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» Diario Cordoba
Fecha: 22/03/2025 04:56
La investigadora, viróloga e inmunóloga del CSIC, Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Margarita del Val, muy conocida por sus aportaciones durante la crisis sanitaria del covid, ofreció el pasado martes en Córdoba la conferencia ¿Estamos preparados para próximas epidemias?, en el campus de Rabanales. Se trató de la primera charla incluida en el ciclo de conferencias programado con motivo del 50º aniversario de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Córdoba (UCO). Se acaban de cumplir cinco años del inicio de la pandemia del coronavirus. ¿Qué avances se han logrado durante ese periodo de tiempo y qué otras amenazas para la salud global están ahora mismo vigentes, como puedan ser el auge de zoonosis, como el virus del Nilo, o la gripe aviar? Frente a una posible nueva pandemia en el futuro y, después de haber afrontado la del covid, hay que estar preparados sí o sí. Para ello, debemos seguir generando conocimiento a través de la investigación sobre los agentes infecciosos que pueden ser una amenaza y compartir ese conocimiento con el sector sanitario, con las empresas, con las administraciones, a la vez que es muy importante escuchar a la sociedad y detectar sus problemas. Trabajar de forma conjunta y ser muy rigurosos porque los efectos de posibles epidemias son complejos y se necesita de esa colaboración conjunta. Hay que darse cuenta de que las pandemias no vuelven cuando acaba la anterior, sino que pueden surgir en cualquier momento. De hecho, el virus del Nilo ya estaba en 2020 y hubo muchos casos de encefalitis y fallecimientos, pero ha sido en 2024, cuando ha habido más mosquitos infectados y más fallecidos que en 2020. No debería haber pasado lo de 2024 respecto al virus del Nilo, pero se ha vuelto a aprender y en 2025 se está reaccionando inicialmente mejor por parte de las administraciones, en colaboración con centros de investigación y sanitarios, para tratar de cortar el problema de raíz, de manera que haya menos coste económico y, sobre todo, menos sufrimiento humano debido al virus del Nilo, para que haya menos personas que sufran encefalitis y secuelas graves. Lo positivo del virus del Nilo es que tiene un cuello de botella importante, ya que se pueden fumigar las larvas y se puede actuar contra el mismo de este modo. ¿Es consciente la población de los riesgos que conlleva que hayan dejado de vacunarse tanto frente a la gripe o el covid con respecto a años anteriores? Lo primero que hay que recalcar es que las vacunas son las que nos han sacado de la pandemia. Son la solución para ayudar a nuestro sistema inmunitario y que nos permita enfrentarnos mejor al enemigo. De hecho, durante el primer año de vacunación se salvaron más de 20 millones de vidas en el mundo. La vacunación frente al covid ha bajado porque ahora hay cierta población que no percibe dicha infección como un riesgo, pero el virus sigue ahí y la población de riesgo, sobre todo mayores y enfermos crónicos e inmunodeprimidos, se tienen que seguir vacunando frente al mismo, pues coger el covid implica las complicaciones que puede ocasionar dicho contagio, como son las secuelas que genera o el covid persistente. Sin embargo, la vacunación frente a la gripe sí está registrando cifras aceptables, como las que había antes de la pandemia. Margarita del Val, durante su conferencia en el Campus de Rabanales de Córdoba, y con una gran asistencia. / CÓRDOBA En varias ocasiones ha hecho referencia a la necesidad de seguir mejorando la ventilación de espacios en los hospitales y otros centros sanitarios (algo que se destacó como esencial durante la pandemia) para frenar la expansión de agentes infecciosos. ¿Se ha avanzado en este ámbito? En muchos espacios de los hospitales y centros sanitarios se ha mejorado mucho la renovación de la ventilación, pero queda por conseguir que se extienda a otras zonas, que no son las uci, por ejemplo. A a lo mejor se piensa que hace falta una gran inversión o que hay que construir nuevos edificios, pero hay soluciones de ingeniería que permiten contar con un aire acondicionado y ventilación adecuados, a veces, con poca intervención. En la actualidad, está habiendo una epidemia, que es la de las enfermedades de transmisión sexual, entre las que se incluye la viruela del mono. ¿Cómo se puede frenar esta tendencia? La viruela del mono, con origen en la República del Congo (África), hay que controlarla en origen porque hay vacunas y lo ideal es vacunar allí. Al margen de este virus, en España tenemos una subida de las enfermedades de transmisión sexual sin precedentes. Fueron las únicas que aumentaron durante el confinamiento y las que más se incrementan porque para casi ninguna hay vacunas, dejando secuelas importantes, de heridas, de afectación a la capacidad cognitiva y eso es muy grave. Hay que darse cuenta de que son patologías muy serias, que no se reconocen en muchas ocasiones, pero que son prevenibles, con la adecuada protección. En España, como en Europa, ha crecido en el último año, la incidencia del sarampión. ¿Existen motivos para la preocupación? Los brotes de sarampión se han producido justo en aquellos países que ya tenían poca cobertura de vacunación y en algunos casos nos llegan aquí. Aunque la vacunación infantil está alta en España es necesario reforzarla para llegar a esas familias que, por determinados motivos (laborales, de conciliación u otros), no llevan a sus hijos a vacunarse. Vendría bien ese refuerzo porque hay que estar alerta ante el sarampión, que deja también secuelas muy potentes. Durante la pandemia se destacó más si cabe la importante labor que lleva a cabo el CSIC, del que forma parte. ¿En qué consiste la plataforma Salud Global (Global Health) surgida en la pandemia? En el CSIC contamos con la plataforma Salud global, integrada por 170 grupos de investigación, que están en contacto con universidades y expertos de todos los ámbitos, no solo de las ciencias formales también las sociales. Aunque surgió por la pandemia, está centrada en afrontar retos de salud presentes y futuros. 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