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  • La interna política y la amenaza en medio de la ruta que desataron la guerra entre las barras de Gimnasia y Estudiantes

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 25/03/2025 18:39

    Pelea de Barras Estudiantes y Gimnasia Los dos volvían de disfrutar el fin de semana largo en la Costa. Y el parador Atalaya fue una tentación para comer las tradicionales y famosas medialunas. Ninguno sabía que el otro había pensado exactamente lo mismo. Y, así, ayer por la tarde, Iván Tobar, jefe de la barra brava de Estudiantes y hombre fuerte de la intervención de la Uocra local, se cruzó con integrantes de la familia de Cristian Camillieri, el jefe de la barra brava de Gimnasia, cuya hija está en pareja con Brian Medina, nieto del Pata, enfrentado a muerte con el clan Tobar. La guerra entre ambos sectores viene desde hace tiempo y lo que empezó por cuestiones gremiales se trasladó al fútbol: Tobar quiso a través de gente propia de su tropa tomar la barra del Lobo. En esos cruces que mezclan negocios ilícitos futboleros y de la construcción, hubo varios encontronazos, algunos a puño limpio, otros con arma blanca. Y la promesa de verse las caras y terminar de una vez por todas con esta situación. Y eso parecía que iba a ocurrir ayer. Porque el sobrino del Volador Camillieri, que lleva 25 años al frente de la barra Tripera, ofreció pelear a Tobar. La secuencia fue grabada por varios integrantes de la familia en donde en el código de la mafia quedó como que el capo de la barra Pincha no quiso pelear mano a mano y le dice, tal el video al que accedió Infobae, que si subían lo que estaban grabando eso no iba a quedar así. Y la familia Camillieri no sólo subió el vídeo de la ruta, sino que el jefe del clan, el Volador, hizo después otro diciendo que si les hacía algo a sus familiares él lo iba a ir a buscar. En ese clima hoy había una inauguración en una plaza de La Plata y Camillieri, que maneja una cooperativa, fue a la zona con algunos miembros de la barra de Gimnasia. La jornada transcurrió en paz y no parecía que nada malo podía suceder. Pero Tobar tenía el dato que el Volador iba a ir con su gente a la inauguración. Y mandó a algunos a infiltrarse y a seguir a uno de sus segundos, Fernando Saconi, alias Fernandito. Y, cuando lo vieron solo, entre más de diez lo encerraron, lo hicieron bajar de la moto, lo apuñalaron dos veces en los miembros inferiores y le grabaron un vídeo humillándolo. Apenas se enteró de lo ocurrido, Camillieri llegó con su grupo en auxilio y lo trasladaron hasta el hospital de Gonnet. Y mientras estaban esperando comunicación de los médicos sobre la atención de “Fernandito”, apareció la facción de Tobar a rematar la faena y con facas, lanzas y armas terminaron armando una guerra tremenda que dejó heridos al propio Camillieri y a otros dos de su tropa, Mauro Perilli y Juan Arcajo. Al primero de ellos, según algunos familiares, lo están operando porque tiene heridas de gravedad. La amenaza en medio de la ruta que le dio el pie a la batalla en plena Ciudad de La Plata Este capítulo de hoy viene de una saga que mezcla no sólo sindicalismo y barras, sino también apoyo político e impunidad policial. Tobar creció en La Plata a través del ex interventor de la Uocra, Carlos Vergara. Cuando cayó en prisión el histórico hombre fuerte del gremio de la construcción, el Pata Medina, Vergara, que venía de Rosario, se apoyó en Tobar, quien fue recomendado por otro barra ya asesinado, Pillín Bracamonte. Con esa palanca, el General, como se lo conoce en el mundo de Estudiantes, empezó a pisar fuerte y a armar una estructura de poder similar a la que en su momento tenían los Medina: nada se podía hacer sin pasar por él. De hecho, el catering, los baños químicos, las bolsas de trabajo, todo tenía que tener el visto bueno de Tobar, que se había aliado con empresas de esos rubros para