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Parana » La Nota Digital
Fecha: 24/03/2025 14:56
Aunque a algunos no les guste. F. Rogel Hoy, 24 de marzo, se cumple un nuevo aniversario de la época más trágica para la República Argentina: el golpe cívico-militar de 1976, que fue el más sangriento de todos los que tuvimos que sufrir desde aquel el 6 de septiembre de 1930, en que se produjo el primer golpe. El horror marcó un punto de inflexión y fue tan sangriento y cruel, además de falaz en la entrega del patrimonio público para la Argentina, que nos llevó a sellar una frase que queda marcada para la historia, cuando dijimos “Nunca más”. Niños robados, mujeres picaneadas, hombres y mujeres desaparecidos que todavía no ha podido ser encontrados, ni siquiera sus restos, es el saldo de aquella noche oscura. Pero este no fue un golpe de Estado más. Los salteadores nocturnos aplicaron un plan económico al servicio del capital más concentrado. Por mi edad no pude participar de aquellos años, pero sé de qué lugar hubiera estado: defendiendo la democracia y el Estado de derecho, que es por lo que lucharon muchos hombres y mujeres de dignidad, que fueron desaparecidos. Rindo mi homenaje a Mario Abel Amaya, a Sergio Karacachoff y Hipólito Solari Yirigoyen, héroe viviente al que siempre visito en Buenos Aires, que fue tres veces desaparecido y cuya aparición con vida fue posible por la presión internacional a la que sumó incluso el senador estadounidense Kennedy. Es cierto que fueron años de violencia, de muertes y de asesinatos, pero el Estado estuvo al servicio de unos pocos y ejerció el terrirismo de Estado. No podemos permitir nunca más que el Estado esté a esos servicios. Quiero destacar también al presidente Raúl Alfonsín, que puso en el banquillo de un juicio a los comandantes que perpetraron el golpe y establecieron una dictadura. Sin rencor y sin venganzas, pero sí con justicia, recordamos este 24 de marzo. Y por el Nunca Más como norte, con verdad, memoria y justicia vamos a rehacer un país nuevo.
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