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» La Capital
Fecha: 07/04/2025 06:50
El jueves pasado el único condenado por estrago culposo agravado e n aquella trágica jornada del 6 de agosto de 2013 quedó en libertad tras cumplir los cuatro años de condena. Se trata del gasista que manipuló el regulador de gas ante de la fuga masiva que derivó en una explosión y terminó con la vida de 22 personas y unos 60 heridos. En prisión domiciliaria hasta completar el plazo de la pena, Carlos García hizo sus primeras declaraciones públicas: "Nunca me creí culpable, sí responsable. El hilo se cortó por lo más fino", dijo. Días atrás, el abogado defensor del gasista, Hugo Bufarini, confirmó a La Capital que el jueves pasado su cliente cumplió oficialmente la sanción impuesta de acuerdo al cómputo de los cuatro años que se le impusieron desde la Justicia y con el régimen de prisión domiciliaria que se había establecido ya que el condenado tiene más de 70 años y padece inconvenientes en su salud, con complicaciones por la hipertensión arterial. En 2019 se realizó el juicio oral y público en el que fueron acusados 11 individuos (administradores del edificio, empleados de Litoral Gas, entre otros) por el delito de estrago culposo agravado por las 22 muertes. Se trató de una instancia judicial polémica, y con alto impacto mediático. El veredicto de la Justicia determinó que el único condenado fuera García, a quien le impusieron cuatro años de prisión. Atrás quedaron los intentos de la Fiscalía de fundamentar con pruebas una cadena de negligencias hacia el resto, en sus funciones, responsabilidades y roles a la hora de establecer por qué se produjo la fuga y la posterior explosión mortal. En abril del 2021 se confirmó la condena contra García en segunda instancia y se contempló su edad y estado de salud para hacerle tramitar la pena en su domicilio en un Fonavi de la zona oeste. Y luego de tres intentos por obtener el beneficio de las salidas transitorias que fueron denegados, el jueves pasado llegó el día en el que su plazo de reclusión se terminó de ejecutar. Los intentos por realizar tareas de voluntariado en la Fundación Santuario de Fe del que García es un fiel creyente y seguidor no prosperaron. Ahora, tendrá la libertad de poder seguir con su militancia religiosa cuando lo considere oportuno. salta2141.jpg En primera persona En diciembre de 2016, García ofreció la única entrevista a La Capital luego de todo el proceso judicial. En esa charla había resumido lo que le tocó vivir desde las 9.38 de aquel 6 de agosto de 2013: "El día de la tragedia se abrieron las puertas del infierno", había dicho. Y en un mensaje a los familiares de los fallecidos y heridos dijo con profundo sentir: "Que me perdonen por haber estado en el lugar equivocado, los abrazaría y lloraría todo el dolor que viven, y que vivo yo también". La última vez que se lo había visto en público fue precisamente el 6 de agosto de 2021, en un aniversario de la explosión, cuando había observado a distancia los actos frente a lo que había sido el edificio de Salta 2141 y donde en la pared colgaban las cruces con los nombres de las víctimas. Allí, donde se lo solía ver orando frente a los 22 crucifijos amurados en el tapial. carlosgarcia.jpg Cumplido el 4 de abril pasado el plazo de su condena, habló ya no como reo sino como un hombre plenamente libre. “Les agradezco que se hayan molestado en comunicarse conmigo", dijo la semana pasada a un medio radial, para agregar: "Estoy muy ocupado en hacer cosas para mí, para mi casa, sin demasiado tiempo para poder charlar. Nunca me creí culpable, sí responsable. Otras personas estaban más comprometidas que yo, pero la Justicia dijo lo contrario, el hilo se cortó por lo más fino. A los familiares les digo que siempre estaré orando por cada uno de ellos”. También hizo un repaso de lo que fueron las circunstancias que a su juicio lo dejaron en ese lugar como culpable al manipular el regulador de gas en el frente de Salta 2141. “No se trabajaba bien, era todo muy en el aire. Yo recibí los permisos y no estaba documentado en ningún lado”. A partir de ahora, le tocará a García reconstruir su presente y futuro. Nacido en Paraná (Entre Ríos), arribó desde muy chico a Rosario. Formó su familia y está casado hace 42 años con Estela, con quien tuvo cuatro hijos que ya son grandes: Cintia María, Etelvina Estela, Lorena Natalia y David. >>Leer más: "El día de la tragedia se abrieron las puertas del infierno" Un hombre de fe Ya septuagenario, piensa en lo que viene. “El programa que tengo para mi vida es trabajar en la iglesia Santuario de Fe (Provincias Unidas y Cochabamba), ayudando a las personas en lo espiritual y material. Ese trabajo ya lo tenía previsto, en las audiencias que tuve pedí hacerlo, pero no se dio. Estoy comprometido con ellos, a la brevedad empezaré”, confirmó para acotar: "Hoy me levanté con mucho ánimo, pensando en las cosas que tengo que hacer. Todo el desánimo y desgano que había terminaron. Desayuné unos mates y di vuelta los garajes que tengo para hacer lugar y meter los vehículos”. Ya en diciembre de 2016 había repasado las alternativas más dramáticas de aquellos minutos que derivaron en la fatalidad más importante que padeció Rosario. "Lo que me sucedió a mí, todo lo que pasé y sigo pasando no se compara para nada con el dolor que han tenido los familiares de las personas fallecidas. Yo sigo sufriendo por mi problema y por aquellos que perdieron a sus seres queridos", había mencionado para hacer públicas sus horas vividas tras las rejas: "Cuando estaba en la cárcel pensé que mi vida se había terminado, que ya no tenía que estar más, hasta llegué a imaginar el suicidio, era desesperante. Me tapaba la cara y escuchaba los llantos y los clamores de las personas que estaban allí en el edificio. No lo podía soportar; incluso ahora eso me pone muy mal. No quisiera que nadie lo viva". salta2142.jpg Plazo cumplido “La fecha que calculó el juez penal de ejecución se fijó en el 3 de abril de 2025. Esa sería el día en el que se da por cumplida reglamentariamente la pena al único imputado en el juicio por la catástrofe de calle Salta 2141. Por ese hecho, García fue condenado a cuatro años de prisión”, había recordado Bufarini hace dos semanas atrás. El gasista había cumplido desde 2022 arresto domiciliario por la edad que tenía en ese momento y por su estado de salud, que presentaba cuadros de hipertensión severa y otras complicaciones. “García usa una tobillera y se somete a controles periódicos y permanentes de la autoridad judicial, que de manera sorpresiva puede pasar por su casa y verificar su presencia o no en el lugar. El hecho de que no se cumpla con el arresto domiciliario implicaría que tendría que volver a la prisión de rejas”, había recordado días atrás Bufarini, quien reiteró que en el devenir de la causa judicial por la tragedia de Salta 2141 apeló a la misma frase que su defendido:" Se cortó el hilo por lo más delgado". >>Leer más: Salta 2141: niegan salidas transitorias al gasista condenado El letrado hizo referencia a las sucesivas apelaciones que fueron denegadas en los tribunales superiores y hasta la interposición de un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Santa Fe, la máxima instancia judicial en la provincia. Cabe recordar que la familia Gianángelo (hermanos y padres de Débora, fallecida en la tragedia) es la única querellante en la causa. La resolución penal fue apelada en todas las instancias, del fuero ordinario hasta llegar a la Corte Suprema de la Nación, que también desestimó el planteo, confirmando las dos instancias anteriores. Por ahora, queda por conocer si la Corte Interamericana de Derechos Humanos hará lugar.
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