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Parana » AIM Digital
Fecha: 25/03/2025 12:24
La vitamina D es un nutriente esencial que desempeña un papel crucial en numerosas funciones del organismo. A menudo se la conoce como la "vitamina del sol" porque el cuerpo puede producirla cuando la piel se expone a la luz solar. Sin embargo, también se puede obtener a través de ciertos alimentos y suplementos. Nuestra piel es la fábrica natural de vitamina D y necesita niveles saludables para algunas funciones clave, entre ellas: Control de la división celular: La vitamina D controla la división celular en las capas de la epidermis, por lo que es muy importante para mantener el grosor de la piel. Unos niveles saludables de vitamina D se traducen en una epidermis más tersa y con menor riesgo de hiperqueratinización (que daría lugar a piel áspera). Regulación del sistema inmunológico de la piel: La vitamina D participa en la regulación del sistema inmunológico de la piel, ayudando a combatir infecciones y procesos inflamatorios. Esto es especialmente importante en afecciones cutáneas como el acné, la psoriasis y la dermatitis atópica, donde la inflamación juega un papel fundamental. Fortalecimiento de la barrera cutánea: La vitamina D contribuye a mantener la integridad de la barrera cutánea, la capa más externa de la piel que actúa como escudo protector contra agresiones externas como los rayos UV, la contaminación y los microorganismos. Una barrera cutánea fortalecida ayuda a prevenir la pérdida de humedad, la irritación y la inflamación. Apoya un microbioma saludable: La vitamina D permite que nuestra piel produzca más péptidos antimicrobianos (AMP), que son sustancias importantes que mantienen a raya a los microbios dañinos y respetan los microbios beneficiosos de la piel. Esto permite que la piel desarrolle un microbioma más saludable, que es la base de la salud general de nuestra piel. Mejora la cicatrización de heridas: La vitamina D juega un papel en la cicatrización de heridas al estimular la producción de colágeno, una proteína esencial para la reparación de tejidos. Prevención del envejecimiento prematuro: La vitamina D actúa como antioxidante, protegiendo la piel del daño causado por los radicales libres, moléculas inestables que pueden contribuir al envejecimiento prematuro de la piel. Reducción del riesgo de cáncer de piel: Algunos estudios sugieren que la vitamina D podría tener un papel en la prevención del cáncer de piel, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos. Podemos encontrar Vitamina D que nos ayudará a mejorar nuestra piel y huesos en alimentos como: Pescados grasos como: el salmón, sardinas, atún, arenque, caballa, anchoas, bonito, rodaballo, trucha... Cereal fortificado: La manera más fácil de averiguarlo es consultar la etiqueta de nutrición en la caja o el envase. Busca el contenido de vitamina D: si dice que es 0%, tu cereal no está fortificado. Yemas de huevo: Es una excelente fuente de Vitamina D natural también relacionado con la perdida de memoria. Requesón: Es una fuente inesperada. Hecho de la cuajada que se forma cuando la cuajada se forma, es una excelente fuente de Vitamina D que ayuda con la absorción del calcio. Jugo de naranja: es muy bueno para la salud ósea porque la Vitamina D ayuda a absorber el calcio. Yogurt: los lácteos enriquecidos son una fuente de Vitamina D ya que ayuda a mantener los huesos fuertes. Fuente: Bimba y sus cosas
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