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» Compactonea
Fecha: 25/03/2025 14:47
El cirujano Sergio Alfieri, jefe del equipo médico que trató al papa Francisco durante su hospitalización en el hospital Gemelli, reveló que el pontífice estuvo en dos ocasiones al borde de la muerte. El episodio más crítico ocurrió la noche del 28 de febrero, cuando un grave broncoespasmo puso en riesgo su vida. En una entrevista con el diario Corriere della Sera, Alfieri relató que esa noche el equipo médico tuvo que tomar una decisión extrema: "O nos deteníamos y lo dejábamos ir, o probábamos con todos los medicamentos y terapias posibles, asumiendo un riesgo muy alto". El cirujano recordó que fue la primera vez que vio lágrimas en los ojos de quienes rodeaban al Papa. "Son personas que lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación era crítica y que existía la posibilidad de que no lo lográramos", contó. La decisión final estuvo en manos de Massimiliano Strappetti, médico personal del Papa, quien, con pleno conocimiento de los deseos del pontífice, optó por luchar hasta el final. "Inténtalo todo, no te rindas", le dijo. Francisco, de 88 años, era consciente de la gravedad de su estado. "Aquella noche fue terrible. Sabía, como nosotros, que tal vez no sobreviviera", afirmó Alfieri. Pese a los riesgos de dañar otros órganos, el equipo médico persistió en los tratamientos y, finalmente, la infección pulmonar comenzó a ceder. El segundo episodio crítico Cuando el Papa parecía recuperarse, sufrió un segundo episodio alarmante. Mientras comía, vomitó y aspiró, lo que puso nuevamente su vida en peligro. "Fue otro momento verdaderamente crítico. Si no se actúa de inmediato, existe riesgo de muerte súbita", explicó Alfieri. El cirujano recordó con emoción cómo, en el momento más difícil, Francisco le tomó la mano durante varios minutos, buscando consuelo. El regreso al Vaticano A pesar de la gravedad de su estado, el Papa mantuvo su buen humor durante la hospitalización. "En cuanto empezó a sentirse mejor, pidió salir a dar una vuelta por la sala. Un día salió de su habitación cinco veces, tal vez más", relató el médico. También tuvo gestos de cercanía con el personal del hospital, como cuando entregó dinero a un colaborador para invitar con pizza a quienes lo asistieron. Alfieri reveló que Francisco estaba al tanto de los rumores sobre su muerte y reaccionaba con su característica ironía. Finalmente, cuando su recuperación avanzó, le dijo al médico: "Sigo vivo, ¿cuándo nos vamos a casa?". El Papa regresó a su residencia en Santa Marta con indicaciones médicas estrictas, entre ellas evitar el contacto con grandes grupos o niños para prevenir nuevos contagios. Sin embargo, Alfieri reconoció que no puede imponerle restricciones: "Él es el Papa, no somos nosotros quienes podemos dictar su comportamiento". Uno de los momentos más impactantes para el cirujano fue verlo salir del hospital vestido de blanco. "Es la emoción de ver al hombre convertirse nuevamente en Papa", concluyó.
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