumes, e hicieron un camino propio. Es de las cosas más inspiradoras que he visto últimamente. ¿Se ha llegado a sentir culpable por el final de Pereza y porque su carrera vaya mejor que la de su compañero Rubén Pozo? Culpable por la ruptura, no, no, porque artísticamente los dos estábamos necesitando terminar con aquello. Claro que me encantaría que Rubén tuviera una dimensión mayor, porque creo que se lo merece. Eso me ha pesado, sí. Digamos que culpa, no, pero me ha pesado. En su historial hay un álbum perdido, el que hizo con Johnny Cifuentes (Burning), con quien hubo un brusco desencuentro. ¿Saldrá algún día? Iba a ser un disco de Johnny y ahí yo grabé baterías, bajos, guitarras… Lo hicimos en mi casa. Son canciones originales. Un disco magnífico, crudo, guitarrero. Él dice que eran canciones de los dos, y yo… pues también, pero al final él propuso unas condiciones de autoría tremendas y decepcionantes. Yo le dije que se lo quedara todo, que yo me salía del proyecto, porque me había traicionado. No lo volví a ver. Fue la primera vez que alguien me rompe el corazón de verdad. No sé, a lo mejor algún día… No soy rencoroso. Las diferencias por los créditos de autoría son uno de los primeros motivos de choque entre artistas. Pero algo así no me ha pasado con nadie más, y he escrito con Joaquín (Sabina), Quique González, Iván Ferreiro… Siempre hace más uno que otro, pero el porcentaje suele hacerse a medias, aunque no sea real del todo. ¿Cómo está ese álbum de Sabina? ¿Existirá algún día? Sí, sí, hace nada hicimos dos canciones con Benjamín Prado que me gustan mucho. Tenemos hecho un poquito más de la mitad de un disco. Sí, estamos trabajando para hacer el último disco de Joaquín, y que esté a la altura. Un álbum que ya no se presentará en directo. En principio, dicho en sus palabras, no será para sacarlo de gira, sino por el placer de hacerlo sabiendo que es su último disco. Sin presión. A lo mejor sale dentro de cinco años, o de uno. No hay fechas, pero está sucediendo.
Ver noticia original