monopolizar los trabajos. Pero la situación judicial de los Medina comenzó a cambiar y la relación de fuerzas empezó a emparejarse. De cualquier manera, Tobar siguió teniendo el poder gracias a sus contactos políticos en Ensenada y La Plata, mientras que los Medina seguían fuerte en Berisso. Hasta entonces, el Volador Camillieri miraba la situación desde afuera. Como jefe de la barra de Gimnasia tenía una enemistad con Tobar, pero nada como para ir a una guerra santa. Hasta que el General decidió que también iba a tomar poder en otros sectores. Así se hizo fuerte en el sindicato de la carne, abrió con su hermano un sindicato paralelo de Patovicas y empezó a tallar fuerte en la noche platense; también hacían y deshacían en el Mercado de Abasto. De ser jefe barrabrava a tener el mundo a sus pies. Pero quiso más aún y pretendió copar la barra de Gimnasia. Tener la tribuna de los dos clubes más populares de la ciudad le daría un poder inconmensurable. Y fue por ello. Y ahí se desató la guerra. Volador anticipó la pelea en las redes En el medio, una hija de Camillieri empezó una relación de pareja con el nieto del Pata Medina, Brian. Que además es hincha de Gimnasia. Sumaron dos más dos cuatro y se armó otro ejército para pelear contra Tobar. Y se empezaron a suceder una guerra de guerrillas, con emboscadas permanentes. En una de ellas, un peleador de kickboxing de la barra de Estudiantes, llamado Emanuel, se enfrentó con el Volador, quien había pactado pelearse con Tobar y no con él. El resultado lo subieron a las redes para humillar al líder del Lobo y eso generó aún mayor conflicto, con gente de Gimnasia buscando por toda La Plata a Tobar para generar la venganza. Y éste mandando su gente a golpear y emboscar a los familiares y amigos de Camillieri. A fin del año pasado, en un partido contra Unión, la barra de Gimnasia estrenó una nueva bandera con un mensaje de “estamos todos con el Volador” y dos semanas después, en un partido contra Newell’s, molieron a palos a hinchas de Gimnasia vinculados a la lista Azul y Blanca de la Uocra, la de Tobar, y dos terminaron hospitalizados. A la salida de la cancha, 30 barras de Gimnasia atacaron una reunión de la Juventud Sindical de La Plata que lidera Rodrigo Tobar, hijo del General, y después aparecieron a los tiros por subsidiarias de la empresa Edelap, que es la que provee la energía eléctrica a toda la capital de la Provincia y las zonas aledañas. Hubo denuncia policial y Camillieri se vio amenazado por una causa judicial y entonces decidió actuar: hizo un video invitando a pelear a su par de Estudiantes para saldar de una vez por todas la cuestión, lo vinculó directamente con el narcotráfico en toda la región y le dejó en claro que no va a dar ni un paso atrás. Se filmó con un poster con varias fotos del Che Guevara detrás, mostrándose como hombre del Pata Medina. Pelea de Barras Estudiantes y Gimnasia La respuesta fue inmediata: Tobar contestó con un video bizarro detrás de una máscara aceptando el convite. Pero que nunca se dio entre ellos finalmente, sino entre gente de cada grupo. Hasta que ayer finalmente se encontraron en un parador rutero Tobar y el sobrino de Camillieri. No hubo pelea pero sí vídeo. Y la respuesta hoy ya no fue viral, sino real: primero el ataque a Fernandito, que lo dejó en el hospital, y después a rematar la faena contra los amigos y familiares de éste que habían ido a apoyarlo hasta el nosocomio de Gonnet. Así las cosas, La Plata está ardiendo. Y si bien el fuego lo encienden los barras, el combustible para prenderlo o sofocarlo está en manos de los políticos, sindicalistas y policías. Que en una sociedad normal deberían actuar apagándolo y acá, a pura impunidad, lo único que hacen es encenderlo hasta que se incendie todo. Fernando Saconi, tras el brutal ataque entre diez La burla de la barra de Estudiantes tras la pelea

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