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  • La lucha en Entre Ríos contra los realistas

    Concordia » El Heraldo

    Fecha: 30/03/2025 02:20

    El gobierno de Buenos Aires, con conocimiento de este accionar del enemigo y bajo la incansable y muy destacada actividad del vocal Juan Larrea, equipó una pequeña escuadrilla para colocarla estratégicamente en la desembocadura del río Colastiné para que, sumado a las baterías de la costa que se construían en Santa Fe, tratar de mantener abierto el tráfico de tropas entre Santa Fe y la Bajada del Paraná, que era el pasaje necesario para combatir contra los realistas de Montevideo, pero para eso era necesario cruzar la Provincia de Entre Ríos y luego pasar del Arroyo de la China al Paso Sandú (Paysandú) Los navíos españoles, navegando a la vela contra la corriente, no se podían desplazar con tanta rapidez como los jinetes por la costa para seguirlos y comunicar sus movimientos. Se aseguraban de que por la distancia a la que se hallaba la flota, en breves horas los patriotas en lanchas y canoas salvaban las seis leguas de Santa Fe a la Bajada del Paraná. En 1811 en Santa Fe se habían instalado dos baterías, una en el emplazamiento actual de la aduana de Santa Fe y otra en la desembocadura del riacho que desemboca en el Paraná Además, a pedido de la Junta Provincial de Santa Fe, resolvió la creación de dos baterías que serían emplazadas bajo la dirección del coronel de ingenieros don Ángel Monasterio, destacado por el General Manuel Belgrano, quien el 7 de febrero de 1812 llegó a Rosario al mando del Regimiento 1 de Infantería (Patricios) Todo el vecindario colaboró en la construcción y emplazamiento con tanto entusiasmo, que en veinte días quedaba finalizado el trabajo de su instalación de la batería “Independencia” “Ese 27 de febrero, a las seis y media de la tarde el clarín rasgó la tarde el silencio expectante, mientras las manos de Cosme Maciel, trémulas de bendecido privilegio÷ como acota Gianello÷ hacían subir aquella enseña sacrosanta” Si bien las baterías allí instaladas no dieron los frutos que de ellas se esperaba, pues no pudieron impedir el paso de la flota enemiga, sin embargo serían siempre recordadas por haber sido el sitio del izamiento de la bandera por primera vez. En el territorio entrerriano se construyeron otras dos baterías, también levantadas por la pericia del coronel Monasterio. Según Facundo Arce (Antecedentes sobre las baterías de Punta Gorda. Paraná 1950) las baterías fueron luego terminadas por el capitán de artillería Manuel Herrera y fueron dos, la del Banco y la de Costa Firme en la costa de la actual Diamante. Estas baterías tenían la finalidad de ser un escollo al desplazamiento de la flota de Montevideo. Pero los sucesos más importantes ocurrieron en el río Uruguay, donde no se había construido ningún emplazamiento de artillería. La defensa estaba a cargo del comandante general de los Partidos de Entre Ríos, don Elías Galván, veterano que se había destacado como jefe militar en Misiones y que tuvo allí un desempeño sobresaliente. acá se ocupó de coordinar las milicias que, conducidas por los caudillos lugareños luchaban contra los realistas. Los entrerrianos realizaron abordajes a las naves realistas como la acción de Arroyo Bellaco y de Paranacito. El 12 de enero de 1813, el comandante de Gualeguaychú don José Gutiérrez se enteró que en las costas de Landa, en la boca del rio Gualeguaychú merodeaban tres embarcaciones enemigas con tropas con intenciones de desembarcar para saquear los establecimientos rurales de la costa. El comandante Gutiérrez ordenó al capitán Gregorio Samaniego que impidiera el desembarco. Samaniego se reforzó con un escuadrón de 25 soldados de caballería de Gualeguay al mando del capitán José Santos Lima. El día 14 de enero los patriotas encontraron a la flotilla realista en las costas del Arroyo Bellaco donde había fondeado preparándose para el asalto a la costa. Sin darles tiempo a disposición alguna, los entrerrianos se lanzaron al abordaje de las embarcaciones. El primer barco que cayó en poder de los patriotas, fue capturado por los soldados Antonio Gorosito, Matías Guzmán y Anselmo Ayala, y el ayudante Pablo José de Lima y el cabo José Domingo Montañés, quienes habían ganado a nado la nave para abordarla sujetando el sable con los dientes con los que luego atacaron al enemigo produciéndoles muchas bajas hasta su rendición, tomando veintiún prisioneros y cinco cañones con sus correspondientes elementos de carga. También fue conquistada una bandera que fue colocada en la Iglesia de San Antonio de Gualeguay dedicada a su Santo Patrono. Del mismo modo fueron conquistadas por los patriotas las otras dos embarcaciones. Poco después, el mismo capitán Samaniego repitió la maniobra de captura el 8 de febrero de 1813 en el Arroyo Paranacito abordando una balandra enemiga de dos cañones “Nuestra Señora del Carmen” que fue apresado, tomando prisionera a toda la tripulación, que superaban en número a los atacantes de caballería que también la abordaron a nado. Eso motivó que los realistas creyeran que el número de atacantes era muy superior a lo real. El 24 de febrero, las milicias de Concepción del Uruguay comandadas por el capitán Ricardo López Jordán y el teniente de granaderos Miguel Escobar, lograron una brillante victoria al atacar a tres buques españoles que operaban en un paraje cercano a la Villa de Concepción del Uruguay. En total, los hombres al mando de López Jordán apenas llegaban a veinte y cinco hombres, entre milicianos y granaderos. Se lanzaron contra un buque pedrero que tomaron, haciendo prisioneros a sus catorce tripulantes y luego capturaron los cruceros “Victoria” y “Carumbé”, donde también capturaron otros veinticinco hombres con su armamento, 1 cañón y vituallas. Ese año de 1813, tan auspicioso en acciones heroicas logradas por hijos de esta tierra, tendría su correlato en sucesos políticos que incidieron en nuestra historia provincial. El Triunvirato, a consecuencia de la revolución del 8 de octubre de 1812, había convocado a una Asamblea General Constituyente que inauguró sus sesiones el 31 de enero de 1813. Sería presidida por Juan José Paso que al inaugurar las sesiones dijo “Cerca de tres años hemos recorrido desde el principio de nuestra Revolución a paso vacilante y sobre sendas inciertas por falta de un plan que trazase indistintamente las rutas de nuestra carrera y destino. Tal vez este es el único principio que ha originado la variedad de opiniones y la división de partidos que han debilitado considerablemente nuestra fuerza moral, que es la de mayor necesidad de concentrar” Entre Ríos no figura entre los pueblos citados para elegir representante a la Asamblea General Constituyente. Recién en la sesión del 22 de abril de 1813 se incorpora como “diputado por el continente de Entre Ríos” el Dr. Ramón Anchoris , personaje que había sido gran propagandista y difusor de la Revolución de Mayo, pero era una persona desvinculada de nuestro medio La Asamblea del Año 13, en la sesión del 25 de junio, tomó en consideración el petitorio firmado “por un ciudadano habitante de la Baxada del Paraná” para que se elevara al “rango de Villa de la Baxada del Paraná” al vecindario de ese paraje. Con la firma del Presidente Juan José Paso y el Secretario Hipólito Vieytes, el 25 de junio de 1813 se hizo lugar al petitorio.

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