24/03/2025 22:48
24/03/2025 22:48
24/03/2025 22:47
24/03/2025 22:47
24/03/2025 22:46
24/03/2025 22:45
24/03/2025 22:44
24/03/2025 22:44
24/03/2025 22:44
24/03/2025 22:43
» Elterritorio
Fecha: 23/03/2025 06:13
Si bien la oportunidad es única, todavía es prematuro pensar en una competencia binacional. Igualmente la incógnita no es descabellada y genera distintas opiniones domingo 23 de marzo de 2025 | 6:05hs. El momento previo al Aguas Abiertas de 10 kilómetros del pasado domingo se vivió con ansiedad. Foto: Joaquín Galeano La gran pregunta de este informe sacude los cimientos históricos y genera debates en el ambiente: ¿Se puede volver a organizar el Cruce del Paraná?. Por supuesto que aparecen todo tipo de especulaciones aunque la mayoría coincide en que los estándares de seguridad tienen que ser elevados desde ambas costas, cuestión que hoy parece una utopía. Las condiciones naturales también juegan un papel fundamental con la crecida del río, algo que calmó las corrientes pero hizo perder fuerza al famoso canal fluvial que tanto ayudaba a las brazadas. Esto desemboca en una preparación profesional del nadador quien tendrá que presentar su ergometría correspondiente; el exámen cardiológico pasará a ser una exigencia desde las autoridades gubernamentales y los organizadores. Por último, y no menos importante, habrá que convencer al vecino país, todavía muy afectado por lo ocurrido aquel 16 de enero de 2010. Todo parece lejano pero se puede afiermar que el puntapié inicial se dio el pasado domingo con el retorno del Aguas Abiertas río adentro, prueba monitoreada en primera persona por la Dirección de Seguridad Acuática de Misiones y Prefectura Argentina. El trayecto entre las playas de Costa Sur y El Brete fue ensayado con anticipación para no cometer errores. Además, cada atleta contó con su guía particular, lo que elevó la seguridad en las aguas cristalinas de aquella mañana. Así lo destacó Franco Bacigalupi (47), director de Seguridad Acuática y ex campeón provincial en los tiempos dorados de la competencia sobre corriente: “La organización -Tri Misiones y el club León Seró- presentaron todos los avales en Seguridad Acuática, además de hablar varias veces con Prefectura y los guardavidas. Obviamente que se revisó minuciosamente el circuito para evitar cualquier tipo de peligro, sobre todo debajo del puente y que no se acerque tanto a la costa para anular obstáculos que interfieran con el nado de los competidores”. “En esta oportunidad los que acompañaron tenían que certificar sus habilidades para remar, es decir que hubo un curso previo. También acompañaron varias embarcaciones con guardavidas y en una hasta había médico; tampoco hay que dejar de lado a la logística que se hizo con la Red de Traslado”, agregó. “Hubo mucha gente que se enojó porque quería participar obviando requisitos indispensables como el certificado médico o el tiempo que duró la inscripción. Pero todos tienen que entender que se trató de una competencia de natación, no una travesía, y la organización en este caso es exigente. Más adelante iremos viendo los raids náuticos que se pueden controlar de otra forma”, aclaró Franco. Bacigalupi mostró las cartas innegociables para eventos de este tipo y anticipó que además de un plan de contingencia se exigirá la famosa ergometría. “De acá a dos años queremos dejar de lado el certificado médico para que cada competidor presente una ergometría donde demuestre que está apto para realizar una actividad física exigente. Se trata de mejorar para ayudar al organizador del evento a tomar recaudos”, se excusó. “Hay que entender que el certificado médico tiene que estar bien hecho. No podemos dejar que al deportista le pase algo porque significaría volver 15 años atrás, entonces necesitamos asegurarnos con el electro y el apto físico del cardiólogo”. Por otro lado, Franco anticipó que Prefectura tendrá otro tipo de pisada: “Hoy esta fuerza federal aplica unas normativas más flexibles dentro del Reginave (Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y. Lacustre). Ellos no dejan de controlar, pero se le restaron responsabilidades; igualmente siguen monitoreando y te pueden exigir si estás obstruyendo la navegabilidad”. La mano del hombre El sur de Misiones fue perdiendo costa indispensable para el deporte con el correr de los años. De hecho el circuito provincial de aguas abiertas quedó en el olvido. Eran otros tiempos de la natación con gente experimentada al mando y varias fechas inolvidables. Desafíos como la Playita Itacurubí-club Pirá Pytá (1200 a 1500 metros - de las más cortas-), o Laguna San José-Pirá Pytá, el famoso Cruce Pacú Cuá-Puerto Posadas y los inolvidables trayectos de Isla Cañete-Puerto de Posadas y Candelaria-Posadas. Habías lugar para todos. “A los nadadores nos acompañaban chicos que remaban con un conocimiento de canotaje importante. Es