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» Diario Cordoba
Fecha: 24/03/2025 04:46
«Los menores tutelados que se encuentran en un centro de reforma son un porcentaje ínfimo», destaca la jefa del servicio de Protección de Menores, Blanca Arcos. Sus datos avalan esta afirmación y es que, de los 476 niños que son tutelados por la Junta de Andalucía en Córdoba, en la actualidad siete adolescentes cumplen medidas judiciales de reforma por haber cometido algún delito, el 1% del total. La participación en peleas, insultos, resistencia a la autoridad y pequeños hurtos se hallan entre las infracciones más frecuentes. ¿Qué ocurre cuando uno de estos menores delinque? «No hay un procedimiento extraordinario por ser un menor de Protección», responde esta responsable. La única diferencia es que la notificación llega a la Junta de Andalucía, a Inclusión social, en lugar de a su familia biológica, y se le abre un expediente. «El servicio jurídico solo se persona en cuestiones de responsabilidad civil, no en penal. El niño accede a un abogado de oficio y, si le condenan, cumple una medida de reforma». ¿Tienen estos niños más posibilidades de tener problemas con la Justicia por su situación de vulnerabilidad? Blanca Arcos reivindica que «tenemos menores que han salido de ahí. Son trabajadores sociales de centros de protección de menores y han sido niños tutelados». «Se les da la opotunidad, pero milagros no podemos hacer. Todos se llevan algo del sistema, siempre. Hay niños que al tiempo han retornado, algunos vuelven a estudiar», valora, aludiendo a diferentes recursos públicos y convenios habilitados para apoyar a estos jóvenes a partir de los 16 años (en su inserción sociolaboral) y desde los 18 años, cuando dejan de estar tutelados. Lectura de un cuento en un centro de tutela de menores. / Córdoba Ocho abandonos En estos momentos, hay ocho niños fugados de los centros en Córdoba. Sin embargo, la jefa de Protección de Menores aclara que «no están desaparecidos. Están en abandono voluntario. Permanecen escondidos dentro de su red familiar porque no quieren ser protegidos». Así, abunda en que, «actualmente, no hay ningún menor que no sepamos dónde esta. Hoy en día lo cuelgan todo en Instagram. Dicen dónde están en las redes sociales». Cuando un menor abandona el centro, en primer lugar, el centro (que tiene su guarda) intenta localizarlo. «Hay familias que colaboran y cuando el niño se les presenta nos llaman. Vamos a por él y lo traemos», señala. En otros casos, no tienen esta colaboración. El centro trata de localizarlo por sus propios medios, acudiendo a los contactos de la familia del niño, informa al 112 e interpone una denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil. Además, desde este servicio se requiere a la Policía Autonómica, que acude, junto a la Policía Nacional, al domicilio familiar. «Si van y la madre les abre la puerta y les dice que no está, ellos no tienen orden de entrada», aclara. «Las herramientas son las mismas que tiene la población general», explica Blanca Arcos sobre este servicio. "Hemos tenido niños que se iban casi cada semana" La jefa del servicio de Protección de Menores, Blanca Arcos, afirma que «hemos tenido niños muy fuguistas, que ahora están en reforma, y otros que se ha cesado la tutela por imposibilidad de ejercer la medida. Eran niños que se iban casi semanalmente». En esta línea, comenta que cuando los menores no quieren ser protegidos «es más complicado trabajar con ellos». También aclara que «ninguno de nuestros centros es cerrado, porque nuestros menores no han hecho nada para estar encerrados». Cuando pasa un año y el menor permanece fugado, la Junta de Andalucía cesa su tutela, por imposibilidad de ejercerla, y regresa a sus padres. Suscríbete para seguir leyendo
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