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» El Ciudadano
Fecha: 25/03/2025 03:25
El crimen del ex jefe de la barra brava del club del parque, Nelson Chivo Saravia, dejó en evidencia una megabanda dedicada al narcotráfico que involucró a un conocido ex policía condenado por integrar la banda de Los Monos que se mantuvo prófugo casi dos años y un agente de inteligencia, entre otros personajes. Saravia fue el dos de Diego Panadero Ochoa en sus inicios al frente de la barra del Parque Independencia y quedó a cargo cuando su jefe cayó en desgracia, luego hubo un sin número de hechos violentos que terminó con la sucesión de la jefatura y el asesinato de varios de sus jefes, entre ellos Matías Cuatrerito Franchetti a mediados de 2016. Ese día Cuatrerito, de entonces 26 años, salió de la cancha recientemente proclamado jefe y fue asesinado cuando iba a subirse a un auto, ese día lo acompañaba el Chivo que se salvó de casualidad. La parka llegó en octubre del 2021 cuando varias personas llegaron a la casa del Chivo en barrio Alvear, rompieron la puerta y lo ejecutaron frente a su familia. La investigación puso el ojo en Guillermo Chupa Sosa y a partir de allí los investigadores comenzaron a tirar del piolín. Apareció evidencia vinculada a una cadena de favores entre integrantes de Los Monos, ex policías y hasta un agente de inteligencia que les brindaba cobertura incluso a un fiscal provincial, que terminó renunciando a mediados del 2024 aunque ello no evitó que lo investiguen y terminó imputado. Chupa Chupa Sosa estaba vinculado a Leandro Pollo Vinardi de Los Monos. Este último fue detenido en el marco de la investigación de una organización narcocriminal. Entonces Chupa fue su hombre extramuros. Pero con la caída de Chupa por el crimen de Saravia, caso investigado por la justicia provincial, quedó expuesta la organización. Según la investigación que llevó unos dos años el grupo se dedicaba a la distribución y venta de estupefacientes en Granadero Baigorria y San Lorenzo encabezada por Ariel «Guille» Cantero, pero organizada por su histórico lugarteniente Pollo Vinardi y gerenciada en el territorio por Marcos Jeremías MacCaddon, alias Pato. Entonces los fiscales federales pidieron una serie de allanamientos e indagatorias que tuvieron lugar en mayo pasado. Entre los sospechosos estaba un conocido ex policía protagonista de varias crónicas policiales. Juan José Raffo, condenado como integrante de la banda de los Monos. En esta investigación está sospechado de brindar asesoramiento y protección a Chupa Sosa. El agente El otro dato llamativo del caso es la sospecha sobre un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que prestaba servicios en Rosario. Los investigadores lo vincularon a Raffo y a un fiscal provincial caído en desgracia, cuyo auto apareció en poder de Raffo, aunque el ex funcionario aseguró que se lo vendió a un amigo, también policía y acusado de abuso sexual, y que no sabe que hizo con el coche. El dato es que el ex fiscal Mariano Ríos Artacho contó que el agente de AFI lo llamó para alertarlo sobre el tema, surge en la investigación. Esta causa no se privó de nada, hubo un imputado arrepentido que brindó datos y hubo al menos tres anónimos que echaron luz al entramado del grupo al que se sumaron miembros de la comunidad gitana. Allanamientos En los allanamientos hubo 15 detenidos pero Raffo no fue de la partida. Pero este mes el ex uniformado fue detenido en el barrio porteño de Barracas por la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Lo encontraron en un lujoso departamento del edificio Molina Ciudad ubicado a 500 metros del Ministerio de Seguridad de CABA. En ese lugar se grababa un programa de streaming conducido por el ex jugador de fútbol Claudio García, declaró Raffo. Según la declaración se fue de Rosario por las malas experiencias vividas con la Justicia y negó que lo haya hecho por un sobreaviso del agente de inteligencia. La indagatoria tuvo lugar a mediados de mes por videoconferencia y se lo acusó de integrar esta organización. Entre las evidencias que lo involucran en la investigación federal, se encuentran las extracciones de los teléfonos secuestrados a Guillermo Chupa Sosa donde surgen conversaciones entre ambos que datan desde abril del 2022. La fiscalía estima que le brindaba a Sosa información en relación al personal policial con competencia en la zona donde comercializaba drogas el grupo a lo que se sumaba un compromiso del ex funcionario para hacer valer sus relaciones y conexiones hacia el interior de la policía además de achacarle otros delitos vinculados a la falsificación de indumentaria por ejemplo. Los conozco pero no tanto En su relató dijo que conoció al agente de inteligencia — que fue indagado y le revocaron la excarcelación — en un café de un amigo. Empezaron a compartir algún que otro desayuno, aseguró que solo le ayudó en un tema de salud de su hermano, negando así que le haya brindado información de algún tipo especialmente vinculada a su situación ante la justicia. “….yo desayunaba ahí y él estaba en otra mesa. Alguna vez coincidimos y compartimos mesa. Me dio una mano a nivel salud porque mi hermano había tenido un accidente y me recomendó algunos médicos porque él tenía un estudio jurídico y conocía médicos». Aseguró que era un abogado que además en alguna otra oportunidad lo ayudó a conseguir un departamento para un amigo ya que este hombre vivía de alquileres. Pero dejo en claro que no le brindó información cuando le libraron la orden de captura en 2023, que se fue de la ciudad por “motivos personales”. Streaming En cuanto al departamento donde fue detenido y era sede del programa el Turco García dijo que pertenecía a un amigo con el que compartía techo. Aseguró presenciar esos programas aunque no salía al aire porque no quería contar su situación a los presentes, tampoco a su amigo que le daba alojamiento. También rememoró algunas circunstancias curiosas, aunque se cuidó de involucrar a sus amigos en su vida «clandestina», por calificarla de alguna manera. Autoplán «Cuando me ausenté de la ciudad de Rosario me encontraba pagando un Auto Plan Volkswagen que abonaba de mi caja de ahorros de la jubilación. En agosto me ubicaron de la concesionaria para decirme que había ganado el auto», declaró Raffo, dejando claro que la gente de la agencia no tuvo problema en dar con él. Pero la historia sigue: «Me presenté en la concesionaria para firmar los papeles y a la semana retiré el auto con patente colocada. Desde ese entonces ando circulando con ese auto y no tuve ningún inconveniente. Las veces que me han detenido en algún operativo presenté la documentación y me han dejado seguir», detalló el ex policía.
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