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  • Martín Rapetti, de Equilibra: “Argentina debería ir hacia un régimen de flotación administrada como Perú y Uruguay”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/03/2025 03:04

    "Los agentes buscan cobertura y se refugian en el activo que es visto como más seguro: el dólar" Muchos economistas manifiestan su preocupación por una supuesta “fragilidad cambiaria”, y por eso explican los movimientos disruptivos de las cotizaciones de los dólares financieros en la última semana, previo al tratamiento del DNU que autoriza al Gobierno nacional a negociar un nuevo acuerdo con el FMI, aun cuando las exportaciones industriales crecieron en febrero de 2025 un 10% en cantidad y las importaciones de máquinas y equipos aumentaron más de 80% -en ambos casos en comparación con un año antes-, lo que permitirá elevar la productividad y la competitividad. Y pese a que también se argumenta que la persistencia del cepo cambiario frena la recuperación del PBI, las cuentas nacionales mostraron que desde el tercer trimestre de 2024 la actividad agregada crece sostenidamente en valores corregidos por estacionalidad, y en el primer año de gobierno de Milei el PBI cayó la mitad de lo que preveían los analistas del REM del BCRA un año atrás (1,7% versus 3,5% de receso). Con ese panorama, Infobae entrevistó a Martín Rapetti, licenciado en Economía por la UBA y doctor en Economía de la Universidad de Massachusetts, director Ejecutivo de Equilibra Consultores, investigador del Conicet y del Cedes y profesor en la UBA, UTDT y del Centro de Investigación y Acción Social. “En el contexto actual de Argentina, en el que sabemos que el acuerdo con el FMI va a significar cambios, la incertidumbre es inevitable” Analizó los riesgos de levantar el cepo sin reservas, la fragilidad cambiaria, el impacto del acuerdo con el FMI y el sendero hacia una economía estable. Advirtió que el tipo de cambio está atrasado y que, sin una política productiva, no habrá crecimiento sostenido del salario real. — Más temprano que tarde, el ruido político preelectoral ganó protagonismo. ¿Cree que puede afectar el desempeño de la economía en los próximos meses? — Los períodos preelectorales en Argentina suelen caracterizarse por una mayor incertidumbre respecto al futuro de la política económica después de las elecciones. Los agentes buscan cobertura y se refugian en el activo que es visto como más seguro: el dólar. En el contexto actual de Argentina, en el que sabemos que el acuerdo con el FMI va a significar cambios, la incertidumbre es inevitable. De hecho, las recientes declaraciones del ministro Luis Caputo sugiriendo que el acuerdo con el FMI derivará en una flexibilización del esquema cambiario -crawling peg del dólar oficial al 1% mensual- provocaron reacciones y adelantaron el apetito por el dólar. Me parece que cuando se anuncie el acuerdo se van a calmar las aguas por un tiempo. De hecho, veo posible que el mercado lo vea con buenos ojos y haya una mejora del índice de riesgo país. Pero, a medida que nos acerquemos a octubre, es probable que la incertidumbre vuelva a tomar protagonismo. “Me parece que a medida que nos acerquemos a octubre, es probable que la incertidumbre vuelva a tomar protagonismo” — ¿Ese impacto ya estaba contemplado en sus proyecciones de inflación, actividad y expectativas de salida del cepo? — Sí, porque es un año electoral, pero el timing siempre es muy difícil de prever. Esperábamos para 2025 un acuerdo con el FMI con una hoja de ruta para empezar a desmantelar el cepo, pero los tiempos se han acelerado en un contexto internacional muy incierto y desafiante. Pensábamos que el “carry trade” de los importadores y exportadores iba a comenzar a desarmarse un poco más adelante, pero el mercado empezó a preocuparse porque vio al Gobierno acelerar el acuerdo con el FMI, y eso generó temor a que la situación de dólares sea más apremiante que la que se descontaba. Sobre eso se sumaron las insinuaciones de que se va a cambiar el régimen cambiario, lo que derivó en rumores y especulaciones. Hoy hay más incertidumbre que, como le decía, debería calmarse un poco una vez que se conozca el acuerdo con el FMI. "Se sumaron las insinuaciones de que se va a cambiar el régimen cambiario, lo que derivó en rumores y especulaciones. Hoy hay más incertidumbre que, como le decía, debería calmarse un poco una vez que se conozca el acuerdo con el FMI" — ¿El acuerdo con el FMI que negocia el Gobierno es suficiente para levantar el cepo cambiario o se necesitan otras condiciones? — Todavía no sabemos nada sobre el acuerdo. Es claro que el FMI lo hace para lograr que Argentina saque el cepo, pero es claro también que el Gobierno no va a ir a las elecciones sin cepo. Me parece que recién vamos a ver medidas relevantes después de octubre; lo más contundente lo veremos recién en 2026. — El nuevo escenario internacional, con un Donald Trump decidido a subir aranceles y endurecer el comercio exterior, ¿cómo puede afectar a la economía argentina? — No me queda claro el efecto