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» Elterritorio
Fecha: 22/03/2025 03:54
Las atenciones más frecuentes son por miopía, conjuntivitis, traumatismos oculares, miasis y vicios refractivos como hipermetropía y astigmatismo, entre otras sábado 22 de marzo de 2025 | 2:00hs. Profesionales que atienden a los pacientes pediátricos. El servicio de Oftalmología del Hospital de Pediatría atiende entre 15 y 20 pacientes por profesional cada día, lo que representa un promedio de más de 800 consultas mensuales. El equipo -compuesto por las oftalmólogas María Fernanda Corsi, Teresa Peñalva y la enfermera Norma Lencina- atiende a bebés desde los tres meses de vida hasta adolescentes de 14 años. Las patologías más frecuentes incluyen vicios refractivos como miopía, hipermetropía y astigmatismo, así como conjuntivitis, traumatismos oculares y casos de miasis. Frente al inicio del ciclo lectivo, las profesionales remarcaron la importancia de realizar controles visuales para detectar dificultades que podrían interferir en el rendimiento escolar. “Estamos atendiendo de lunes a viernes, y cada profesional ve entre 15 y 20 pacientes por día. En promedio, eso representa alrededor de 800 consultas mensuales. Atendemos emergencias oftalmológicas, interconsultas y también las consultas programadas. En estos meses, aumentan los casos de conjuntivitis virales por el uso de piletas, además de los traumas oculares que suelen darse durante las vacaciones por juegos o accidentes domésticos”, explicó la médica María Fernanda Corsi. Si bien las conjuntivitis virales suelen aumentar en esta época del año debido al uso de piletas, también se registran incrementos en otros períodos, especialmente durante la primavera. El servicio también atiende casos de orzuelos, chalazión y toxoplasmosis ocular. A su vez, detallaron que las consultas más frecuentes están relacionadas con la baja visión, principalmente por vicios refractivos. La miopía se manifiesta como dificultad para ver de lejos; la hipermetropía produce problemas para ver de cerca y también de lejos; y el astigmatismo genera una falta de enfoque, lo que ocasiona visión borrosa. En este contexto, las médicas explicaron que estos conceptos se les enseñan también a los padres durante la consulta para que comprendan el origen del problema visual. Actualmente la miopía es la causa más habitual de dificultad visual en niños. Consultas de verano En la misma, mencionaron que se atienden con frecuencia casos de conjuntivitis. Estas conjuntivitis virales son frecuentes y se contagian con facilidad, especialmente en piletas. También se observan conjuntivitis alérgicas, aunque en menor proporción. En muchos casos, los cuadros virales pueden ir acompañados de síntomas gripales, dolor de garganta e inflamación del ganglio preauricular, y suelen comenzar de forma unilateral. “En enero y febrero solemos recibir muchas consultas por conjuntivitis virales, sobre todo las que se contagian en piletas. En otros casos, los pacientes llegan con traumatismos por golpes con herramientas de jardín, cuchillos o tijeras. Además, aparecen casos de miasis, las conocidas ‘uras’, que suelen confundirse con orzuelos y son más frecuentes en bebés o niños pequeños. Hemos tenido bebés desde los cuatro meses con este tipo de casos”, indicó Corsi. Además, resaltaron que otro motivo de consulta frecuente son los traumatismos oculares. Los niños suelen lesionarse con objetos punzantes, como cuchillos, tijeras o herramientas utilizadas en trabajos del campo. Debido a que el servicio es un centro de referencia provincial, también se reciben derivaciones desde el interior por perforaciones oculares y lesiones graves. Ingreso escolar Por otra parte, remarcaron que muchos padres y docentes detectan dificultades visuales cuando los niños comienzan la escuela o jardín. En algunos casos, los chicos no pueden expresar que no ven bien, pero muestran señales como parpadeo constante, frotado de ojos o dificultades para concentrarse en clase. Estas conductas pueden estar asociadas a un problema visual. “La mayoría de los niños pequeños no expresa si ve mal, pero los oftalmólogos podemos detectar problemas a través de exámenes como el fondo de ojo con dilatación pupilar. Muchas veces, los papás o las maestras notan que el niño se distrae, entrecierra los ojos para ver bien, tiene dolores de cabeza constante, no obedece o se levanta constantemente en clase, entre otros signos. Es posible que en realidad se trate de una dificultad visual no diagnosticada. Por ejemplo, los niños con miopía suelen ser tranquilos y prefieren actividades cercanas porque no ven bien de lejos. En cambio, los hipermétropes son más inquietos porque tienen dificultades tanto de cerca como de lejos”, sostuvieron las oftalmólogas. También advirtieron sobre el impacto del uso excesivo de pantallas en niños miopes. Si bien las pantallas no generan miopía por sí solas, pueden favorecer su progresión. “La pantalla no genera por sí sola miopía, pero sí la potencia. Es decir que el uso excesivo de pantallas en niños miopes, aumenta progresivamente la miopía. No se recomienda más de una hora diaria en niños mayores de dos años. En bebés, directamente se desaconseja. El tiempo frente a pantallas debe reducirse, y es clave promover juegos al aire libre para cuidar la salud visual”, manifestó Corsi. Asimismo, las médicas recordaron que los controles oftalmológicos deben comenzar desde los primeros meses de vida. El examen con dilatación pupilar debe realizarse al nacer, a los seis meses, al año, a los tres y a los cinco años. Luego, se aconsejan chequeos cada dos años. Ante golpes, conjuntivitis o cualquier signo que pueda afectar la visión, aconsejan una consulta inmediata con los profesionales. Recomendaciones Según la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil, es fundamental realizar controles oftalmológicos en los niños con dilatación pupilar en distintas etapas del crecimiento. Estos exámenes deben efectuarse al momento del nacimiento, a los seis meses, al año, a los tres años y a los cinco años. A partir de esa edad, se recomienda continuar con controles cada dos años. De igual forma, se enfatiza la importancia de realizar una consulta inmediata en caso de detectar una pupila blanca o si el bebé desvía los ojos, ya que estos signos pueden indicar alteraciones que requieren atención médica oportuna. En relación con la miopía infantil, la Sociedad sostiene que su prevención debe ser un compromiso colectivo. Para ello, aconseja aumentar las actividades diurnas al aire libre, con un mínimo de dos horas por día. Esta práctica contribuye significativamente a la salud visual de los niños. Al mismo tiempo, se sugiere reducir el tiempo de exposición a pantallas y disminuir la realización de tareas que implican visión cercana. A estas medidas deben sumarse los controles oftalmológicos periódicos y una alimentación saludable, ya que prevenir y tratar la miopía mejora la calidad de vida de los niños. Por otro lado, la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil advierte sobre el uso de pantallas y dispositivos electrónicos en las primeras etapas del desarrollo. En los niños de hasta dos años, se recomienda evitar completamente el uso de pantallas. Entre los dos y los cinco años, se sugiere limitar su uso a una hora diaria. A partir de los seis años, es necesario establecer límites claros de exposición. El uso excesivo de estos dispositivos puede ocasionar daños oculares, como el ojo seco, provocado por la disminución en la frecuencia y calidad del parpadeo. Además, el uso prolongado de la visión cercana podría favorecer el desarrollo de miopías, especialmente en aquellos niños con predisposición. También se indican distancias sugeridas para el uso de dispositivos: treinta centímetros para celulares, cuarenta para tablets y cincuenta para computadoras. Frente a estos riesgos, se insiste en reducir el tiempo frente a pantallas y fomentar las actividades al aire libre como estrategia preventiva.
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