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» Diario Cordoba
Fecha: 25/03/2025 14:41
La ultraderecha alemana exhibió su capacidad para 'estorbar' en el recién constituido nuevo Parlamento desde su posición de segunda fuerza. Pero sigue sin conquistar ninguna de las vicepresidencias de la Cámara por el bloqueo del resto degrupos. Mientras la conservadora Julia Klöckner, del bloque de presumible nuevo canciller, Friedrich Merz, lograba su elección como presidenta con un amplio respaldo, el ultraderechista Gerold Otten vio derrumbada su candidatura en las sucesivas vueltas previstas. El resto de aspirantes de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Partido Socialdemócrata (SPD), Verdes y también La Izquierda sí obtuvieron sin contratiempos una de las vicepresidencias. Al rechazo a Otten, un militar retirado de las fuerzas aéreas alemanas, siguieron las redobladas protestas de Alternativa para Alemania (AfD), que calificó su exclusión de antidemocrática. Este partido quedó ya fuera de la cúpula parlamentaria en las anteriores legislaturas. La diferencia es que ahora es la segunda fuerza a escala nacional, solo superada por el bloque conservador de Merz, con 208 escaños. La AfD dobló sus resultados en los comicios del pasado 23 de febrero y tiene en la nueva Cámara 152 escaños. Relegó así al tercer puesto a la socialdemocracia de Olaf Scholz, con 120 escaños, mientras que los aún socios de gobierno del canciller saliente, los Verdes, tienen 85. A La Izquierda, finalmente, le corresponden 64. Equilibrio de fuerzas inédito Es una correlación de fuerzas inédita en la República Federal de Alemania. No solo por el avance del radicalismo derechista, sino también porque la 'tarta' parlamentaria ha quedado reducida a cinco grupos, al quedar convertidos en extraparlamentarios los liberales del FDP. Este partido fue hasta hace unas décadas una formación 'bisagra' tanto para gobiernos liderados por los conservadores como los socialdemócratas. Fuera ha quedado también el recién fundado izquierdismo prorruso de Sahra Wagenknecht, que fracasó en la búsqueda de su propio electorado. El discurso inaugural le correspondió al izquierdista Gregor Gysi, por ser el diputado más veterano del hemiciclo. Este papel levantó ya encendidas protestas de la AfD. Históricamente, el honor del discurso se concedía al diputado de más edad, lo que le habría correspondido a Alexander Gauland, presidente honorario y fundador de la AfD. Pero ya en la anterior legislatura se modificó este protocolo por esta misma razón, lo que entonces derivó ya en encendidas, pero inútiles protestas de la ultraderecha. Todo era bastante anómalo en la sesión constitutiva del nuevo Bundestag, con un centenar menos de escaños que el anterior, a consequencia de la reforma aprobada para bajar de los más de 700 escaños que tuvo a los actuales 630. Son menos los asientos y mucho menor el peso del centro-izquierda. Scholz seguirá ejerciendo como canciller en funciones hasta la elección de su sucesor, para convertirse luego en ‘diputado raso’ por el mandato logrado en su distrito electoral. El bloque conservador de Merz y los socialdemócratas están negociando su pacto de coalición pero, pese al buen arranque y los principios de acuerdo en materia de rearme y fiscal, han fuertes diferencias en política migratoria y social. El propósito de Merz es someterse a la elección como canciller por el Parlamento el 23 de abril. Paridad de género en retroceso La conservadora Julia Klöckner, de 52 años y ministra de Agricultura bajo Angela Merkel, es la cuarta mujer que ocupa la presidencia del Bundestag. Sucede en el puesto a la socialdemócrata Bärbel Bas. Pero, fuera de esos puestos destacados, la paridad de género en la nueva cámara ha experimentado un nuevo retroceso. El porcentaje de escaños ocupados por mujeres se sitúa en el 32,4%, un descenso de 2,4 puntos respecto al anterior. Solo entre los Verdes y La Izquierda supera el porcentaje de diputadas el 50%, mientras que en la ultraderechista AfD se cae al 11,3%. Tampoco se ha avanzado en cuanto a presencia de parlamentarios con raíces extranjeras: se sitúa en un 11,4%, prácticamente al mismo nivel que su antecesor. Lo que teniendo en cuenta que uno de cada cuatro ciudadanos del país tienen orígenes no alemanes es un porcentaje muy bajo.
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