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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/03/2025 08:39
Wanda Nara publicó un extenso descargo en sus redes y luego borró, para sólo dejar una foto frente al espejo Wanda Nara eligió la madrugada del martes 25 de marzo para romper el silencio. No fue una declaración fugaz ni una provocación banal. Fue un intento crudo de retomar el control de su narrativa, esa que desde hace años se escribe tanto en redacciones como en redes sociales. En una serie de historias de Instagram, habló de su salud, su cuerpo, sus vínculos y los fantasmas que le atribuyen, uno por uno, con nombre y apellido. “Con respecto a lo que todos hablan de mi operación, fue médica”, arrancó con frialdad quirúrgica. Durante semanas, el murmullo había insistido en lo contrario: que se trató de una cirugía estética, una más en la cronología pública de su transformación física. Ella lo desmintió. Pero también lo matizó. “Derivó en algo de estética que tenía ganas hace mucho y venía postergando”. El procedimiento médico fue el punto de partida, pero no la única razón. El episodio ocurrido en el Chateau Libertador la tarde en que Mauro Icardi debía revincularse con sus hijas volvió a ser nombrado por la empresaria. “Ese día tenía pensado quedarme en reposo para mi recuperación... no imaginé nunca que iba a terminar así”, escribió, sin dar más detalles, como si la omisión hablara más fuerte que la confesión. Wanda Nara desmintió rumores sobre su salud Pero ella fue todavía más lejos. En un giro irónico, casi sarcástico, abordó de frente uno de los rumores más crudos y dolorosos que circularon: el estado real de su salud. Con el tono de quien ya no busca comprensión sino exponer el absurdo, escribió: “Y es verdad, no tengo leucemia, me divierte sacarme sangre todo el tiempo y hacer tratamiento en el mejor centro que trata mi enfermedad. Lo bueno es que los médicos también se prenden en mi mentira”. Era un golpe directo a quienes aún ponen en duda el diagnóstico que ella misma había hecho público. El comentario, más que una declaración, parecía un espejo invertido: mostraba el sinsentido de las especulaciones con una sobredosis de ironía que no disimulaba la rabia. Detrás de esa frase se adivinaba el cansancio de alguien que, además de transitar una enfermedad grave, debía cargar con la incredulidad ajena. Así, la empresaria que eligió hablar poco del tema, mostró fragmentos de su rutina médica. Wanda Nara se refirió a una supuesta infidelidad Una vez más, Wanda dejó en claro que en su historia, lo íntimo y lo mediático no son opuestos. Son la misma cosa. Y no sólo en temas de salud, ya que también las supuestas infidelidades cometidas fueron puestas sobre la mesa en una noche donde el hartazgo ganó. Los nombres que comenzaron a colarse en su historia amorosa reciente incluyeron uno que llamó especialmente la atención: Federico Fazio, el defensor argentino que supo vestir las camisetas de la Roma y el Sevilla. El exfutbolista de la Selección fue señalado como un supuesto amante, como un nuevo actor en el viejo drama de los celos. Se decía que había sido mencionado por Mauro Icardi, en una charla privada, como uno de los hombres con los que Wanda lo había engañado. La empresaria fue contundente: “No lo conozco y es falso”. Pero los rumores no se desactivaron. Ella sabe que en su mundo las desmentidas no cancelan, solo redoblan. Por eso eligió ampliar, matizar, reescribir la historia desde su propia voz. Apuntó, de forma sutil, pero directa, a su vínculo con Icardi, el hombre con quien construyó una familia, una empresa y un relato que mezcló amor, traición, viajes, contratos y portadas. “Las otras historias que me involucran de infidelidad surgieron estando separada de alguien que me había sido infiel y no aceptaba terminar una relación”, lanzó. Wanda Nara dejó en claro su postura sobre las infidelidades Era una confesión encriptada. Un reproche. Una confesión también. Y una advertencia: “Lo cual saben que fue imposible y pasé períodos sola donde hice lo que quise. Aclarando a todo el mundo que estaba SEPARADA”. La última palabra, en mayúsculas. Gritada. ¿Y ahora? “De la misma manera que estamos ahora. SEPARADOS, NO DIVORCIADOS”. La historia con Icardi, como toda historia con demasiadas estaciones, no termina de morir ni de continuar. Ella pareció querer probarlo. Subió una portada vieja, de diciembre de 2022. Revista ¡Hola! Argentina, edición de fiestas. El título decía: “La Navidad de Wanda”. En la imagen, se la veía en su casa de Tigre, con sus hijos, una escena serena, cuidadosamente iluminada. Icardi no aparecía. El texto de la revista hablaba de su nueva vida. Separada. Ella reforzó el mensaje: eligió esa tapa como prueba de que la distancia no era nueva, que la ruptura no se fabricó en los últimos meses, sino que venía gestándose desde hace mucho más tiempo. Wanda Nara compartió la tapa de una revista para dejar en claro las fechas Tapó los rostros de los chicos con emojis de corazones. Un intento tardío de preservar algo de intimidad. Como si todavía quedara algo que no hubiera sido visto, dicho, comentado. Las palabras también viajaron hacia el fin de semana en Paraguay, donde la también cantante se presentó junto con L-Gante en un festival que mezcló música y farándula, ritmo y especulación. Circuló la versión de un supuesto enojo de los organizadores. Ella, como quien lanza pruebas sobre la mesa de un juicio mediático, publicó las capturas de un chat privado. Ahí se leían expresiones como: “Tu país no te merece” y “aquí tienes un país entero que te ama y te apoya”. Wanda Nara y los rumores sobre lo vivido el último fin de semana en Paraguay Pero lo que más llamó la atención fue el epílogo inesperado: minutos después de haber subido las historias, las borró todas. Una a una. La confesión pública se convirtió, otra vez, en silencio. Y ese silencio, como tantas veces, habla más que mil historias.
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