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» Diario Cordoba
Fecha: 25/03/2025 05:55
Entre enero y mayo de 1974, Henry Kissinger se embarcó en una sucesión de viajes exprés entre capitales de Oriente Próximo para tratar de resolver la tensión bélica entre Israel y Egipto y Siria. El entonces secretario de Estado ejercía de mediador entre partes que no se hablaban entre sí y estaban en guerra. La prensa que viajaba con él calificó esta forma de operar como “diplomacia de lanzadera”: Kissinger iba de un lado a otro transmitiendo mensajes. Funcionó. La tensión desescaló y, con los años, Egipto e Israel firmarían la paz. Diplomacia de lanzadera es también la que está llevando a cabo Estados Unidos en Arabia Saudí este domingo y este lunes. El lujoso hotel Ritz-Carlton de Riad ha sido el escenario de intercambios diplomáticos entre los negociadores estadounidenses y los ucranianos y los rusos, por separado. Las tres delegaciones se han mantenido en las mismas instalaciones mientras los emisarios estadounidenses hacían de correveidile, llevando mensajes de un lado a otro. Ha habido incluso tiempo para agasajos: el presidente ruso Vladímir Putin ha mandado al estadounidense Donald Trump, a través de sus enviados, un regalo “absolutamente personal”: un retrato del inquilino de la Casa Blanca. Alto el fuego marítimo Los negociadores tienen dos misiones. La primera es concretar el alto el fuego de 30 días sobre las infraestructuras energéticas, que ya habría sido aceptado por ambas partes pero que no se cumple sobre el terreno. La segunda es preparar un alto el fuego marítimo en el Mar Negro. Rusia quiere resucitar el Acuerdo del Grano de 2022, cuando se consiguió cerrar en Turquía una tregua que permitió a Kiev exportar de manera segura al resto del mundo sus cereales a través de barcos mercantes que cruzaban el estrecho de Bósforo, en Turquía. Rusia lo rompió en 2023 porque se quejaba de que no se le estaban levantando las sanciones a cambio. Ahora quiere retomarlo. Pero eso solo beneficiaría al Kremlin, según los tres expertos ucranianos consultados porque, de facto, la ruta marítima ya la volvió a abrir Ucrania por la fuerza de las bombas. Tras una campaña de ataques con misiles y drones, expulsó a la flota rusa de Sebastopol, impidiéndole el bloqueo de la ruta entre Odesa y el Bósforo. “Ucrania ha creado su propio corredor marítimo para transporte del grano, que es tres veces más eficaz que el acordado con Rusia por mediación de Turquía y la ONU en 2022 [la llamada Iniciativa del Mar Negro o Corredor del Grano], en el que inspectores rusos debían detener y verificar el cargamento de cada barco”, apunta a este periódico Andrii Klymenko, editor de BlackSeaNews. “Ahora llegan a los tres puertos de la Gran Odesa ocho barcos cada día, frente a los 2,75 del tiempo en que funcionó el corredor acordado. Rusia sabe que todo eso es dinero que permite a Ucrania resistir". Por eso Moscú está interesado en retomar la Iniciativa del Mar Negro: para que Ucrania se vea obligado a rechazarlo. Decenas de buques rusos destruidos En estos tres años de guerra, las Fuerza Armadas de Ucrania han lanzado al menos 42 ataques con éxito a barcos de guerra rusos en la región del Mar de Azov - Mar Negro, según datos compartidos por el citado Klymenko. En total, 22 buques han sido destruidos y otros 20 han resultado severamente dañados. Para todo ello se han usado drones aéreos turcos Bayraktar, misiles y drones submarinos, además de operaciones de sabotaje. El golpe más duro fue la destrucción del buque insignia ruso Moskva y el hundimiento o daño en siete de los 13 buques de asalto anfibio, así como un submarino y una corbeta que transportaban misiles de asalto Kalibr. Los cuarteles generales de la flota rusa en Sebastopol fueron bombardeados el 23 de septiembre de 2023. Todo ello llevó al repliegue de la flota rusa de Sebastopol y otros puertos de Crimea a la ciudad rusa de Novorossiysk. Mokova ataque hundimiento / . La utilidad para Ucrania de una eventual tregua marítima está en los detalles. “¿Volverán los barcos rusos a la Sebastopol ocupada?”, se pregunta en conversación para este diario Julia Kazdobina, analista del centro de pensamiento Prism Ucrania. Recuerda que Ucrania nunca ha atacado el comercio ruso. Y que necesita protegerse de posibles desembarcos rusos en su territorio. “Si hay una forma de asegurar que no llevará a Sebastopol barcos de desembarco, entonces quizá es una opción. Pero retomar un tipo de acuerdo como el del Corredor del Grano no tiene sentido porque hemos visto que Rusia lo que hacía era retrasar los cargamentos y, al mismo tiempo, seguía bombardeando infraestructuras portuarias y depósitos de grano”. “No necesitamos a Rusia para mantener abierta la ruta del grano”, añade por teléfono a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Myjaylo Samus, director de New Geopolitics Research Network en Kiev. “Pero sí sería necesario si se llega a un acuerdo que Rusia no lleve a cabo operación militar alguna en el Mar Negro occidental. En anteriores ocasiones ha lanzado ejercicios militares y eso, de hecho, ha significado un bloqueo marítimo de facto. Para todo ello, debería disponerse misiones internacionales de monitoreo marítimo que garanticen que los rusos no se acercan a la Isla de la Serpiente y su flota se queda en el puerto ruso de Novorossiysk”. Delegación rusa de bajo nivel Al lujoso hotel de Riad, Ucrania ha mandado una delegación de alto nivel, encabezada por el ministro de Defensa, Rustem Umérov. La delegación estadounidense en esta ocasión ha sido de menor nivel: está encabezada por Andrew Peek, un alto director del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, y Michael Anton, un alto funcionario del Departamento de Estado. También de bajo rango es la rusa, representada por Grigori Karasin, exdiplomático que ahora preside el Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación, y por Serguéi Beseda, asesor del director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), informa Europa Press. Sobre el terreno, en Ucrania el ruido de las armas sigue sonando con fuerza. En los ataques rusos de las últimas horas se han producido al menos siete muertos, entre ellos una niña de cinco años que ha muerto con su padre en Kiev. Solo esta semana Rusia ha lanzado más de 1.580 bombas guiadas, 1.100 drones y 15 misiles sobre el cielo ucraniano, según el Gobierno de Kiev. Moscú acusa a Ucrania, a su vez, de haber lanzado un ataque contra un depósito de combustible.
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