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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/04/2025 04:50
La Línea F conectará Barracas con Plaza Italia, mejorando la integración entre el norte y sur de Buenos Aires Producto de la pandemia y de cambios urbanos, las dinámicas han cambiado: la ciudad necesita una red de movilidad transversal, sostenible y eficiente que considere nuevas centralidades y cambios en el mundo del trabajo donde la presencialidad diaria dejó de existir en muchos sectores y el Microcentro está cambiando sus usos.En Buenos Aires, moverse por algunas zonas en ciertos horarios es complejo. La congestión aumenta, los traslados norte-sur alientan la fragmentación social y el sistema de transporte público sigue anclado en una lógica radial y obsoleta, propia de otra época. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) concentra más de 15 millones de personas, donde se realizan diariamente más de 8.5 millones de viajes en transporte público, de los cuales un 78,6% usa solamente colectivo y un 21,4% dependen del subte y el tren teniendo al centro porteño como epicentro. En este contexto, junto al Jefe de Gobierno, lanzamos hace unas semanas el Sistema Integrado de Movilidad Urbana basado en cuatro proyectos estructurales que modificarán de raíz la manera de moverse en la Ciudad de Buenos Aires, generando un verdadero efecto de red en la oferta existente y equilibrando las oportunidades de acceso a lo largo y ancho de la ciudad. La Línea F: una deuda histórica Buenos Aires implementará un sistema de movilidad en red para combatir la fragmentación social y la saturación urbana El primero de estos proyectos es la Línea F de Subte, cuya construcción ha sido postergada durante décadas. Esta línea, prevista en la Ley N° 670 sancionada en 2001, va a unir Barracas con Plaza Italia, atravesando Constitución, San Telmo, Monserrat y Recoleta con una estimación de más de 300.000 pasajeros diarios, descongestionando la Línea C y ofreciendo nuevas combinaciones con el resto de las líneas. Su trazado es clave para mejorar la integración del Sur con el Norte de la Ciudad. “Además será un línea de transbordo amplificando el efecto red del sistema.” Primera línea de colectivo 100% eléctrica para el Microcentro y el SurEl segundo eje es la creación de una línea de colectivo 100% eléctrica para unir Retiro con La Boca, dos zonas de enorme valor cultural y patrimonial, que hoy carecen de una solución de transporte eficiente y sustentable. En parte porque los colectivos se trasladaron a los metrobuses de 9 de Julio y el Bajo. En un contexto donde el Microcentro se reconvierte en una zona residencial y de usos mixtos, esta línea eléctrica aporta una movilidad silenciosa y sin emisiones. “Además de contribuir a la recuperación de la vida urbana, el comercio de cercanía y el turismo en el sur de la ciudad.” Las líneas T1 y T2: conectividad transversal para reducir asimetrías El tercer y cuarto componente de este plan son las líneas transversales T1 y T2, dos nuevas líneas de transporte que atravesarán la ciudad de este a oeste, conectando directamente el norte y el sur y cruzando la red de ferrocarriles metropolitanos por el centro y por el oeste de la ciudad. Hoy, la lógica radial de los trenes obliga a los pasajeros a pasar por Constitución, Retiro u Once para realizar conexiones, incrementando los tiempos de viaje y la saturación de estas terminales. Las nuevas T1 y T2 no solo permitirán trasbordos más ágiles con líneas ferroviarias clave como el Sarmiento, el San Martín y el Mitre, sino que también atravesarán barrios densamente poblados y estratégicos como Caballito, Flores, Villa del Parque, Almagro, Palermo y Nueva Pompeya, generando nuevas centralidades y fortaleciendo la integración del norte y el sur de la ciudad. Además, estos cuatro proyectos tendrán un impacto directo en la mejora de las isocronas de los barrios, es decir, en la cantidad de territorio al que cada vecino podrá cubrir en un menor tiempo de viaje. Esto promoverá el desarrollo de nuevas centralidades urbanas, tal como lo ha impulsado, por ejemplo, París, con su modelo de la "ciudad de los 15 minutos“, reduciendo la necesidad de desplazamientos largos, descentralizando la concentración de actividades y apuntando a las metas de carbono neutralidad hacia 2050 con transporte sin emisiones. Estas líneas contribuirán a acortar distancias en una ciudad que, en muchos sectores, aún funciona fragmentada. Además, facilitarán el acceso a nodos clave como Ciudad Universitaria, que recibe más de 50.000 estudiantes y docentes por día, el Aeroparque Jorge Newbery, con más de 11 millones de pasajeros anuales, Parque Rivadavia y los principales centros de salud de la ciudad. Una nueva matriz de movilidad Más allá de la infraestructura y la innovación tecnológica, este plan busca un cambio de paradigma. Buenos Aires necesita abandonar la lógica de “ciudad partida” con un sistema de movilidad radial, y evolucionar hacia un sistema de movilidad en red que promueva “nuevas centralidades”, la cohesión social, la sostenibilidad ambiental y la competitividad económica. Según la consultora internacional TomTom, Buenos Aires es hoy la sexta ciudad más congestionada de América Latina, con demoras promedio del 42% en horas pico. A su vez, la mitad de las emisiones contaminantes provienen del transporte automotor. Frente a este panorama, las cuatro nuevas líneas propuestas no sólo reducirían tiempos de viaje y emisiones, sino que consolidarían una Buenos Aires más integrada y eficiente. El desafío es político y técnico. Pero es también una oportunidad histórica para que Buenos Aires se transforme en una ciudad más justa, moderna y sostenible. “Ahora es el momento para dar el salto hacia una ciudad mejor conectada, más equitativa y preparada para el futuro.”
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