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» Voxpopuli
Fecha: 24/03/2025 06:33
Los interventores no escucharon a los afiliados, fueron manipulados por el Frente para la Victoria de la eldoradense Cristina Brítez y terminan haciendo el ridículo, dejando a los afiliados librados a su saber y entender. Se borraron del frente que les aseguraba por lo menos una banca posible en la Leislatura provincial y terninaron deshilachando a una de las organizaciones más poderosas de la política provincial. Remontar esta cuesta será muy difícil. Los interventores designados por el Consejo Nacional Federal del Partido Justicialista, Gustavo Arrieta y Máximo Rodríguez, están evidenciando una impericia pocas veces vista. Lejos de ser un éxito, está a punto de convertirse en un papelón político sin precedentes. En diálogo por LT 7, de Corrientes, en el programa Al Caer la Tarde, conducido por Ernesto «Tito» Meixner, el periodista de Misiones Ariel Sayas trazó un paralelismo con el caso de Corrientes, donde la intervención derivó en fracasos electorales y conflictos judiciales. En este contexto, advirtió sobre la imposibilidad de presentar candidatos, un hecho sin precedentes desde 1983, que marcará un punto de inflexión en la historia del justicialismo misionero. Habría que remontarse un poquito más atrás en la historia, pues el PJ, tras la proscripción del peronismo en 1956, con impacto directo en las elecciones de 1958, más allá de las interrupciones institucionales, estuvo vigente en las compulsas de 1973 (Juan Manuel Irrazábal-César Napoléon Ayrault), 1975 (Miguel Ángel Alterach-Ramón Rosauro Arrechea) y todas las que se produjeron a partir de 1983 (con derrotas y triunfos, por supuesto). Dice el diario correntino El Libertador que la intervención del Partido Justicialista (PJ) en la provincia de Misiones transita profundas tensiones y controversias. Hace ya varias semanas el PJ Nacional designó nuevos interventores. Uno de ellos fue Máximo Rodríguez que dejó pasar los días y llegó para anunciar que la lista 2 no participará de las elecciones provinciales. Lo cierto es que, además, los interventores han debido remontar la judicialización de su asunción, pues las autoridades electas del partido han interpuestos diversos recursos y trabaron hasta la entrega la sede partidaria. El mismo diario de Corrientes señala que el conflicto plantea interrogantes sobre la figura de Máximo Rodríguez, que ya suma un fracaso como interventor en Corrientes. En contacto con el programa Al Caer la Tarde, conducido por Ernesto «Tito» Meixner, Ariel Sayas analizó la situación crítica que atraviesa el PJ en Misiones. El periodista expuso el amplio rechazo que la dirigencia local expresa a la intervención, el papel de los actores involucrados y la percepción general sobre el futuro del peronismo en la provincia. Sayas opina que la disputa de poder dentro del partido refleja las tensiones entre las sedes locales y la sede nacional del Partido Justicialista, debido a que los dirigentes coinciden en que las intervenciones han sido utilizadas como herramientas para reorganizar estructuras políticas cerradas, dominadas por núcleos de decisión vinculados al Instituto Patria. Explicó que los conflictos en el justicialismo misionero no son nuevos y que esta intervención no ha sido aceptada por una parte significativa del partido. «El PJ en la provincia de Misiones tiene serios inconvenientes», recalcó, subrayando que la intervención externa sólo ha contribuido a una crisis institucional sin precedentes. Sayas sostuvo que, pese a que en Misiones la intervención del PJ en Corrientes se presenta como un «éxito», los misioneros, al igual que los correntinos, saben que sus resultados electorales no respaldan esa idea. Sayas remarcó que, pese a ello, la estrategia aplicada en Corrientes se replica en Misiones, razón por la cual la dirigencia local anticipa consecuencias profundamente negativas para el justicialismo. «Si lo que hicieron en la provincia de Corrientes lo quieren venir a replicar a la provincia de Misiones, es un final anunciado», advirtió, remarcando que uno de los aspectos más polémicos de la intervención en Corrientes fue la conformación de las listas electorales, modelo que Rodríguez intentaría aplicar en Misiones. Por lo que, el periodista explicó que los principales candidatos del Interventor provienen del Instituto Patria y de La Cámpora, lo que genera un profundo rechazo en amplios sectores del peronismo. «Por primera vez no va a estar el sello del Partido Justicialista en ninguna boleta de la provincia», sostuvo Sayas, apuntando a la coincidencia de la intervención con el cierre de alianzas electorales, lo que dejó al partido sin la posibilidad de participar formalmente en los comicios legislativos del 8 de junio. «No cerraron alianzas con absolutamente nadie porque el PJ no va a tener representante», confirmó. Sayas explicó que, en adelante, el escenario abre un panorama inédito en la política provincial: sin la presencia del PJ en las boletas, los dirigentes peronistas han quedado con «libertad de acción», hecho que podría tener consecuencias a largo plazo en su estructura política y en su capacidad de convocatoria. El grado de incongruencia de la Intervención, a pocos días de su formalización, queda en evidencia con su llamativo silencio ante el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. La fecha remite al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y busca generar memoria y conciencia colectiva para que los golpes de Estado y las violaciones de derechos humanos no se repitan «nunca más» y sus autores sean enjuiciados y castigados, un bandera que tanto el peronismo como el radicalismo han enarbolado con firmeza, aunque institucionalmente en Misiones parecen haber coincidido en silenciar la conmemoración.
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