decir que si había peligro, ellos te subían a la canoa o piragua y nosotros no dudábamos porque había confianza plena. No se discutía”, recordó Bacigalupi, uno de los campeones de aquel entonces. “En la tragedia hubo gente involucrada que no sabía remar. Pero mucho antes, las personas se tiraban desde la costa y trataban de llegar al canal de navegación para pilotearla. Hoy eso es imposible, no cualquiera lo puede hacer porque en ese canal ya no corre tanto el agua”. “Antes había lugares en donde se corría a 16 o 12 kilómetros por hora, hoy apenas son dos kilómetros por hora. Hay una corredera debajo del puente cercana a Posadas, hay otra en donde era la Laguna de San José, una más en el puerto viejo y otra en Punta Gómez-Anfiteatro”. “Seguimos teniendo caudal porque la represa Yacyretá abre sus compuertas y en esos lugares se hace una especie de curva que genera el remanso. Aún así es menor a la de antes”. “Hoy el río es una laguna. Años atrás nadábamos 24 kilómetros el trayecto Candelaria-Posadas con los tiempos que se hicieron en el último Aguas Abiertas de 10 K; eso quiere decir algo. A esto hay que agregarle los obstáculos en las costas que aparecieron en este último tiempo. Son cosas que modificaron al Paraná por lo que se limitaron los tiempos de cada competencia”, reconoció el dirigente. Finalmente Bacigalupi reconoció que el río es traicionero y hay personas que no conocen de los peligros que puede ocasionar: “Perdimos mucha gente experimentada por este parate después de la tragedia. Hay que tener ojo clínico, el darte cuenta que una pelotita en el río no es una boya sino una persona nadando o no acercarte al kayak cuando venís en lancha”. “El baqueano de antes sabía cómo estaba la corredera y el remanso. Hoy el viento norte desde Paraguay te tira a las piedras en Posadas. Los vientos son complicados porque generan oleajes importantes y si la gente no tiene experiencia la pasa mal tanto en kayak o lancha”, avisó. El Cruce y sus posibilidades Para cerrar la nota, Bacigalupi dio su veredicto respecto a la posibilidad de organizar un Cruce: “Es difícil pero no imposible. La problemática que tenemos hoy es que no hay costa; se tiró piedras para la construcción de la Costanera y no tenemos donde bajar. Tal vez se pueda hacer una especie de cruce desde la playa San José de Paraguay a la playa El Brete, pero aún así hay que ver si desde el vecino país lo quieren llevar adelante”. “Después de la tragedia ellos se sintieron culpables porque todo ocurrió allá, seguramente están tocados. Entonces hay que seguir apostando a estas actividades de forma segura. Paso a paso”. “Los organizadores apuestan a que en un momento no se tengan acompañantes para competencias río adentro, que la seguridad esté fijada por guardavidas en lanchas. No está mal, se puede hacer pero hay que ir de a poco. Este fue un puntapié inicial y ahora tenemos que seguir mejorando” “En otros lados se hace, pero hoy tenemos que demostrar que estamos listos. Hay capacidad, hay estructura, hay personal preparado y la seriedad de clubes y asociaciones. Entonces en algún momento iremos sacando a los acompañantes pero por el momento no hay que relajarnos”, concluyó. Próximo objetivo: reflotar otro circuito Por otra parte desde la organización de la exitosa competencia que abrió un abanico de posibilidades, se confirmó que el trayecto de 10K volverá a repetirse el 22 de febrero del 2026 pero, además, se intentará rescatar el circuito Candelaria-Posadas. “Para nosotros fue muy emocionante, el desafío era enorme. Afortunadamente todos los nadadores llegaron bien al igual que las embarcaciones. Poder hacer este tipo de actividades”, afirmó Víctor Figueredo (35), integrante de Tri Misiones. “Ahora hay que apuntar a un cupo más importante de atletas regionales y trabajar con menos guías, aparcelarlos para que no interrumpan la circulación de nadadores. Obviamente que habrá una boya de flotación o elemento, y menos palistas”. “El río tiene variaciones dependiendo el día y la hora. Hay remansos que obligan a los nadadores a realizar más brazadas. Pero si concientizamos que vamos a competir con recaudos no habrá problemas”, cerró. En la misma línea el guardavidas Renato Chini (42) opinó que “ la intención para competencias futuras es sacar a los guías individuales; tenemos que solucionar el tema de la hidratación para lograrlo. Pero si son 60 nadadores y otros 60 guías se va a complicar”. “Hay que buscar los puntos ciegos. Hay normativas que hablan de una embarcación cada ocho nadadores”, agregó, para finalmente referirse a la importancia de los guías: “Todos los nadadores tienen que tener en cuenta que si vas por la costa con un torpedo te alcanza, pero si vas río adentro necesitas a los guías; terminan siendo importantes para que las embarcaciones a motor vean a los nadadores”. Compartí esta nota:
Ver noticia original