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» Politicargentina
Fecha: 06/04/2025 08:41
El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió esta semana para evaluar el programa económico de Argentina, sin lograr un consenso sobre la liberación inicial de fondos que el país aguarda con urgencia. Las discrepancias surgidas entre los representantes europeos en el organismo impidieron avanzar hasta el momento en la entrega de los recursos, en un contexto donde las reservas internacionales argentinas se encuentran bajo presión y el gobierno de Javier Milei busca oxigenar su plan económico.Este impasse se produce mientras Donald Trump, principal accionista del FMI tras su retorno a la presidencia de Estados Unidos, reconfigura el escenario global con la imposición de aranceles generalizados, afectando las dinámicas internas del organismo multilateral.El encuentro en Washington tenía como objetivo destrabar la primera liberación de fondos de un programa financiero estimado en USD 20.000 millones, un monto que el Ejecutivo argentino considera esencial para fortalecer las arcas del Banco Central. No obstante, las objeciones planteadas por los directores europeos, centradas en la necesidad de mayores precisiones sobre el ajuste fiscal y la política cambiaria, frustraron las expectativas del equipo liderado por el ministro de Economía, Luis Caputo.Desde el FMI, las declaraciones oficiales se limitaron a señalar que “las negociaciones continúan”, una fórmula diplomática que no disimula las dificultades para alinear intereses en un directorio marcado por tensiones geopolíticas.A este cuadro se suma la influencia de Trump, quien, según trascendió en declaraciones de su enviado para América latina Mauricio Claver-Carone, estaría dispuesto a facilitar el respaldo del FMI a Argentina, pero bajo una condición estratégica: que el Gobierno de Milei revise sus vínculos económicos con China y adopte una postura más alineada con los intereses de Washington. Este planteo, que remite a las lógicas de la competencia global entre potencias, se entrelaza con la reciente decisión del mandatario estadounidense de imponer aranceles a gran escala, una medida que tensiona las relaciones comerciales con Europa y Asia. En este sentido, la Casa Blanca parece utilizar su peso en el FMI como herramienta de negociación, complicando aún más las aspiraciones argentinas de obtener recursos de libre disponibilidad.Con vencimientos de deuda que se acumulan a partir de 2026 y una dependencia crítica de los ingresos por exportaciones agrícolas, el Gobierno requiere con urgencia un flujo de divisas que apuntale la estabilidad financiera. Sin embargo, las exigencias técnicas del Fondo y las presiones geopolíticas de Estados Unidos configuran un escenario adverso. En los mercados, la incertidumbre ya se refleja: el tipo de cambio paralelo registra alzas sostenidas y los bonos soberanos, que habían mostrado una recuperación ante la expectativa de un acuerdo, enfrentan ahora renovadas dudas sobre su desempeño, con un riesgo país muy cerca de los 950 puntos básicos.
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