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Parana » Entremediosweb
Fecha: 25/03/2025 11:10
El Papa Francisco fue dado de alta de la clínica Gemelli tras permanecer cinco semanas internado en grave estado de salud. El médico cirujano que lo atendió durante su estadía en el centro de salud, Sergio Alfieri, dio un impactante detalle sobre cómo fueron sus días allí. Contó que el sumo pontífice, de 88 años, estuvo “dos veces a punto de morir. La situación estaba perdida”, indicó en una entrevista con el diario Corriere della Sera. Alfieri, que ya había intervenido quirúrgicamente a Francisco, reveló: “Hubo un momento en el que se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto”. El médico contó que la peor de las noches fue la del 28 de febrero, cuando el Papa cumplía dos semanas internado en el centro de salud y comenzaba a sufrir por sus broncoespasmos. Alfieri confesó que todos los que rodeaban al Papa, en particular su enfermero de confianza Massimiliano Strapetti, estaban con “lágrimas en los ojos” ante la incertidumbre. Strapetti incluso imploró al cirujano: “Intentalo todo, no te rindas”. A pesar de la gravedad de su estado, el Papa Francisco demostró una entereza admirable. Según relató Alfieri, desde el primer día de su internación, el Pontífice pidió que se le informara siempre la verdad sobre su condición. Incluso en los momentos más difíciles, cuando su salud empeoró, se mantuvo “completamente consciente” y brindó aliento al equipo médico. Alfieri destacó que durante días existió el riesgo de dañar los riñones y la médula ósea debido a los tratamientos intensivos, pero decidieron seguir adelante. El segundo episodio en el que la vida del Papa pendió de un hilo ocurrió poco después, cuando parecía que la crisis más aguda había pasado. Mientras comía, el Papa vomitó y aspiró. Alfieri describió este momento como “terrible”, explicando que en estos casos existe un alto riesgo de muerte súbita o de complicaciones pulmonares, órganos que ya estaban severamente comprometidos. El cirujano recordó conmovido cómo, en ese instante crítico, el Papa le tomó la mano durante unos minutos, “como buscando consuelo”. Una vez superados los momentos más difíciles, el Papa Francisco mostró signos de recuperación y ánimo. Incluso pidió recorrer en silla de ruedas la suite exclusiva de los papas en el décimo piso del hospital para saludar a otros pacientes. Alfieri también compartió un gesto significativo del Papa, quien ofreció pizza a quienes lo habían ayudado durante su internación. Cómo sigue la salud del Papa Tras su regreso al Vaticano, donde continúa su convalecencia en su departamento de Casa de Santa Marta, el Papa debe seguir ciertas prescripciones médicas, como evitar el contacto con grupos de personas o niños para prevenir nuevas infecciones. Alfieri reveló que conversó con el Papa el día de su alta y se prometieron “no desperdiciar el esfuerzo” realizado. Sin embargo, el médico reconoció la autonomía del Pontífice al afirmar: “Francisco es el Papa y nosotros no podemos dictar su comportamiento”.
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