total. Es un mundo mucho más incierto y eso no ayuda. Pero, al mismo tiempo, las medidas de Trump han debilitado al dólar frente a otras monedas y, como el peso sigue al dólar, estamos depreciándonos respecto al resto de las monedas también. Eso ayuda a moderar el atraso cambiario que generó la cuasifijación del tipo de cambio que implementó el Gobierno. "Las medidas de Trump han debilitado al dólar frente a otras monedas y, como el peso sigue al dólar, estamos depreciándonos respecto al resto de las monedas también" Además, Trump metió a la economía norteamericana en una recesión y eso probablemente lleve a una baja en las tasas de interés de la Reserva Federal. Con menores tasas de interés en Estados Unidos, es más fácil que baje el riesgo país en Argentina. — ¿Qué condiciones deben darse para que haya una recuperación sostenida y generalizada del salario real? — El crecimiento del salario real viene de la mano del desarrollo económico y del crecimiento de la productividad. Como digo cuando doy clases en la universidad, si queremos salarios alemanes necesitamos productividad alemana. No hay atajos. La economía argentina viene atravesando un proceso de contracción secular desde 2011. Hoy el PBI per cápita es 10% menor que el de 2011. Atravesamos una nueva década perdida. Desde que nací a mediados de los años setenta, el ingreso por habitante en Argentina apenas creció. Sacando a Venezuela, somos el país al que peor le fue de la región, siendo lo de Venezuela una verdadera calamidad; un caso de desastre, no natural, sino humano. Para revertir esta tendencia necesitamos como condición necesaria una macroeconomía estable. “Si queremos salarios alemanes necesitamos productividad alemana. No hay atajos” El gobierno de Milei avanzó mucho en esta materia, pero todavía tiene que normalizar el frente cambiario en un contexto en que no logró acumular reservas y atrasó el tipo de cambio. Pero con una macro estable no alcanza para el desarrollo. Es un error pensar que con la minería y Vaca Muerta estamos salvados. Son dos vectores muy relevantes para el desarrollo, sin duda, pero no alcanza para todos los argentinos. Somos un país que pronto tendrá 50 millones de habitantes, y por tanto necesitará: mayor densidad productiva ; una industria que se expanda, que tenga más, no menos, empresas; un sector agroindustrial que se duplique , con una agenda que debe ir más allá de reducir las retenciones a las exportaciones; mejores rutas , buenos caminos rurales; créditos, inversiones y tecnología ; ver en el interior pueblos transformándose en pequeñas ciudades que en pequeñas ciudades que retienen a su gente y atraen población de los conurbanos , de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y otras grandes ciudades, que producen productos agroalimentarios de calidad con llegada a mercados internacionales. Todo esto no lo hace el mercado sólo, se hace con una macroeconomía estable y política productiva. Ahí sí vamos a ver crecimiento sostenido de los salarios. "Decir que Argentina está cara en dólares es un pasaporte al insulto del Gobierno y su esquema de propaganda, pero no puedo dejar de decir lo que pienso. No tengo dudas de que el tipo de cambio está atrasado" — Volviendo al tema del atraso cambiario que menciona, ¿Argentina está cara en dólares por el atraso del dólar o por precios internos inflados, como sugieren los descuentos en supermercados y shoppings? — Decir que Argentina está cara en dólares es un pasaporte al insulto del Gobierno y su esquema de propaganda, pero no puedo dejar de decir lo que pienso. No tengo dudas de que el tipo de cambio está atrasado. Hay una variedad de indicios que lo demuestran: en perspectiva histórica , el tipo de cambio está entre los niveles más bajos de los últimos 50 años; las importaciones de bienes y servicios están creciendo muy rápidamente; l los viajes al extranjero -que son de las cosas que más rápidamente reaccionan a los movimientos del tipo de cambio- están en niveles casi récord; la balanza comercial de bienes y servicios está caminando hacia el déficit. Sumemos a eso que hay problemas de stocks: reservas netas negativas del BCRA, deudas comerciales y dividendos acumulados que tienen pendientes sus pagos. "Hay problemas de stocks: reservas netas negativas del BCRA, deudas comerciales y dividendos acumulados que tienen pendientes sus pagos" La continuidad del cepo es porque hay desequilibrio tanto en los flujos como en los stocks. Me parece que cuando empecemos a flotar, el precio del dólar va a ir encontrando un nivel más razonable, que es claramente mayor al actual. — El Banco Central mantiene un saldo comprador en el mercado, pero las reservas brutas no aumentan. ¿A qué lo atribuye? — Hasta marzo el BCRA mantenía un saldo comprador en el mercado de cambios oficial que le permitía intervenir en el mercado financiero (CCL / MEP) manteniendo la brecha en torno del 15% y casi le alcanzaba para cubrir la totalidad del pago de vencimientos “cash” de la deuda pública en moneda extranjera. De hecho, pese a fuertes vencimientos, en el primer