Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • A una década del primer trasplante de pene del mundo: una circuncisión fallida en un ritual y un joven que vivió tres años amputado

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/03/2025 04:34

    el joven pasó 3 años sin pene internado hasta que se logró hallar un órgano de reemplazo y se decidió la operación Hace 10 años, el 13 de marzo de 2015, se conoció la noticia, pese a que el hecho había ocurrido casi 12 meses antes. Un hombre que había sufrido una mala praxis en su pene había accedido a un trasplante de ese órgano de otra persona. Este procedimiento, que hasta hace poco sólo parecía parte de una fantasía médica, logró cambiar desde ese momento la vida de muchos pacientes que sufrieron amputaciones por diferentes motivos. Desde el primer trasplante exitoso en Sudáfrica en 2014 hasta la operación pionera en EE.UU. que incluyó escroto y tejido circundante en 2018, la ciencia demostró que la restauración de la función y apariencia del órgano masculino es posible. El primer caso exitoso en Sudáfrica El primer trasplante de pene exitoso en el mundo se realizó en Sudáfrica el 11 de diciembre de 2014. El procedimiento, llevado a cabo por un equipo de cirujanos de la Universidad de Stellenbosch y el Hospital Tygerberg, fue un hito en la medicina reconstructiva. El paciente, un joven de 21 años cuya identidad se mantiene en reserva, había perdido su pene debido a una infección derivada de una circuncisión ritual fallida, una práctica común en ciertas comunidades africanas. En esas sociedades se realiza esta operación como un paso de la adolescencia a la adultez, después de pasar un tiempo en la selva a modo de prueba. En muchos casos, por las malas condiciones en la que se realizan las intervenciones, los chicos terminan con infecciones severas que lo llevan a sufrir amputaciones o la muerte. En este caso, el joven pasó 3 años sin pene internado hasta que se logró hallar un órgano de reemplazo y se decidió la operación. “Para un hombre la pérdida de su pene es traumática y puede generar hasta conductas suicidas”, explicó en aquellos momentos el doctor Frank Graewe, líder de la división de cirugía plástica reconstructiva del Hospital Tygerberg de Ciudad de Cabo. La cirugía duró aproximadamente nueve horas y fue extremadamente compleja, ya que los médicos debían conectar vasos sanguíneos, nervios y otros tejidos de manera precisa para restaurar tanto la funcionalidad como la sensibilidad del órgano. Tres meses después de la operación, el paciente había recuperado completamente la función urinaria y sexual, lo que superó las expectativas de los cirujanos. Una de las pocas imágenes de la intervención difundidas por el hospital de Ciudad del Cabo El logro fue anunciado públicamente el 13 de marzo de 2015, lo que convirtió a este día en un momento clave en la historia de la medicina reconstructiva. El éxito de la operación fue confirmado meses después cuando se informó que el paciente esperaba un hijo con su pareja, lo que demostró la funcionalidad completa del órgano trasplantado. El paciente que vive en el anonimato A pesar del impacto mundial de este caso, hay poca información sobre el estado actual del paciente. No se han publicado actualizaciones recientes sobre su evolución, lo que deja un interrogante sobre su calidad de vida y bienestar después de una década de la operación. El caso anterior había sucedido en China en el 2006 y no había tenido éxito. El paciente rechazó el órgano. Tras 15 horas de operación, los médicos habían colocado un pene de 10 centímetros al paciente de 44 años después de que los padres de un hombre con muerte cerebral que tenía la mitad de su edad aceptaran donar el órgano de su hijo. Aunque la operación fue un éxito quirúrgico, los cirujanos dijeron que tuvieron que extirpar el pene dos semanas después. “El paciente y su esposa tuvieron un grave problema psicológico”, dijo a la prensa china el doctor Hu. Sobre este tema, Jean-Michel Dubernard, el cirujano francés que realizó el primer trasplante de cara del mundo a una mujer que había sido atacada por un perro también en el 2006, dijo que los factores psicológicos eran un problema grave para muchos pacientes que recibían ciertos “aloinjertos”, u órganos de donantes. En 2018, un marine fue trasplantado en Estados Unidos. La operación incluyó pene y escroto “Las consecuencias psicológicas de los aloinjertos de manos y cara muestran que no es tan fácil utilizar y ver permanentemente las manos de una persona muerta, ni es fácil mirarse en un espejo para ver la cara de una persona muerta”, escribió el médico en una revista especializada. La noticia del éxito en Sudáfrica tuvo un impacto internacional, ya que nunca antes se había logrado un trasplante de pene completamente funcional. Lo que diferenciaba el caso sudafricano era la preparación psicológica y el seguimiento posoperatorio exhaustivo que recibió el paciente. Esto permitió que el trasplante no solo tuviera éxito desde un punto de vista médico, sino que también fuera aceptado emocionalmente por el receptor. Trasplante de pene y escroto en Estados Unidos Cuatro años después del caso sudafricano, en marzo de 2018, cirujanos del Hospital Johns Hopkins en Baltimore llevaron el procedimiento un paso más allá. Un equipo de médicos logró realizar el primer trasplante de pene y escroto en un veterano de guerra de Estados Unidos que había sufrido una amputación severa en Afganistán. Mitch Hunter cuando se sometió al transplante de rostro en 2011 apenas era la segunda persona en Estados Unidos a la que se le practicaba el procedimiento. Este caso representó un avance aún mayor porque, además del pene, los cirujanos trasplantaron el escroto y parte de la pared abdominal. La cirugía duró 14 horas y requirió un equipo de nueve cirujanos plásticos y dos cirujanos urológicos. A diferencia del caso sudafricano, en esta ocasión no se trasplantaron los testículos del donante para evitar problemas éticos relacionados con la transmisión de material genético. El paciente expresó su gratitud al equipo médico y describió la intervención como un paso fundamental en su recuperación física y psicológica. Meses después de la operación, el paciente había recuperado la función urinaria y se encontraba en proceso de rehabilitación para recuperar la sensibilidad y la función sexual. Retos y posibilidades futuras Estos trasplantes presentan desafíos significativos. Primero, al igual que con otros trasplantes de órganos, los pacientes deben tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para evitar el rechazo del injerto. Además, la cantidad de donantes es extremadamente limitada, ya que se requiere el consentimiento explícito de los familiares del fallecido, y este tipo de donación sigue siendo un tema tabú en muchas culturas. La bioingeniería de tejidos y la impresión 3D de órganos podrían ofrecer soluciones en el futuro. Científicos están explorando la posibilidad de crear penes a partir de células madre, lo que permitiría realizar trasplantes sin la necesidad de donantes. Estas innovaciones podrían cambiar drásticamente el panorama de la cirugía reconstructiva. Los procedimientos también generan debates éticos, especialmente en lo relacionado con la selección de pacientes, el acceso a estas cirugías y el costo de los tratamientos. En el caso del veterano de guerra en EE.UU., el costo fue cubierto por el sistema de salud militar, pero en la mayoría de los casos, estos trasplantes siguen siendo inaccesibles para muchas personas en países en desarrollo.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por