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» Diario Cordoba
Fecha: 22/03/2025 12:50
Quienes le vieron jugar aseguran que jamás volvieron a contemplar algo parecido en Córdoba. Derrick Eugene Gervin (Detroit, 1963) formó, junto a Jerry Adams, la pareja de jugadores extranjeros contratada por el club Juventud de Córdoba -en aquel entonces con la denominación Diario Córdoba Cajasur, sus patrocinadores- para abordar la temporada 87-88 en la segunda división nacional. "Los americanos" eran, por definición, el sustento deportivo de los clubes, el principal reclamo y la garantía de un espectáculo emergente para una creciente masa de aficionados que consumían con avidez un producto de moda. Gervin representó la entrada del deporte de Córdoba en una nueva dimensión más alla del fútbol. Tenía el aura de una estrella. La magnitud de su legado resulta fácilmente detectable cuando su nombre aparece en alguna tertulia de baloncesto. Rememorar sus actuaciones hace que se humedezcan los ojos de los seguidores más bragados. Fueron solo nueve meses en la ciudad. El tiempo suficiente para firmar la mayor racha anotadora de la historia del baloncesto español. Y sucedió aqui, en un lugar en el que hoy hay un descampado sepultado por los matorrales y con restos de basura en el Sector Sur, un sitio en el que dicen que se va a construir una nueva instalación para suplir al viejo Polimecano, ese templo en el que se forjó el mito de Gervin. Formación del Diario Córdoba Cajasur 87.88, con Gervin arriba a la izquierda. / A.J. González ¿Cómo llegó y qué hizo Gervin? El club de Córdoba había salvado milagrosamente la categoría de Primera B el año anterior y se disponía a enmendar errores. El carismático Abilio Antolín, entrenador del equipo, vio una luz durante un partido amistoso de verano ante el Larios All Star, una formación de jóvenes estadounidenses que se promocionaban por todo el país en busca de contratos. Aquella noche, todos fijaron sus ojos en un alero altísimo, de movimientos felinos, obsesionado con coger el balón y encestar. Lo hacía desde todas las posiciones. Nadie podía frenarle. Se llamaba Derrick Gervin. Gervin y Adams, en la portada de Diario Córdoba en 1987. / CÓRDOBA El Cajasur le ofreció un contrato y Gervin sustituyó a Lawrence Brooks cuando apenas quedaba una semana para que comenzase el campeonato. El alero de Detroit sólo había jugado una vez con sus nuevos compañeros antes de la competición. Fue en Sevilla y debutó con una impresionante marca de 48 puntos. Aquello no era nada comparado con lo que iba a llegar. Era la hora de The King. Gervin, el que más salta en un partido en el Polideportivo de la Juventud / A.J. González Gervin desató la locura en el Polideportivo de la Juventud, que se abarrotaba cada día de partido para ver jugar a este alero de 2,06 que resplandecía sobre el resto. Era un tirador compulsivo, una verdadera máquina de hacer puntos al que sólo le obsesionaba perfeccionar su principal cualidad y acumular sobresalientes estadísticas que le permitieran cumplir su sueño: llegar a la NBA como su hermano George Iceman Gervin, estrella de San Antonio Spurs. Sus exhibiciones dispararon la excitación de los seguidores hasta topes impensables en una ciudad que coronó –en sentido estricto: fue el Rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes junto a leyendas como el periodista Matías Prats y el cantaor Fosforito– a un ídolo. El paso del tiempo ha homologado el carácter extraordinario de aquellos acontecimientos que sucedieron en un pabellón con goteras. Un simple dato. En toda la historia del baloncesto profesional en este país solamente se han podido presenciar cuatro anotaciones superiores a los 60 puntos en suelo español. Una la firmó el madridista Walter en 1976, con 65 tantos al Breogán; las otras tres, Derrick Gervin: 64 al Lliria, 63 al Galeones de Vigo y 61 al Badajoz. Dos de ellas, en Córdoba. Han pasado casi cuatro décadas de aquella época increíble. Cómo olvidarla. Anotó la increíble cifra de 1.771 puntos en 38 partidos, con un promedio de 46,5. Fue el máximo encestador de la Primera B, por delante de Ray Smith (1.498) y Mike Schlegel (1.375). A pesar de estas apabullantes estadísticas, el Cajasur terminó descendiendo. Y Gervin se fue para nunca volver. ¿Qué hizo después y dónde está ahora? La temporada de Derrick Gervin en el Cajasur llamó la atención en todo el país. Pudo haber encontrado acomodo en clubes españoles y pasaron por sus manos algunas ofertas, pero no les hizo ningún caso. Quería jugar en la NBA. Apenas catorce meses después, tras dejarse ver en los campus de entrenamiento y ligas comerciales, cumplió su desafío. Los Nets le incluyeron en su roster con un salario de 155.000 dólares. De las goteras del Polimecano al Continental Arena de New Jersey. En los 77 partidos que jugó con los Nets de Bill Fitch durante las temporadas 89-90 y 90-91, Gervin firmó una mejor anotación individual de 34 y promedió 8,8 puntos en 14 minutos. Coincidió con Drazen Petrovic, Derrick Coleman o Sam Bowie. Cromo de Derrick Gervin de su etapa en los New Jersey Nets. / CÓRDOBA Luego se convirtió en un trotamundos de lujo, jugando en Italia (Kappa Torino), Turquía (Galatasaray), Argentina e Israel, donde se estableció ya en su madurez como jugador, pasada la treintena, actuando en las filas del Givah Happoel y el Maccabi Qiryat, logrando el MVP. También pasó por Santa Bárbara, La Crosse, Fort Wayne y Ocklahoma, de CBA y EBA, y el Manila Purefoods, en Filipinas. Se retiró en los Detroit Dogs, de la ABA. Derrick Gervin entrena a un grupo de niños. / UTSA Su vida es el baloncesto. A punto de cumplir los 62 años, Derrick Gervin trabaja en el Centro Juvenil George Gervin de San Antonio, donde enseña técnicas de preparación laboral a jóvenes y tutela la educación de niños de primaria a través de un programa de mentoría. También tiene un podcast en el que habla sobre su deporte de manera habitual. Asegura que seguirá entrenando y asesorando mientras pueda físicamente. "Estar rodeado de este tipo de cosas me llena de energía", expresa en la web de la Universidad de San Antonio UTSA. "Es algo que espero seguir haciendo hasta el día de mi muerte", recalca. Suscríbete para seguir leyendo
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