bimestre del año las reservas brutas y netas cayeron sólo 1.500 y 1.000 millones de dólares, respectivamente. “La situación se complicó en marzo porque el BCRA acumula un saldo vendedor de más de USD 900 millones en el MULC y vendió más de USD 250 millones en el financiero” La situación se complicó en marzo porque el BCRA acumula un saldo vendedor de más de USD 900 millones en el MULC y vendió más de USD 250 millones en el financiero, profundizando la caída de las reservas (brutas y netas). Tiene que ver con lo que le comentaba antes; el nivel de tipo de cambio está muy bajo. Para que Argentina acumule reservas, pague intereses y utilidades futuras y pueda pagar las deudas comerciales y de utilidades retenidas, se necesita un tipo de cambio más alto. "Para que Argentina acumule reservas, pague intereses y utilidades futuras y pueda pagar las deudas comerciales y de utilidades retenidas, se necesita un tipo de cambio más alto" — ¿Cuáles son los principales desafíos que deberá enfrentar el equipo económico en lo que resta del año? — El equipo económico tuvo un primer año de gestión muy exitoso: bajó la inflación, la economía se recuperó en “V”, bajó significativamente la pobreza, el índice de riesgo país y la brecha cambiaria. Pero, el flanco débil es el cambiario. Varios economistas señalamos, a pesar de las descalificaciones del Gobierno, que era preferible bajar un poco menos la inflación pero no comprometer el tipo de cambio. Ojo, uno es consciente de que no es fácil hacerlo, porque el principal activo político del Gobierno es la baja de la inflación. No es una decisión fácil, lo entiendo. Pero el problema es que ahora nos adentramos en un proceso muy complejo que es pasar de este régimen cambiario rígido a otro de flotación -seguramente con un esquema transitorio de bandas cambiarias- con el tipo de cambio real atrasado y sin reservas. El acuerdo con el FMI puede ayudar, pero a mí me hubiera gustado entrar en este proceso con una situación menos frágil en el frente externo. “Varios economistas señalamos, a pesar de las descalificaciones del Gobierno, que era preferible bajar un poco menos la inflación pero no comprometer el tipo de cambio” — ¿Qué régimen cambiario considera más adecuado para el país: libre flotación, flotación con intervención del Banco Central o administración del tipo de cambio? — Argentina debería ir a un régimen de flotación administrada como el del resto de los países de la región, especialmente Perú y Uruguay. El tema es cómo se llega ahí. Nuestros vecinos lo hicieron con tasas de inflación que eran bajas, cuentas fiscales ordenadas, con tipos de cambio que arrancaban de valores competitivos y acumulando reservas durante el boom de las materias primas. "No tuvimos mala suerte, sino que se tomaron muy malas decisiones en materia económica" Argentina pudo hacer lo mismo porque a mediados de los 2000 tenía condiciones similares que el resto de los países de la región, pero desperdició la oportunidad. No tuvimos mala suerte, sino que se tomaron muy malas decisiones en materia económica. Los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner se embarcaron en un sendero que podríamos llamar “populista”. Cuando la inflación empezó a subir, rompieron el termómetro, falsificando las estadísticas del Indec toda la política desinflacionaria fue atrasar el tipo de cambio y las tarifas. Después expandieron el gasto público. Se quemaron las reservas del BCRA, pusieron el cepo para evitar corregir el tipo de cambio que habían atrasado y financiaron el déficit con emisión. Una verdadera calamidad porque transformaron una buena macroeconomía en una muy mala. “Los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner rompieron el termómetro, falsificando las estadísticas del Indec toda la política desinflacionaria fue atrasar el tipo de cambio y las tarifas. Después expandieron el gasto público. Se quemaron las reservas del BCRA, pusieron el cepo” Como decía Miguel Bein, hicieron un “macrocidio”. Desde allí en adelante todo fue difícil y empeoró. Mauricio Macri quiso salir de ese problema financiándolo con deuda, aprovechando que CFK la había dejado muy baja. Ese camino nos llevó a la crisis y al FMI. Alberto Fernández no tuvo el valor de hacer las cosas que se tenían que hacer y terminó empeorando el cuadro: endureció el cepo, aumentó el déficit fiscal, la emisión y la inflación, quemó las reservas del BCRA y dejó una deuda comercial y de dividendos enorme. Viendo esta historia, no parece tan difícil entender cómo llegó al poder un outsider como Javier Milei. "No no parece tan difícil entender cómo llegó al poder un outsider como Javier Milei" Ahora toca hacer lo que hicieron nuestros vecinos partiendo de una muy mala situación: alta inflación, sin reservas en el BCRA y el tipo de cambio atrasado. No va a ser nada fácil y seguramente haya pozos en el camino, pero hay que hacerlo. Es un paso que tenemos que dar si queremos desarrollarnos y mejorar las condiciones de vida de los argentinos. Fotos: Maximiliano Luna

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