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Parana » Pagina Politica
Fecha: 25/03/2025 09:33
Después de al menos una década, la manifestación en reclamo de Memoria, Verdad y Justicia volvió a ser una sola. Con un recorrido nuevo, que asomó a Plaza Mansilla, sede del gobierno provincial, la Multisectorial de Derechos Humanos confluyó con las organizaciones del Encuentro por los Derechos Humanos de Ayer y de Hoy para arribar a Plaza Alvear para un acto en unidad. “Fascismo y genocidio ¡Nunca más!” fue esta vez la consigna de la manifestación multitudinaria que arrancó con la reacción ante un hecho que se vivió como amenaza: el emplazamiento de un Falcon verde a metros del Monumento a la Memoria que fue retirado del lugar por inspectores del municipio. Fue potente la presencia de los colectivos identificados con los feminismos, el movimiento antifascista que tuvo su nacimiento en la marcha del 1 de febrero y los trabajadores de la cultura que aportaron su labor en distintos momentos del recorrido. La marcha fue encabezada, como todos los años, por los organismos de Derechos Humanos, Afader, Hijos y La Solapa. Hubo mayor cantidad de gente de a pie, circulando de una columna a la otra, con carteles artesanales. ATE y Agmer movilizaron y garantizaron la participación de sus dirigentes; y fue importante la intervención estudiantil de distintas extracciones políticas, con un crecimiento del espacio de secundarios. Entre las expresiones que mostraron más organización destacaron La Cámpora, el Movimiento Evita, Patria Grande y las agrupaciones identificadas con el Movimiento Socialista de los Trabajadores. También marcaron presencia el Polo Obrero; la Juventud Radical y Franja Morada; el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista; el Partido Comunista Revolucionario, la Corriente Clasista y Combativa y la CEPA; el Partido Solidario; y el Partido Justicialista de Paraná que se sumó en la intersección de Gualeguaychú y Belgrano con un cartel que pretendió marcar la cancha a las identidades presentes: “Fue contra el peronismo”. Entre otros dirigentes, estuvieron los radicales Lucía Varisco y Leandro Brasesco; las diputadas del peronismo, Carolina Gaillard, Blanca Osuna y Laura Stratta; el diputado Tomás Ledesma; Julio Solanas; el titular del PJ de Paraná, Jorge Kinoto Vázquez; el presidente del Concejo Deliberante, David Cáceres y el edil Emiliano Gómez Tutau. Estuvieron también la exjueza federal Lilia Carnero; y el fiscal Álvaro Piérola y funcionarios del gobierno provincial como Mariano Camoirano, María Laura Renoldi, Bruno Frizzo y Julián Stoppello. A lo largo de la marcha se repitieron los nombres de los desaparecidos entrerrianos y hubo dos momentos claves: frente a la Jefatura Departamental Paraná de Policía que avivó el reclamo en contra de la violencia institucional y el pedido de justicia por el crimen de Ariel Goyeneche; y en la explanada de la Catedral donde una veintena de actores representaron una puesta alusiva que se reiteró cuanto hizo falta ante el paso de los manifestantes. El palco en Plaza Alvear también tuvo sus particularidades. En una pantalla, en las espaldas de los oradores, se difundieron imágenes de los desaparecidos entrerrianos junto a sus nombres. Otra novedad relevante en términos políticos fue la decisión de que en el estrado estuvieran presentes los representantes de una treintena de organizaciones que fueron parte de la convocatoria, con un rol preponderante de las madres víctimas del accionar represivo de la Policía de Entre Ríos, encabezadas por Isabel Basualdo. Reconstruir lazos El documento, esta vez, fue breve. Pero además fue contundente en la descripción del retroceso en materia de derechos que atraviesa hoy la Argentina. Por eso, lo central fue la invocación a la unidad, con las premisas de evitar “el aislamiento”; y descartar las “certezas” con el fin de construir “otra ética política” que habilite “la confianza en el otro” en un escenario político que restaura