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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 08/04/2025 01:06
En un escándalo de dimensiones colosales, el Gobierno de Javier Milei fue denunciado en las últimas horas por orquestar una multimillonaria maniobra de desvío de fondos del PAMI. La causa tiene por principal acusado al mega asesor Santiago Caputo e investiga una sospechosa operación con sobreprecios por más de $2.300 millones arreglada con amigos del Presidente para alquilar un piso de lujo en un Palacio en pleno centro porteño, presuntamente para usar las instalaciones como sede de la "Fundación Faro" oficialista. El lujoso Palacio de la Reconquista situado a metros de la Casa Rosada estaría a punto de convertirse no solo en un híper costoso callcenter estatal, sino además en un búnker de la última "orga" mileísta. La razón es una maniobra repleta de dudas y acusaciones ya reposadas en un despacho judicial que apunta contra Santiago Caputo, el titular del PAMI Esteban Leguízamo, el escritor libertario y director de la "Fundación Faro" Agustín Laje y la familia Pocovi, socia del Presidente, dueña de la exclusiva propiedad y, de yapa, intermediaria de la multimillonaria operación. Así lo destapó una fuerte investigación publicada recientemente por El Disenso que motivó una contundente denuncia del abogado Gregorio Dalbón. La cara "formal" de la maniobra, presuntamente orquestada entre el Gobierno Nacional y sus socios inmobiliarios con el mayor cuidado, indica un enorme negocio de $2.300 millones durante tres años, a razón de $65 millones al mes, para alquilar un piso del susodicho Palacio del centro porteño. Las instalaciones, opulentas, por cierto, serían utilizadas para instalar un callcenter donde atender las consultas del PAMI. La compulsa multimillonaria y la familia Pocovi La operación fue blanqueada en la compulsa 500/24 firmada por Leguízamo y no tardó en despertar sospechas por tres causas. Primero, la compra registra evidentes sobreprecios: su valor triplica el de otros pisos en edificios similares de la zona, y contempla un monto "extra" de hasta $1.000 millones en concepto de "refacciones" que todavía no comenzaron. Segundo, llamativamente, la operación registró un único oferente: la empresa Inversora Eslava S.A., dirigida por la familia Pocovi, dueña de la propiedad.
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