el concepto del “enemigo político”. “Hoy nos encontramos con una dificultad que está a la vista de todos: el aislamiento físico y social. Pongamos allí nuestra atención, y no en la infinidad de información que circula hoy con la clara intención de inmovilizarnos. Sólo el encuentro de los cuerpos, la sensibilidad y las ideas que de allí surjan nos guiarán en esta etapa”, se expresó. “Debemos estar unidos y luchar por las consignas que hoy nos congregan: Fascismos y genocidios, nunca más. Recuperemos las enseñanzas y propuestas de nuestras luchas pasadas. Hemos hecho mucho, conquistando derechos que costaron muchas vidas. Valoremos estas conquistas históricas de las cuales somos ejemplo, vanguardia. Tengamos en claro que la melancolía es antipolítica. No es posible volver atrás. Pero, a la vez, sabemos que no podemos pensar este presente y construir un futuro, sin soltar el hilo de la historia. ¡No claudiquemos en la lucha!”, se exhortó. “Damos pelea en diferentes territorios, revitalizando poco a poco las calles, que son nuestras. Nos movilizamos masivamente porque queremos construir una sociedad que no pone en duda el sistema educativo gratuito y de calidad, la salud pública, las jubilaciones, el trabajo y la dignidad para todos y todas, los derechos laborales, sociales, económicos, ambientales, culturales y políticos, la posibilidad real de ser diversos. Hacemos un llamado a los dirigentes de las organizaciones a trabajar por la unidad del conjunto y el bienestar de nuestro pueblo. ¡Nadie se salva solo!”, expresó el documento único. “Defendamos nuestra soberanía nacional. Recuperemos nuestra pertenencia como pueblo, como clase trabajadora y comprometida. No se trata solo de reafirmar certezas, sino también de revisarlas para construir otra ética política, que contribuya a la reconstrucción de la confianza en el otro. La historia no ha terminado, la disputa es y será constante. Exijamos la plena vigencia de los derechos humanos para lograr lo que nos merecemos como argentinos, como latinoamericanos, como verdaderos hermanos, y así honrar la vida”, se afirmó. El texto expresó la convicción de que “las estrategias las construyen los pueblos”. “Los proyectos políticos que surjan en este tiempo para defender nuestra vida, lo harán con fuerza sólo si por debajo circula una conversación política comprometida con su tiempo que permita pensar más allá de consignas ya sintetizadas. Dejemos de delegar pasivamente nuestro destino. ¡Tomemos la tarea! Es necesario y urgente recuperar nuestra identidad política, social, cultural, histórica y humana. Existen ríos subterráneos de construcción en donde seguimos dando pelea. Hoy debemos tener claro quiénes son los que gobiernan y gobernaron en contra de nuestro pueblo, que favorecen a la casta que dicen combatir, que tienen los medios de comunicaciones y financieros a su servicio y traicionan, una y otra vez, a nuestra patria”, se señala. “Hoy al enemigo interno lo construyen en los jubilados, los trabajadores, los desocupados, los jóvenes, los migrantes, las mujeres y las disidencias, también en este movimiento de derechos humanos que hoy llena las plazas de nuestro país”, se afirmó en el texto que cuestiona a Javier Milei, Victoria Villarruel y a Patricia Bullrich por sus políticas represivas y señala al gobernador Rogelio Frigerio como cómplice de este accionar. “Que las movilizaciones sean las llamas que nos enciendan para no quedarnos en el mero desahogo personal, verbal y virtual de nuestra indignación pasiva. Sin organización, sin la indispensable presencia concreta de nuestros cuerpos, de nuestras convicciones, proyectos e ideas, no podremos salir”, advirtió el documento que instó a que “nuestras acciones no sean actos solitarios, repetitivos y efímeros; que se conviertan en banderas de lucha por un mundo mejor, más humano, más justo. Ese por el cual luchamos”. Escuchar la lectura del documento Fuente: Página Política
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